El ataque

Es otra especie de escaramuza muy divertida y de mucho movimiento. Designado el orden de los jugadores, los dos primeros si son seis o siete, tres si ocho o nueve, o en otra proporción convenida, entran en la fortaleza, que es una circunferencia de 3 o 4 m. de diámetro; los demás se quedan fuera. Éstos, dada la señal para comenzar el ataque, ponen cada uno, como a 1 m. de distancia de la fortaleza, una bola, y, echando a bailar sus trompos, con puyazos de todo género tratan de meter las bolas en el corro.

Los defensores, por el contrario, procuran sacarlas fuera; si logran una vez, o las que hayan convenido, rechazarlas todas, quedan libres y entran los del otro bando a defender; en este caso se les cuenta a los atacantes un punto malo. Cuando éstos logran meter todas las bolas dentro el mismo número de veces, entran los siguientes a la defensa y el punto malo se les cuenta a los defensores.