La Colombia

La Colombia que yo conozco

Tanto tiempo encerrado en un país, enfrentando mil y una necesidades, pero lo más importante añorando conocer el mundo exterior como si se tratara de otro planeta.

Y quién me iba a decir que un 4 de junio mi vida cambiaría para siempre, no sólo porque al fin se amplió la visión imaginaria que tenía del horizonte, sino porque un avión aventurero me llevó a un lugar desconocido, y yo que pensaba que sólo encontraría mejor situación económica y de libertad pero ahora puedo decir que nací de nuevo cuando ante mis ojos apareció, COLOMBIA.

Esa Bogota fría y verde que venía a recordarme algún sueño en el que no creí despertar jamás, con su Palacio de Nariño, su Monserrate y tantos lugares impresionantes para mi un turista pobre por primera vez en un país extranjero, pero en Colombia no hace falta el dinero para sentirse bien porque hay un ingrediente desconocido por el mundo, claro que no sé que habrá estado haciendo "el mundo" todo este tiempo que no ha descubierto "el calor de la gente de Colombia".

El 99.9% de la gente en ese paraíso terrenal es honrada pero, los medios sólo han transmitido una idea equivocada de lo que es uno de los lugares donde se vive más feliz alrededor del globo.

Pues este turista pobre viajó hasta Pamplona, conociendo en el camino a pueblos como Zipaquirá con su majestuosa "Catedral de sal", también Chiquinquirá donde se encuentra la patrona de Colombia, la virgen de Chiquinquirá.

Finalmente después de recorrer un largo tramo, quizás no tanto de distancia pero si de sorpresas, de amigos que mi papá se había encargado de ir creando durante sus 6 años de exilio, y de comer pollo asado y arepas y sopas; llegamos a Pamplona, esa ciudad que había estado rondando mi vida por largo tiempo pero que aún no conocía.

Y que decir; me enamoré como lo haces con una mujer, de la tierra del valle del espíritu santo, de la neblina, de la increíble vista de la ventana de la casa que parecía sacada de un cuadro paisajista.

Allí estudié, allí me enamoré y me casé, tuve amigos, fui a fiestas, también me enfermé por querer desafiar el frío; en esa mi casa (Pamplona) caminé por muchas montañas, fui a las veredas, fui a los pueblos pequeños y me ha quedado una gran queja que hacer, TE EXTRAÑO COLOMBIA.

Por eso cuando le hablen de Colombia cuídese y no acepte ir a ese lugar tan peligroso porque puede correr un riesgo impensable: 

QUE NO REGRESE A SU CASA, PORQUE SE AMAÑE EN ESTE GRANDIOSO PAIS.

Por Wilson Gan, Memorias de un cubano.

 

 Vea este video para que se entere de los peligros de Colombia: