Premio

400 €, ordenador portátil, HomePod Mini, lote de libros y trofeo

Reseña

Hemos olvidado, desgraciadamente, la virtud de la resignación. Esa capacidad para comprender que no siempre se cumplen nuestros proyectos, y, aun perdiendo, damos gracias por todo cuanto tenemos… y hemos podido tener. El. cuento ganador de esta edición es un ejemplo de fortaleza moral, de virtud cristiana. Una familia espera la llegada de un nuevo miembro. Son nueve hermanos, y entre todos reina una inmensa alegría por el advenimiento de un hermano, pero, en el transcurso de la gestación, el bebé enferma y su evolución se complica notoriamente. No por eso se rinden; luchan por hacer que la vida sea digna, y tenga sentido, deciden llamarle Luis, en reconocimiento al santo bajo cuya advocación deciden ponerle. Pero Luis, con apenas unos días de vida, fallece. La familia queda muy triste, pero con el consuelo de haber luchado por el nuevo miembro. La esperanza en una vida mejor, y la certidumbre de haberle amado y querido el breve tiempo en que vivió terrenalmente, es una honrada recompensa que todos comparten como un bien del cielo.

Juan José Bazán Sánchez. Jefe de Departamento de Lengua y Literatura Castellana. Colegio San José.

 Premio

700 €, ordenador portátil, AirPods de 3ª generación, lote de libros y trofeo

 Reseña

¿Cuántas veces en la vida nos hemos dado cuenta de que de nosotros somos el peor enemigo que tenemos? Dentro de cada hombre hay un laberinto, una maraña inextricable de opciones entre las que debemos elegir siempre. Este cuento es una perfecta exploración interior en busca de una salida. Durante el recorrido, que es la vida, encontramos peligros y asechanzas sin fin: dolor, miedo, oscuridad… la terrible sensación de estar solos. La conciencia unas veces nos guía… y otras veces se convierte en un fiscal implacable que nos atormenta. Todo este recorrido interior es necesario atravesarlo, y no tenemos otros recursos que la atención y el análisis de lo que hacemos. Dice la mitología que un hilo sacó a Teseo del laberinto donde le amenazaba el minotauro: y es verdad. Algo tan delicado y frágil puede ser, en ocasiones, nuestra salvación. Miremos en derredor, tengamos paciencia… cuando menos lo esperemos la muralla del laberinto se despeja para dejar un horizonte limpio. No es difícil: a veces basta con levantar la cabeza y mirar hacia delante.

Juan José Bazán Sánchez. Jefe de Departamento de Lengua y Literatura Castellana. Colegio San José.

 Premio

1.000 €, ordenador portátil, iPad de última generación, lote de libros y trofeo

Reseña

La cultura y el aprendizaje nos hacen personas. Pocos objetos hay más representativos de la tarea de aprender que una pizarra. Es una ventana en cuyo marco se encierra la vida. En este cuento asistimos al escenario de una ciudad devastada por la guerra. Un noble maestro decide aprovechar un encerado roto, y falto de una pata, arrumbado entre la basura, para montar una escuela abierta. Al principio los niños se fijan en sus dibujos, en las anotaciones que llaman poderosamente la atención. Poco a poco, el espacio de la calle se convierte en un aula improvisada pero llena de vida y de voluntad. Los niños dan sentido a la vida del maestro, y éste les devuelve el regalo en forma de cultura, de amor, de juego y de gratitud. Pero el miedo siempre acecha. Los agentes de la tiranía que fomentan la guerra no quieren que un maestro enseñe a los niños; los malvados que se lucran con la ignorancia y con la división amenazan a este buen hombre. Le torturan, le apalean… y le dejan ciego, para que no vea más la felicidad que ha creado. Suerte que los niños le han tallado un bastón, con el que el viejo maestro, ciego como Homero, pasea mirando hacia adentro, y sigue impartiendo sus clases como una canción interminable. El tiempo pasa, y el maestro muere. Parece que toda aquella bondad ha sido sepultada por el olvido. Otra vez reina la barbarie en aquellas calles. Parece que todo está perdido. Pero no, en una esquina de la basura, ha aparecido otra pizarra vieja. A esta también le falta una pata, pero alguien, para compensar el defecto, le ha atado un trozo de bastón, un trozo de madera noble, para que siga sustentando al mundo en su infatigable tarea de enseñar.

 Juan José Bazán Sánchez. Jefe de Departamento de Lengua y Literatura Castellana. Colegio San José.