La lechuga es una planta herbácea de la familia de las Asterales, con tallo ramoso de 40 a 60 cm de altura y hojas grandes. Es posiblemente la verdura más conocida y la más usada en ensaladas.
Este tipo de lechuga es originaria de Italia y destaca por sus hojas de extremos rojizos y muy rizadas. Es de sabor un tanto amargo, y la mejor época del año para consumirla son los meses tras el verano.
Las hojas de la lechuga romana son alargadas y con el nervio central claramente distinguible. Es también de las lechugas más utilizadas y, además, resulta la variedad con mayor valor nutritivo. Su mejor época es el verano.
Presenta hojas finas, verdes, largas y unidas a un tallo corto, blancuzco y redondo, y es de cogollo redondo. En cuanto a su sabor, es delicado, pero a la vez intenso. Su temporada es la primavera.
Posee propiedades hipoglucemiantes (reduce el azúcar en sangre), lo que hace aconsejable su consumo por los diabéticos.
Posee una acción aperitiva, estimulando las glándulas digestivas, así como una suave actividad laxante por su contenido en fibra. Debido a que drena el hígado, ejerce una acción depurativa general del organismo.
Nos ayuda a prevenir la osteoporosis por su contenido en minerales tan importantes para el hueso como el calcio, el magnesio y el fósforo.
Ayuda a eliminar el exceso de líquidos del organismo.
Evita el riesgo de padecer anemia debido a su gran nivel de hierro