Material Didáctico  

¿Recordemos que son las Paraescolares?

Las Actividades Paraescolares buscan preservar los espacios y actividades extracurriculares, además de contribuir en la educación integral del estudiantado en sus diversas fases que lo componen: física, psicológica, emocional y social.

Al ser asignatura las AFyD deben formar parte del trabajo colegiado, integrando situaciones didácticas propuestas por los mismos responsables de las actividades o favorecer aquellas que se elaboren por el propio colegiado, fomentando el trabajo colaborativo entre el personal responsable de las asignaturas paraescolares y curriculares.

Las Actividades Paraescolares, como medio por el cual el estudiantado también pueda prevenir situaciones de riesgo, fomentar su sentido de pertenencia al plantel que lo integre a la comunidad escolar.   Que los responsables de las asignaturas de paraescolares asuman la importancia que tiene su actividad en la formación integral del bachiller, por lo que las planificaciones didácticas y su integración con el trabajo colegiado resultan fundamentales en los Aprendizajes de Trayectoria Para ello:

1. Otorgar autonomía a los planteles, para elegir las estrategias que convengan de acuerdo con los contextos, instalaciones y personal responsable para el logro de los aprendizajes trayectoria.

2. Otorgar una línea estratégica que deberá llevar el personal responsable de las AFyD con la finalidad de promover la Actividad Física, Deportiva y Recreativa como parte del desarrollo integral del estudiantado.

3. Creación de estrategias mínimas para el desarrollo de eventos deportivos que impulsen la sana competencia y además desarrolle los talentos deportivos de los diferentes planteles.

4. Fomentar en el Trabajo Colegiado situaciones didácticas que integren la problemática del sedentarismo y los problemas de salud inherentes como tema transversal.

5. Utilizar formatos de planificación didáctica, así como de seguimiento de competencias para el personal responsable de las actividades.

6. Utilización de los juegos tradicionales y autóctonos como actividades que permitan distintas estrategias de enseñanza-aprendizaje entre los responsables de las AFyD, así como su promoción entre el personal docente de los planteles.

7. La creación de un programa de trabajo dentro de las planificaciones escolares que vincule a los planteles a través del personal directivo con diferentes niveles de gobierno para la promoción de actividades físicas y deportivas, así como la vinculación con centros de salud (municipales, estatales y federales) para campañas, pláticas, congresos etc. que fomenten hábitos saludables en la comunidad escolar.

8. Visualizar las AFyD como herramienta que permita apoyar al estudiantado con riesgo de abandono escolar.

9. Diseñar dentro de las actividades, líneas que permitan sensibilizar al estudiantado sobre las personas discapacitadas, y en su caso, fomentar en todo momento su inclusión en todas las actividades posibles.

10. Tener un protocolo de accidentes escolares inherentes a sus actividades, como parte de las herramientas de la planificación escolar de los responsables de las AFyD.

11. Contar con el registro sobre la salud del estudiantado, que permita el desarrollo adecuado de las planificaciones escolares de los responsables, con la finalidad de prevenir situaciones de riesgo.



 

DGB/DCA/10-2022


PROGRAMA Sectorial de Educación 2020-2024.

Secretaría de Educación Pública

PROGRAMA SECTORIAL DERIVADO DEL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO 2019-2024

 

6.5.- Relevancia del Objetivo prioritario 5: Garantizar el derecho a la cultura física y a la práctica del deporte de la población en México con énfasis     en la integración de las comunidades escolares, la inclusión social y la promoción de estilos de vida saludables.

El desarrollo integral se centra en hacer realidad las potencialidades del ser humano en todas sus dimensiones:

 Cognitivas, Emocionales, Sociales, Éticas y Físicas.

 Este proceso se orienta hacia la búsqueda de la plenitud y el bienestar de las personas, para lo cual el deporte y la actividad física forman parte         indispensable y fundamental de esta integración total.

No obstante lo anterior, en nuestro país existe un alarmante nivel de sedentarismo: únicamente el 41.7% de la población de 18 años y más realiza algún tipo de actividad física en su tiempo libre,(35) / situación que ha dado lugar a un grave problema de salud pública asociado a enfermedades no transmisibles como la diabetes, la hipertensión y la obesidad. Aunado a ello, no se dispone de programas efectivos que promuevan la actividad física y la práctica del deporte formal debido a la falta de interés de las autoridades de administraciones pasadas.

Desafortunadamente, en el ámbito educativo también se presenta esta situación. La práctica de actividades físicas y deportivas en las escuelas ha sido limitada y se le ha prestado poca atención en los procesos de enseñanza-aprendizaje, lo que ha contribuido al incremento y prevalencia de sobrepeso, situando a México en el primer lugar mundial en obesidad infantil, problema que se presenta con mayor frecuencia en los estados del norte del país y en las comunidades urbanas.(36) / De acuerdo con la OMS, en el año 2000, más del 27% de la población de cinco a 19 años en México presentaba sobrepeso y para 2016 se había incrementado a más del 35%.

Dado lo anterior, es urgente conceder a la educación física, la actividad física y el deporte la importancia que merecen. Durante la presente administración se fortalecerá el vínculo entre los planes y programas de estudio con estrategias que fomenten la cultura física y el deporte en las escuelas, a fin de garantizar la práctica regular de actividades físicas durante la jornada escolar como parte de una educación integral que promueva un estilo de vida saludable. Concretamente, se velará porque en la escuela se impartan clases semanales obligatorias de educación física con calidad e incluyentes, que formen parte integral del currículo, con los 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada  a vigorosa que la OMS recomienda, como mínimo, para las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de cinco a 17 años.(38) /

En este contexto, la SEP y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) trabajarán conjuntamente en el diseño e implementación de programas que fomenten la actividad física y el deporte para todas y todos, de forma continua y generalizada. Dichos programas se estructurarán tomando en consideración las características del desarrollo, intereses y expectativas de los educandos con el propósito de motivar su participación. Se impulsará una estrategia para fomentar la práctica continua y sistemática de actividades físicas, recreativas y deportivas que incluya a todos los sectores de la población, con especial atención a los grupos históricamente discriminados, así como con perspectiva de género, a fin de promover estilos de vida saludables que coadyuven en la disminución del sedentarismo y los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles y, con ello, mejoren la salud general de las y los mexicanos. De igual forma, se desarrollará una estrategia para modificar el entorno escolar, con base en un modelo integral y multisectorial por nivel educativo, con el propósito de propiciar hábitos saludables en tres componentes específicos: alimentación correcta, hidratación adecuada y actividad física.

Además de producir múltiples beneficios para la salud, la educación física, actividad física y el deporte promueven valores como el esfuerzo, la perseverancia, la excelencia, la probidad, la igualdad, el juego limpio, el respeto, la solidaridad y el compañerismo, entre otros. En administraciones pasadas, los sistemas de detección y selección de talentos fueron ineficientes e insuficientes, por lo que es preciso promover políticas en el ámbito escolar, comunitario e institucional para lograr una mayor progresividad y consolidación en el resultado del deporte de alto rendimiento en eventos nacionales e internacionales. En la medida en que la educación física y la actividad física se conviertan en componentes esenciales de la educación integral, se sentarán las bases para trabajar en la detección de aptitudes deportivas sobresalientes y las escuelas se constituirán en semilleros de futuros talentos. 

Para lograr dicho propósito se deberá contar con maestras y maestros de educación física capacitados con herramientas suficientes para detectar e impulsar el talento, en particular en las comunidades más vulnerables donde las escuelas son prácticamente la única oportunidad de entrar en contacto con el deporte de excelencia.