María Isabel Cano Linares nació en Torredonjimeno (Jaén), lugar donde creció. Vivió una infancia muy feliz y su pasión hacia la biología molecular surgió gracias a un Posee diversos diversos hobbies entre los que destaca el senderismo y los deportes extremos ( puenting, escalada, tirolina...) , todas aquellas actividades que al aire libre. También le gusta la danza, en especial los bailes latinos y la pintura. Entre sus aficiones también podemos destacar.

Sus padres han sido un pilar fundamental en su vida, principalmente su madre. Le insistieron en que se formara profesionalmente para poder ser una mujer independiente en el futuro.

Quería ser enfermera, por ello le pedía disfraces a su madre cuando llegaba carnaval. Poco a poco fue descubriendo el mundo científico gracias a una serie que emitían conocida como " El mundo de Beakman". Otro factor que le acercó a este ámbito fue un regalo que le hicieron. Debido a su pasión por la enfermería le regalaron un maletín, en este se encontraban los típicos utensilios y suplementos médicos y entre todos ellos había una herramienta un poco inusual cuyo funcionamiento desconocía, era una pipeta. Intrigada comenzó a investigar y descubrió que esta era empleada para medir volúmenes.

Un acontecimiento curioso fue cuando cogió azulete, para hacer ver el agua de la probeta más "científica", toda la pila acabó azul. Hasta el día de su graduación su abuela no le devolvió el instrumento. El día de su graduación su abuela le devolvió la probeta y le dijo: " ya eres capaz de utilizarla correctamente".

En 4º ESO, gracias a la labor docente de su profesor, se comenzó a interesar por la genética. Posteriormente, en la carrera, colaboró con el departamento de genética, el cual estaba trabajando en la secuenciación de la heterocromatina.

Durante su periodo universitario disfrutó de su especialidad y posteriormente, trabajando en el laboratorio, descubrió que entre sus pasiones destacaba la enseñanza. Este ámbito de estudio le ha ofrecido mucho y desea traspasar su pasión a las futuras generaciones. Continúa formándose, ya que la ciencia no tiene límites.