a) Apuntes para el alumno

EL ARTE DEL RENACIMIENTO

1.1. EL ARTE ITALIANO DEL QUATTROCENTO

1.1.1. PANORAMA HISTÓRICO-CULTURAL

El Renacimiento, un movimiento cultural y artístico que iba a desarrollarse a lo largo de los siglos XV y XVI, se inicia en la Península italiana. Esto no es casual y se explica en gran medida por la confluencia allí de varios factores:

· La organización política en ciudades-estado.

Italia no era un Estado unificado políticamente, sino un conjunto de territorios independientes, que se organizaban como ciudades-estado, con su propia organización política y económica. Muchas de estas ciudades-estado estaban gobernadas por miembros de la alta burguesía.

· Crecimiento económico.

Muchas ciudades italianas experimentaron durante este periodo un gran crecimiento económico, basado en la industria y el comercio. Emergió así una poderosa y rica aristocracia mercantil, cuya visión burguesa del mundo desplazó los valores tradicionales de la vieja aristocracia eclesiástica y nobiliaria.

· La tradición viva de la Antigüedad Clásica.

El recuerdo del esplendor de la antigua Roma y los numerosos restos materiales conservados de ella por todas partes, mantuvo siempre viva la memoria de un pasado digno de admiración, que se pretendía recuperar e, incluso, superar. Además, la toma de Constantinopla en 1453 propició la llegada a Italia de sabios y artistas que dieron a conocer aspectos de la antigua cultura griega olvidados en Occidente. El hombre del Renacimiento ve en la Antigüedad clásica la encarnación de una serie de ideales que no reconoce en la Edad Media y se inicia un exhaustivo estudio de todos los ámbitos culturales del pasado grecolatino lo que implica que se retome la lectura de los clásicos, el griego, el latín, la filosofía, la mitología el interés científico por la naturaleza y la pasión por el arte.

· La aparición de los mecenas.

La cultura renacentista va unida al mecenazgo, es decir al apoyo dispensado por los dueños de grandes fortunas y poder social a los escritores y artistas. En las ciudades italianas del siglo XV serán la alta nobleza o la alta burguesía quienes ejerzan el mecenazgo. Las grandes familias que ejercieron el mecenazgo fueron, entre otras, los Sforza en Milán, los Montefletro en Urbino o los Medicis en Florencia. En el siglo XVI los monarcas y el papado ejercerán la protección a las artes y las letras.

Esta situación fue determinante para la revalorización del papel del artista en la sociedad. De artesano medieval valorado por su capacidad técnica, pasó a ser apreciado también por su actividad mental (consideraban que sus obras eran el fruto de una reflexión teórica e intelectual). El artista dejó así de ser una figura anónima y llegó a adquirir un importante estatus social.

El Renacimiento trajo consigo un cambio profundo de mentalidad que conocemos como pensamiento humanista y que tiene las siguientes características:

· Un renovado interés por el hombre (del teocentrismo al antropocentrismo), que como en la Antigüedad Clásica, se convirtió en la medida de todas las cosas, que no implicaba un rechazo de lo religioso, sino una revalorización de la razón humana frente al conocimiento medieval que se movía en el ámbito de la fe.

· Un afán de conciliar el pensamiento antiguo con el cristianismo. Los mitos paganos y la filosofía antigua, según la nueva mentalidad, no tenían porque oponerse al espíritu cristiano, sino que lo podían complementar perfectamente.

· El desarrollo de las universidades y el nacimiento en el siglo XV de las Academias propiciaron un nuevo pensamiento basado en el estudio científico y en el conocimiento del propio ser humano.

  • Los centros culturales italianos crecieron aún más gracias a la difusión de la imprenta.

1.2. EL ARTE ITALIANO DEL CINQUECENTO

1.2.1. PANORAMA HISTÓRICO-CULTURAL

La situación política en Italia en el siglo XVI sufrió cambios con respecto al siglo anterior. Ciudades de gran importancia en el Quattrocento como Padua, Urbino o Perugia perdieron su vigor, y surgieron nuevos focos culturales y artísticos.

Frente a esa situación de decadencia de algunas repúblicas independientes, los Estados Pontificios y, en especial su capital, Roma, tuvieron una gran recuperación política y económica desempeñando un importante papel. El nuevo mecenazgo del papado (Julio II, León X, Clemente VII) convertirá Roma en la capital artística (poco después se unirá también Venecia) haciendo que Florencia pierda el protagonismo que había tenido en el siglo XV.

A pesar del mecenazgo de los papas, que buscaban embellecer la ciudad y dar a Roma la apariencia de capital de la cristiandad, esta ciudad también sufrió duros momentos debido a conflictos políticos y crisis religiosa. En 1527, tras el apoyo dado por el papa Clemente VII al monarca francés Francisco I en la guerra contra el emperador Carlos V, las tropas imperiales entraron en la ciudad de Roma y la saquearon durante meses, provocando grandes pérdidas, violencia y destrucción. Fue el “Sacco di Roma”.

En este periodo se produce también la crisis de la cristiandad por la reforma luterana. Frente a la postura protestante, la Iglesia inicia un proceso de Contrarreforma que tendrá en el Concilio de Trento (1545-1563) su máximo exponente.

Estos hechos provocaron fuertes tensiones vitales en los humanistas que dieron lugar a una regresión del humanismo.