Comunicación no verbal

El ser humano se comunica y se muestra a sí mismo a través de tres lenguajes: el de los actos, el de las palabras y el de los gestos. Cuando nos comunicamos, más aún si estamos expuestos ante un público expectante, “constantemente estamos enviando mensajes corporales a nuestros interlocutores. Estos mensajes adoptan las formas básicas de gestos, posturas y movimientos. El lenguaje del cuerpo comprende cualquier movimiento, consciente o no, de una parte o de la totalidad del cuerpo que una persona emplea para comunicar un mensaje emocional al mundo exterior”.

Canales del lenguaje corporal

La conducta no verbal se expresa principalmente a través de siete canales que, junto al discurso verbal, conforman la comunicación:

Expresiones faciales

Son el indicador emocional más potente, y en lo primero que centramos nuestra atención al interactuar. En la cara se reflejan de manera innata y universal las siete emociones básicas: alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y desprecio. Cada una tiene su propio código. Aprender a distinguirlas, imprescindible para dominar el lenguaje corporal.

Gestos

Los gestos ilustradores (acompañan el discurso verbal y preceden en milésimas de segundo a las palabras) tienen una estrecha vinculación con la credibilidad. Otros tipos de gesto son: emblemáticos (tienen su propio significado sin necesidad de palabras), adaptadores (manipulaciones de nuestro propio cuerpo u objetos para canalizar las emociones), reguladores (con los que dirigimos la interactuación) y manifestadores de afecto (con los que transmitimos nuestros sentimientos).

Posturas

La postura corporal expresa básicamente el grado de interés y apertura hacia los demás, reflejados en la exposición y orientación del torso. También es un potente indicador del estado emocional y predisposición a la acción. Visualmente, la postura tiene también una gran incidencia en nuestra imagen personal, sobre todo para transmitir confianza, estabilidad y seguridad.

Apariencia

El aspecto de una persona nos habla de su edad, sexo, origen, cultura, profesión, o condición social y económica, entre otros muchos datos. Por más que intentemos sustraernos de los estereotipos, la apariencia sigue siendo la principal fuente de información a la hora de formarnos una primera impresión de alguien. Y ya se sabe, no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

Proxémica

Es el canal más directo del lenguaje corporal a la hora de mostrarnos cercanos o distantes. La proxémica tiene su origen en la antropología, y nos informa del uso del espacio en la interacción. Lo importante son dos cosas: 1º) La forma más sencilla de mostrarnos cercanos es acercarnos físicamente a nuestro interlocutor; y 2º) Hay que prestar mucha atención a cualquier señal de incomodidad que genere nuestra aproximación.

Paralenguaje

La voz puede decir mucho más que las palabras: el paralenguaje es el indicador emocional más fiable, junto con las expresiones faciales. El volumen, tono o velocidad de nuestra voz revela importante información, especialmente cuando intentamos ocultar nuestras emociones.

Otros canales como la cronémica y la oculésica se especializan en el valor que el tiempo y la mirada tienen en la comunicación no verbal, aunque ambos se caracterizan por su trasversalidad y están presentes en la mayor parte de los siete canales principales.

Las siete utilidades del lenguaje corporal

La influencia de la conducta no verbal en la interacción humana es indiscutible. El dominio del lenguaje corporal resulta de especial utilidad en algunas funciones de la socialización. Estas son solo algunas:

Comunicar nuestra identidad.

Informar sobre nuestra capacidad de relacionarnos.

Lograr precisión y entendimiento.

Gestionar la interacción.

Transmitir emociones y sentimientos.

Influir en los demás y en nosotros mismos.

Producir engaño.