ASTROLOGÍA
¡Encuesta breve y simple!
ASTROLOGÍA
Mercurio, Júpiter y Neptuno confluyeron en el mismo signo, Piscis, entre el 11 y el 27 de Marzo de 2022. Lo hacen cada 13 años aproximadamente pero en distintos signos, y el Sol también recae en el mismo signo durante parte de esos períodos.
Además, durante el 2022 los tres planetas estuvieron en conjunción entre los días 18 y 27, aunque este aspecto no siempre ocurre, y el Sol estuvo en Aries durante la mayor parte del evento.
Los nodos de la Luna se encontraron para la época en el eje Tauro-Escorpio. Según las efemérides de Astrodienst que abarcan desde el año 5.000 a.C., estas posiciones tal como aparecen en conjunto sólo se han presentado en el año 268 a.C., por lo que estuvimos ante un evento que ocurrió por última vez hace exactamente 2.290 años.
La cronología lineal de estas confluencias en Piscis guarda una correlación curiosa con los signos del eje lunar. Por un lado, los planetas se sitúan en línea armónica entre sí según las octavas propuestas en Astrología y fusiones. Los tres Zodíacos, y también son las fuerzas que inician la emisión de energía mental en la zona de expresión psíquica (de acuerdo con las relaciones vitales mencionadas en el libro y graficadas en las estrellas de cinco puntas).
Por otra parte, los signos del eje se suceden en sentido anti-horario cada vez que los planetas coinciden. El sentido anti-horario es el que traduce la presencia de energía mental y, tratándose de que los signos de los nodos se suceden en sentido horario, se observa entonces que la aplicación de energía mental a escala cíclica ocurre sobre un orden de signos que es inverso al kármico que densifica, pues el eje es el punto de paso y de vía de manifestación en la materia más densa. Estas características indican, entonces, que se trata de un evento que también es esotérico.
Los planetas de la serie del pensamiento y de la percepción psíquica, en conjunción y expresando la misma energía de signo, siempre llaman la atención. Convierten a los nativos en clásicos exponentes del signo en el que están emplazados, e incluso a veces se sobreimprimen a las características de su Sol natal con total facilidad y aceptación.
Cuanto más viven, más expresan ese signo como parte de una posición muy definida, asentada y asimilada. Para el signo de los peces, habrá que esperar lo inesperado a través del tiempo, acostumbrarse a sondear lo insondable, a percibir, imaginar e intuir antes que esperar definiciones o descripciones claras y directas que provengan de los nativos. Tendrán muchísima habilidad comunicativa, incluso más allá de las palabras, la que no siempre será traducida de manera inteligible. Pero aunque pueda parecer que están más allá de lo temporal, no habrá nada que quede por fuera de su influencia y sutilmente impregnarán lo que los rodea sin que sean notados… Sin embargo, la configuración de estrellas en el cielo trajo otras características que se sumaron a estas generalidades y las matizaron.
Los regentes kármicos del evento, Venus de Tauro y Plutón de Escorpio, estuvieron en conjunción y en aspecto favorable al Sol, sugiriendo que mucho de lo que ocurra o se haga dependerá de la decisión y voluntad personales, por lo que no habrá que mirar ni hacia atrás ni a los costados sino a los propios nativos, especialmente si las cosas se materializan o no.
El particular sentido del deber y la responsabilidad que desarrollen también tendrán mucho peso a la hora de definir a qué dar permanencia y estabilidad, y a qué borrar del mapa. Saturno en Acuario y en cuadratura a los nodos aportará algo de reflexión a un karma lunar que estará muy ligado a Escorpio en los asuntos materiales, haciéndoles perder concreción y estructura.
Desde el comienzo de ese evento y hasta aproximadamente el 16 del mes, Marte estuvo en conjunción a ambos regentes kármicos, y siempre hizo cuadratura a la larga estadía de Urano en Tauro, lo que animó bastante a todo lo que haya estado un poco aletargado, trayendo ecos de un ayer ya renovado y reimpulsado. El planeta aportó fuerza muy potente y dinámica, difícil de predecir, que también se expresará principalmente a través de lo que las personas nacidas en las fechas quieran o definan.
Venus y Urano también formaron una cuadratura pero en recepción mutua. Desde 1524, hace casi 500 años, Urano siempre transita Tauro durante estas confluencias pero el dios del cielo ha llegado a estar aún más tiempo en su propio signo, Acuario, entre 1.263 y 433 a.C. , un período de 830 años en el que los nodos siguieron una secuencia sucesiva que fue inaugurada con el toro y el escorpión. Ahora, más de 2.200 años después, Venus volvió a escena como protagonista kármica pero equilibrando cualquier decaimiento que pudiera haber ya surgido desde que el planeta de los rayos está en la tierra del toro. La diosa del amor extendió intencionalmente el horizonte al mostrar las diferencias y así reanimar al despliegue junto a su par Marte.
Incluso las cuadraturas Acuario – Tauro generaron una relación dinámica que sumó fuerza a esa configuración de Marzo, pues sacudieron lo que pudiera estar dormido. Todo esto también reforzó la cualidad misteriosa de Piscis, pues la pregunta es qué harán los nativos con todo este caudal natal a su disposición… Los soles en Piscis tal vez nunca lo digan, mientras que los soles en Aries tal vez se adelanten y lo traduzcan en acciones llanas, sin darnos tiempo a preguntárselos.
Por último, la Luna destacó durante el lapso de la conjunción y especialmente en relación con Neptuno. La mayoría de sus posiciones la ligaron a Escorpio, ya sea a través de su regente Plutón o del propio nodo del satélite, pero ninguno de los aspectos resultó particularmente fácil ni para el mundo de ensueños e ideales ni para conectar con los aspectos más realistas de la experiencia. Podrá surgir un frío rechazo hacia todo lo que tienda a desdibujar las cosas, o tal vez se las conduzca amigablemente hacia su fin, o se termine colaborando activamente en tareas de descarte, en distintos órdenes de cosas. Parece que esta dinámica se mantendrá y que sólo variará el modo en que se lo hace, con mayores o menores inconvenientes, aunque esto estará especialmente balanceado por la manera en que los nativos expresen a su Venus en Acuario, regente kármico: ¿cuán volátiles serán sus afectos?, ¿las ganas de compartir también serán ganas de permanecer…?
¡Sus nodos fueron protagonistas en el evento! Por lo que Tres Mancias acerca aquí un breve recorrido a través de algunas posiciones del satélite durante la confluencia. Ten en cuenta que son leídas con sentido kármico y que están especialmente referidas a los planetas de la confluencia.
Como ocurre con cualquier natalicio, la configuración forma parte de un proceso que ha comenzado desde siempre y que continuará por siempre, siendo cada carta natal tan sólo el dibujo de un momento especial en el yoga planetario. Lo que los nativos de los primeros días experimenten será continuado por aquellos que les sigan pero de manera distinta porque los temas se van desarrollando a medida que se suceden distintas posiciones astrales y se forman nuevos aspectos entre el satélite, sus nodos y los astros para el tiempo que nos interese.
Ese tiempo varía según nuestra mirada. El marco de observación podría ser la confluencia previa inmediata en Piscis, y aún otros marcos menores como los ciclos de los nodos, los de Júpiter, los eclipses pre y post-natales... Aquí nos enfocaremos en los ciclos planetarios a través de los siglos en su relación con el karma de reencarnación, y desde el año 4.856 a.C. aproximadamente.
Los mayores dilemas kármicos, relacionados con qué conservar y qué no, se presentarán para quienes nacieron entre los días 11, 12 y 13 del mes. Esos nativos serán muy receptivos y se volcarán hacia todo lo que pueda surgir y crecer, a veces de manera extrema, pero al mismo tiempo habrá algo que, sin poder definir muy bien qué es, les despertará dudas, vacilaciones y tal vez alguna encrucijada no muy clara ni explícita.
Ya los nacidos durante los días 14 y 15 dejarán de preocuparse sobre esos asuntos pero los experimentarán directamente a través de conflictos de relación para los que no encontrarán explicación. Y los del 15 incluso tal vez encuentren especial dificultad para ponerles fin…
Quienes nacieron el día 16 serán exponentes de fuertes antagonismos relacionados con la reencarnación misma, los que podrán ser resueltos en el presente. No tendrán las vacilaciones de sus pares y estarán muy enfocados en sí mismos. Y si bien tendrán a la Luna en Leo, nada de esto se refiere al personalismo o la exacerbación de sí pues no precisarán llamar la atención para sentirse queridos, seguros o cómodos. Por el contrario, parece que estárán decididos a remover cualquier papel central que pudieran tener, y a través de recursos de todo tipo pues Neptuno y Plutón, los dos colosos del sistema por sus efectos, estarán animando a hacerlo.
Ya los nacidos el 17 mostrarán una relación totalmente distinta respecto del karma que los condujo al mundo, y tenderán más a aprovechar las renovaciones cíclicas que traiga el presente antes que enfocarse en objetivos kármicos directos, como los del 16.
¡Mientras que los del 18 inauguraron la triple conjunción! Y, sin importar en qué hemisferio nacieron, trajeron una súper renovación pisciana que afectará (y los afectará) en distintos ámbitos o dimensiones de vida. Estarán especialmente inclinados a conectarse como sea y donde sea, sin medias tintas, pues Piscis y Escorpio son dos signos de Agua que aportarán muchísima profundidad, percepción psíquica y gran habilidad para llegar a lugares o zonas que no están siempre visibles… Los efectos de esta disposición, como siempre, dependerán de la orientación mental de las personas.
Aunque siempre se mantendrá la tónica general que se mencionó en el apartado anterior. Los nacidos el 19 trajeron mucho aire nuevo y liviano si comparamos con la concentración de los días anteriores. Incluso en configuraciones con aspectos benéficos, la intensidad puede llegar a ser abrumadora pero estos últimos piscianos del año estarán más relajados y despreocupados. Y también serán de lo más misteriosos pues sus movimientos, impulsos y direcciones resonarán muy fácilmente con todo lo que se perciba más allá de los sentidos físicos. Especialmente los nacidos el día 20 no resultarán tan radicales como el resto, incluso serán más comprensivos consigo mismos y, a diferencia de sus pares, no siempre andarán sondeando, investigando o detectando qué está ya fuera de tiempo y lugar.
Y, de hecho, los soles en Aries directamente expresarán la fuerza de Piscis con mayor independencia emocional y perceptiva. Esto quiere decir que no siempre responderán a movimientos generacionales o masivos. Sus acciones será más definidas, no necesariamente más personales pero sí un tanto más diferenciadas, y estarán más inclinados a explorar y disfrutar, separándose un poco de la remoción a la que tenderán los predecesores. Muchos de ellos expresarán un tono general plutoniano, llevando al signo de los peces hasta sus últimas expresiones cíclicas en las que podría decirse que el gusto por todo es el gusto por nada específico. Pues los arianos saldrán de esa tónica y podrán utilizar el sutil, potente y profundo magnetismo de Piscis cuando salgan a sus aventuras.
Uno de los natalicios más curiosos fue el del día 22, cuando la Luna en Escorpio conjunta a uno de sus nodos contribuyó a que se termine acentuando el despegue ariano respecto del karma de la confluencia. Cuando se lo estaba “olvidando”, algunos tira y afloja con los afectos y especialmente con la libertad para expresarlos provocarán que lps nativps profundicen aún más en sus direcciones y decisiones.
Pero con el ingreso de la Luna en Sagitario el día 23, ¡la sintonía cambió! Sentirán que el sendero está despejado para ir en busca de lo que desean, sus gustos y placeres, sin la experiencia de que las cosas pronto terminarán, desaparecerán o que plantearán conflictos de permanencia.
Quienes nacieron entre los días 24 y 27, claramente mostrarán que se trata de un impulso del desarrollo, y lo que provenga a través de los nodos lunares tendrá visiblemente otra recepción. Los planetas de la percepción psíquica, Mercurio, Júpiter y Neptuno, se “alinearán” a las tendencias del presente y empezarán a reconducir la energía vital de manera distinta. ¡El pensamiento, el magnetismo mental y la intuición serán un fiel reflejo del libre albedrío! Y es muy probable que los nativos prioricen más sus propias afinidades y lo que estén sembrando a futuro, aspectos que pondrán en primer plano.
En este contexto y en comparación, los nativos del 25 serán un poco más tranquilos y no tan abalanzados, ni hacia sí mismos ni hacia el futuro. Les tocará una expresión más reflexiva que los puede conducir a meditar sobre cuestiones que tal vez no hayan experimentado pero que surgirán como si lo hubieran hecho. Traerán un ritmo que sosegará y, de alguna manera, expresarán el final de un breve pero insólito tramo kármico.
Ya en los días 26 y 27 aparecieron los rasgos finales del evento: sus nativos se expresarán cada vez de manera más clara y explícita, junto a cierto buen humor aún ante el desentendimiento, y con una mayor aceptación de lo que no siga su habitual ritmo y despreocupación, sobre todo en las relaciones afectivas. La mirada de quienes nacieron el último día del evento estará especialmente enfocada en qué están construyendo a futuro, muy conscientes del entorno y de los procesos que ya hayan tocado a su fin (y que no siempre habrán vivido en tiempo real).
A continuación tienes un video con las cartas natales para las fechas del evento, con la posición de la Luna para la hora 00:00 de cada día. Pausa la secuencia para apreciar mejor las configuraciones que te interesen.
¡A celebrar! Este evento trajo cualidades que no se combinaban hacía mucho tiempo, y lo hacieron especialmente a través de la energía psíquica que se ligó al karma de nacimiento. Los nativos trajeron esas cualidades consigo y formarán parte de una generación insólita, con experiencias y despertares que difícilmente se puedan asimilar o equiparar a los de otros signos y tiempos.
Para el resto, habrá que precisar el tipo de relación que establecimos con el evento, para recepcionar lo que trajo, para vivir la nueva experiencia. ¿Qué casa ocupa Piscis en tu carta natal? ¿Hay planetas en ella? ¿Qué aspectos formaron Mercurio, Júpiter y Neptuno por tránsito? ¿Cómo fue tu relación con el karma del evento? Aquí tienes un breve listado con los principales indicadores y signos que establecen relaciones especiales con los nativos, y según el hemisferio norte (HN) o sur (HS) cuando sea importante:
Obviamente se potenciarán la sensibilidad y la intuición, el interés por los asuntos psíquicos y ocultos, los sentimientos oceánicos, también las reservas en lo personal y algunos problemas para comunicarse mejor o tener más en claro las propias intenciones. Podrán aprovechar para proyectar incluso mucho más allá de la época actual, sabiendo que lo que pueda parecerles hoy un sueño o ideal lejano o no muy bien definido, tendrá muchas chances de convertirse en la forma primaria para un nuevo inicio el día de mañana.
Establecerán relaciones kármicas con los nativos, quienes participarán en todo lo que pueda embellecer la situación de los taurinos, sumando a la experiencia del placer alguna otra dimensión (física, estética). Mientras que los escorpianos fomentarán su imaginación y les aportarán conciencia, principalmente acerca de cuestiones abstractas.
Hemisferio Norte. Los taurinos les resultarán atractivos porque les acercarán modos que ellos querrán experimentar mejor o en mayor profundidad, específicamente acerca de todo lo relacionado con el cuerpo físico, la alimentación, los bienes y las propiedades. Pero esta atracción puede tardar un tiempo en aparecer. Antes de ello, el karma lunar precisa desplegarse. Mientras que lo(a)s escorpiano(a)s acentuarán esas tendencias kármicas pues sintonizan con ellas, acelerándolas en lo que de todas formas es un movimiento evolutivo. Este tipo de relaciones puede ser la simiente de una gran creatividad que será visible en años posteriores.
Hemisferio Sur. En una relación, las formas objetivas, palpables y tangibles en las vidas de los taurinos serán excelentes para quienes nacieron durante el evento. La sintonía será muy física y también formará parte de un claro movimiento evolutivo que ocurrirá principalmente durante los primeros años de los nativos. Como siempre, la dinámica del karma luego los conducirá hacia otros modos y formas, por lo que puede producirse un alejamiento en la relación debido a cambios que habrá que respetar. Mientras que los escorpianos les presentarán grandes exigencias durante sus primeros años pues apelarán a sus aspectos más maduros. De algún modo, les pedirán que definan posiciones, propósitos y objetivos concretos y prácticos cuando tal vez los nativos aún no consideren hacerlo. Si la relación llegara a terminarse, los escorpianos serán recordados y entendidos en tiempos futuros.
Estarán especialmente perceptivos a los efectos de las experiencias, intenciones y proyectos. Pero no será una percepción analítica, descriptiva o erudita sino que podrán presentir el alcance de las acciones, y en distintos órdenes (lo material y en todas sus formas, incluyendo lo emocional y lo mental). El tránsito de los planetas de la energía psíquica los conectará de manera directa con lo que están provocando desde el presente, y de alguna manera los conducirá a mirar hacia el futuro y más allá del detalle, del día a día, o incluso de lo racional y tangible. Los efectos en el karma mental son tan importantes como los que se expresan en las formas concretas.
Podrán volver a percibir algunas cualidades que han venido expresando desde tiempo atrás y que tal vez hayan menguado en el tiempo (la época de ese pasado dependerá de la edad de años ya vividos). Estarán especialmente conscientes acerca de qué han estado haciendo y cómo lo han estado haciendo, es decir, habrá una reflexividad muy patente acerca de sus circunstancias o experiencias kármicas, y podrán observarse a sí mismos en profundidad y muy fácilmente. Mucho dependerá de en qué medida este nodo sea relevante en sus cartas pero, de todas maneras, la configuración del evento los conectará directamente con el tipo de aliento vital que trajeron al nacer.
En la relación, hay una sintonía kármica natal pero los nativos acentuarán y acelerarán algunos procesos que para ustedes no siempre han sido fáciles de transitar. En la generalidad, ellos harán fácilmente lo que a ustedes les lleva más tiempo, y puede que les resulten exagerados. Y mientras ustedes han estado forjando lentamente un futuro, durante este tránsito pudieron haber experimentado algunas pérdidas (sobre todo materiales). Si amplían la mirada apreciarán que, si bien fueron hechos que no dependieron de ustedes y no les encuentran explicación o causa visible, son sucesos que contribuyeron al mismo tiempo a aminorar el karma del presente.
Aún cuando entre ustedes se combinen signos opuestos en sus tendencias y proyecciones kármicas, ¡cada uno encontrará en el otro una manera distinta de llegar a los mismos resultados! Curiosamente, ya han transitado los mismos procesos del karma. Los nativos del evento les acercarán vías más sutiles y suaves para despejar el panorama cada vez que se lo propongan, mientras que ustedes les ofrecerán una aceptación y afinidad para sus tendencias que ellos no siempre encontrarán.
En términos generacionales, serán el contrapunto o balance para los nativos de la confluencia pues les mostrarán el placer de los sentidos físicos y el disfrute de las posesiones, siendo estos tan sólo dos ejemplos acerca de cómo es pasar concretamente a formar parte del medio (entre otras cosas). Pero lo que los nativos del evento vivirán de manera armónica y sin preocupación, para ustedes resultará ser fuente de incertidumbre pues la visión podría perder su marco definitorio. Habrá que prestar especial atención a lo que están gestando actualmente: verán que puede resultar en una siembra sobre sólo ilusiones, y que los frutos pueden no llegar a madurar.
Ustedes también comparten con los nativos la sintonía natal que los trajo al mundo. Esto puede traducirse en una química especial que los reunirá en las mismas actividades y destilando una dinámica para la que no encontrarán explicación racional. Puede que se junten aún sin tener nada objetivamente en común, sin pertenecer a los mismos ámbitos y sin siquiera pensar de manera similar. Durante el tránsito, ustedes pudieron haber experimentado que todo a lo que se habían aferrado perdió peso o importancia en sus vidas. ¿Estuvieron atentos a las ideas y percepciones que se presentaron? Reténganlas porque son una chance ideal para llevarlas a la práctica y neutralizar cualquier tipo de karma generado en el hoy. Si así lo hicieran, nadie experimentará los efectos de los tiempos presentes (ni ustedes ni los demás).
Si tienes alguna pregunta sobre tu carta natal y la configuración del evento, o simplemente quieres comentar y reflexionar, contacta en blogs y cuentas sociales, y te estaré respondiendo personalmente.
A lo largo de los siglos, el orden sucesivo en los signos del eje kármico se altera cuando "varía" la velocidad de traslación de los planetas de las confluencias (retrogradación), lo que produce que estas puedan ocurrir incluso más de una vez durante una misma revolución de Neptuno. Es decir que las retrogradaciones son las que producen las variaciones en el período de tiempo entre una y otra.
Cuando la secuencia cambia, la nueva polaridad en el eje se define según la duración de ese período. Básicamente se trata de precisar si ocurren luego de 13 o 14 revoluciones de Júpiter, y de ubicar el período previo al que se liga cualquier alteración del orden. Ocurre que:
Una revolución de Neptuno son aproximadamente 14 revoluciones de Júpiter. 166 años es el tiempo entre confluencias que marca una sucesión anti-horaria continua en el orden de signos del eje.
Cuando la confluencia ocurre aproximadamente luego de 13 revoluciones de Júpiter (154 años), aparece una discontinuidad en ese orden.
Cuando ocurren dos o más confluencias antes de finalizar una revolución de Neptuno (es decir, varias confluencias al interior de un mismo ciclo), cada nueva anula la continuidad / discontinuidad de la confluencia previa, y el eje retoma la secuencia que es a su vez anterior a la confluencia que le precedió, continuándola.
En la primer tabla encontrará todas las confluencias de los planetas de la percepción psíquica en Piscis durante los años 5.000 a.C. y 2.022 d.C. Le sigue una tabla con las fechas específicas en las que se sucedieron cada 154 años o menos, en total 15 alteraciones ligadas a 13 revoluciones de Júpiter (item 2).
Entre esas fechas, verás cuatro confluencias resaltadas: son las que también han ocurrido antes de que finalizara una revolución de Neptuno (item 3).
Los "cambios" de velocidad en la traslación planetaria alteran el orden en la sucesión de signos del eje kármico pero cualquier discontinuidad resulta en una continuidad respecto de alguna secuencia previa.
Las tablas contienen efemérides de Astrodienst.