Buena Vidente de Verdad

Es cierto que hoy en día disponemos de mucha información y al cabo del día nos llega publicidad de todo tipo de servicios. Pero ¿cuánta de esa información es real? ¿Cuánta publicidad es veraz? Muy poca. Y más aún si procede del mundo del esoterismo y la adivinación. Es tal la desinformación y el intrusismo profesional que hemos tenido que soportar que muchas videntes reales hemos tenido que optar por marcar diferencias y mostrar al mundo cuál es la verdadera naturaleza de nuestro don.

El don de clarividencia no es algo común y corriente, pero existe y sí hay personas que nacen con esta capacidad. Yo he tenido la fortuna de ser una de esas personas. Mi nombre es Lola Rey y me enorgullece poder presentarme ante ti como una buena vidente 100% real. Una vidente de verdad en la que puedes confiar y que siempre intentará darte lo mejor de sí misma. No lo dudes y descubre conmigo todo lo que puedo hacer por ti.


Llamáme y te ayudare

Coste 914: Gratis con tarifa plana, móvil en función de tarifa contratada. Solo mayores edad. + Info en Notas legales.
Coste 806: Red fija: 1,21€ (IVA incl.) y red móvil: 1,57€ (IVA incl.). Solo mayores edad. + Info en Notas legales.

Te contaré la verdad sin engaños

Yo soy una vidente de nacimiento, heredando esta capacidad de varias mujeres de mi familia, auténticas “meigas” dotadas con el poder de la adivinación y la videncia.

Nací en Galicia y siempre he sentido una profunda conexión con esta tierra mágica en la que la energía telúrica y cósmica se sienten a flor de piel. Unas fuerzas que me han ayudado tanto a aceptar como a mejorar mi don, aceptando desde el primer momento el reto de emplear mi videncia para ayudar a los demás y contribuir a llevar la paz, la felicidad y la armonía a sus vidas.

Para comprobarlo no tienes más que llamarme y seré yo quién te atienda personalmente en mi tarot telefónico, bien en mi Tarot Visa, bien en mi Tarot 806.


Una vez demos comienzo a la consulta yo solo te preguntaré tu nombre, tu fecha de nacimiento y plantearme una pregunta sobre aquello que más te preocupa o interesa.

A partir de ahí no dejaré de sorprenderte con mis visiones y predicciones, pero también por mi honestidad y mi franqueza. Yo nunca te mentiré, pero tampoco trataré de engañarte con rituales o multitud de preguntas que solo tienen por objeto hacerte perder el tiempo y el dinero.

Su objetivo último es siempre superar con creces el tiempo establecido al comienzo de la llamada y que, al quedarte sin una respuesta clara, tengas que volver a establecer una nueva llamada.

Me gusta compartir mi don

Y si ser sincera y honesta con quiénes desean consultar conmigo es una de mis prioridades, compartir mi don con todas aquellas personas que necesitan una ayuda espiritual forma parte de mi naturaleza.

Así que, no solo disfruto de mi don, también me siento realmente afortunada por tener una capacidad única y especial que puede hacer que la vida de los demás sea más feliz o, en el caso de estar atravesando malos momentos, menos difícil o dura de afrontar.

Sé que hay personas que no creen que existan buenas videntes 100% reales, pero están equivocados. Lo especial lo es porque no abunda. Somos pocas las elegidas, pero también somos personas solidarias, altruistas e implicadas en construir un mundo mejor y dejar a nuestra profesión en un buen lugar.

Sabemos que nuestros descendientes heredarán este don y queremos que perduren valores como la honestidad y la sinceridad.


Yo sí soy una vidente genuina y puedo contarte que no tenemos nuestro don siempre al 100% de su capacidad y necesitamos descansar, limpiar nuestras energías y prepararnos, pero siempre estamos ahí para quien nos necesita. Así, las videntes de verdad preferimos estar al frente de nuestras consultas, atendiendo las llamadas y dejando nuestro puesto solo cuando tenemos que recuperarnos y tomar un respiro.

Tienes que saber que el trabajo de una vidente real es complicado, requiriendo cada sesión un gran esfuerzo físico y psíquico. Durante la consulta puede que percibas la fuerza de mi energía espiritual en la intensidad y la seguridad de mi tono de voz, en la rapidez con la que se van sucediendo las fechas, los datos, las premoniciones y visiones, pero, una vez finalizada, me invade un gran cansancio. Es en ese mismo instante cuando preciso descansar, vaciar mi espíritu de todas las visiones que me han llegado y poner mi alma en paz y preparada para conectar con otros consultantes.

Ahora que ya me conoces un poco mejor y he conseguido despejar tus dudas sobre las videntes reales, no lo dudes y llámame. Te espero en mi consulta para descubrirte todo lo que te aguarda en el futuro más cercano y cómo afrontarlo con serenidad e inteligencia. Sin miedos, sin dramas ni exageraciones, ven y descubre cómo la videncia puede ser la mejor solución para superar toda incertidumbre y disfrutar del hermoso regalo que es la vida.