Una vez analizado los distintos aspectos del problema, cabe realizarse la pregunta: "¿Por qué deberíamos intervenir este Problema?". El fin de esta sección es exponer argumentos que respondan a esta interrogante para articular el diseño de la Intervención.
Antes de ahondar en las distintas razones que sustentan la intervención, se hace necesario comprender distintos conceptos y el contexto que engloba al Problema.
Es importante considerar que la brecha digital es un problema presente a nivel global y nacional, y tiene sus orígenes en aspectos socioculturales (generaciones anteriores, sin tanto acceso a tecnologías), económicos y políticos.
La brecha digital es evidente en nuestro país. Según un estudio realizado por CIPEM, un 45,6% de los hogares compuestos solo de personas mayores no posee acceso a internet o a dispositivos, en comparación con un 15,5% de los hogares que no tienen personas mayores.
La brecha digital dificulta la garantía de los Derechos Humanos y los Derechos de las Personas Mayores, afectando la calidad de vida e interfiere con goce de una salud adecuada.
Las políticas públicas vigentes en Chile respecto a este tema son recientes y poco extendidas. En el caso de los programas dirigidos a personas mayores, estos poseen buena recepción por parte de los beneficiados. Entre ellas se encuentran:
Plan Social de Desarrollo Digital (SUBTEL)
Programa de Inclusión Digital de Personas Mayores (SENAMA)
Programa Adulto Mejor, que emana desde la Primera Dama.
Es relevante tener presente la definición que otorga la Organización Mundial de la Salud respecto a la salud, la cual se define como un "estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".
De esta forma, podemos resumir que la Brecha Digital es un problema presente en Chile, existen escasas políticas públicas para enfrentarla y se asocia con una peor salud en las comunidades.
Entonces, ¿Por qué intervenir?
La necesidad ha surgido desde la comunidad.
De forma participativa: mediante la discusión abierta en reuniones y la realización del árbol del problema: los socios y socias del Consejo han planteado que se sienten desplazados y atrasados en la sociedad actual. Es decir, perciben esta situación como un problema, lo que se condice con los resultados del diagnóstico participativo.
2. La comunidad siente que le está afectando en su calidad de vida, y representa un problema de salud.
En cuanto a relaciones interpersonales, falta de acceso a información y servicios: la comunidad también presenta necesidades en cuanto a información, comunicación, recreación y acceso a servicios básicos que con el tiempo se han digitalizado. Esto constituye de por sí una situación que pone en tensión a las personas mayores: al tener menor uso de tecnologías, no pueden satisfacer adecuadamente sus necesidades.
La situación descrita se traduce en un impacto negativo en la salud de los miembros del Consejo, ya que la dimensión social de la salud se ve obstaculizada. A su vez, el poco manejo en TIC también significa un menor acceso a información relacionada a salud (estilos de vida, cuidado de la salud, centros de salud).
3. Es posible intervenir desde una mirada de la Promoción de la Salud.
Como función fundamental de la Salud Pública, la Promoción de la Salud busca generar oportunidades, cambios económicos, políticos y sociales. Creemos que es posible abordar el problema desde la Promoción, propiciando mejores espacios de participación y expresión. Así se contribuye a la garantía de los Derechos de las Personas Mayores y a la inclusión de ellas en la sociedad.
De esta manera, se abren las puertas para construir una mejor salud en las comunidades, en un ámbito fuera de lo puramente asistencial, o "fuera del box de atención", que como futuros médicos y médicas de la Universidad de Valparaíso, tenemos el deber de relacionarnos con las personas bajo una mirada integral para con las personas y su salud.