Se llegan a ver mecanismos protocolarios por parte de las universidades para afrontar este tipo de violencias. Entre algunos de ellos recogimos los siguientes:

Por parte de la Universidad de los Andes, para el año 2019, se presenta el protocolo para el manejo de maltrato, acoso, amenaza, discriminación y violencia sexual o de género (M.A.A.D.). Tiene como objetivo enfrentar y prevenir la ocurrencia de dichas conductas, desde una postura basada en el cuidado, la atención y la escucha.

La Universidad El Bosque basa su protocolo en el Centro de Diversidad, Equidad e Inclusión (Centro DEI), el cual tiene un enfoque de género transversal, con espacios como: charlas, electivas, momentos de ocio, entre otros. Todo ello con la finalidad de un campus inclusivo, con todas las diversidades y seguro.

Tanto la Universidad Distrital y Pedagógica, se rigen bajo el Protocolo de prevención, atención y sanción de violencias basadas en género. Con una actualización que comenzó a partir del año 2023. Este tiene como propósito la construcción de igualdad y equidad de género, para la permanencia de toda la comunidad universitaria. 

Pero surgen preguntas importantes ¿Si son útiles estos protocolos? ¿Hay una divulgación de estos para los estudiantes? ¿Estos  generan revictimización? Dividiendo los testimonios que prefieren estar en anonimato, pero autorizan la divulgación de sus relatos, se recalca que los nombres mencionados en este informe son una adaptación. 

Las y los estudiantes poseen alguna idea sobre los derechos a su integridad, pero muchos no conocen a detalle cómo estos pueden llegar a ser defendidos por sus universidades. Un ejemplo es la Universidad del Bosque, que cuenta con un protocolo existente con el objetivo de cumplir con un requisito estatal, pero no para garantizar soluciones a las víctimas. Al punto de ser considerado revictimizante e inútil, como nos comentó Juliana, estudiante de ingeniería electrónica, quién denunció a un profesor por maltrato hacia ella. “Al denunciar un profesor, la facultad se encarga de protegerlo, omitiendo la denuncia y notificándose de quién o quienes hicieron ello. El profesor toma represalias, haciendo inútil denunciar. Por ello, muchas preferimos no hacerlo”.


Las paredes también hablan

Tomada por Natalia Quintero

En la Universidad de los Andes, el protocolo M.A.A.D. es reconocido por la comunidad. Se recogió la opinión de seis estudiantes, quienes consideran que este protocolo brinda buenos resultados con relación a las V.B.G. Sin embargo, Angie tiene una perspectiva diferente y no considera que el M.A.A.D. Maneje adecuadamente los casos.

En las instituciones públicas, está la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (U.D.F.J.C.) donde se entrevistaron once personas y solo tres de ellas tienen conocimiento del proceso llevado a cabo por la institución. Mencionan  que es un protocolo ineficiente, que toma mucho tiempo y no garantiza ninguna solución a la víctima. Se ven mayores soluciones por las acciones tomadas por la comunidad universitaria mediante los escraches.

Casos semejantes a los ocurridos en la Universidad Pedagógica Nacional que desconocen todos los pasos a seguir del protocolo otorgado por la institución, recalcando constantemente que el proceso pasa a ser hiriente y que busca proteger el nombre de la entidad a toda costa.

Por otro lado, en las universidades se evidencian dibujos, frases y escritos cortos (de ahora en adelante las llamaremos pintas) que se contraponen. Por un lado, unas que hacen una hipersexualización y vulneración del cuerpo femenino; y por el otro lado, las denuncias de las víctimas. No obstante, estas últimas se ven censuradas.

Este producto fue realizado por el equipo periodístico de Un Canelazo Cargado De... 

Integrado por:

Natalia Quintero, Anderson Peralta, Daniel Lozano, Juan Pulido, José Beltrán

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