ASTROLOGÍA AVANZADA
Luminarias y ascendentes forman combinaciones elementales en una carta natal. ¿Qué combinación considerar primero? ¿Y cómo continuar en la lectura? Este post complementa a Los elementos y el karma, uno de los artículos de la serie especial de Astrología & Karma en Medium.
Si conoces la serie, ya sabrás que cuando en una lectura separas cualquier punto de interés astrológico, es para malinterpretarlo. Si te interesas por detalles particulares, precisas un entendimiento lo más abarcativo posible acerca de qué expresa una configuración como tal, y cómo la energía aparece expandida en el espacio, en distribuciones y concentraciones específicas.
Tampoco arribarás a una lectura abarcativa sumando indicadores sino leyendo estados y procesos de manera simultánea, llegando así a enunciar cada indicador siempre en relación, tanto con esos mismos estados y procesos como con otros planetas y puntos de interés.
Polaridades (exotéricas, esotéricas), tendencias natales (Nodo Sur de la Luna), proyecciones en el eje evolutivo (Nodo Norte), dirección mental del desarrollo (Ascendente solar), la memoria kármica (Luna) y el desarrollo vívido de esa memoria (Sol) precisan combinarse al únísono para, finalmente, observar el karma tal como se expresa en la experiencia vital. Lo ideal también sería contar con lo que cada persona podría aportar acerca de estos temas, incorporándolo a los movimientos de la carta.
En la apreciación simultánea y conjunta de todas las transformaciones, nos acercamos a aquello que nos integra vitalmente, mientras transitamos senderos con continuidades, virajes y disonancias.
Retomando la polaridad esotérica Sol - Luna, una manera visual de recordar el karma elemental que caracteriza tanto al estado de la energía al nacer como a los procesos de su desarrollo es ubicando luminarias y ascendentes en los vértices del cuadrado a continuación, según sus elementos. Entre los vértices hay senderos de transformación, así que si deseas prescindir de anotaciones, tan sólo precisas recordar movimientos:
el Fuego vive en la materia hasta que la reduce a cenizas; el Aire se densifica y cae como lluvia
de la Tierra agotada surge el fuego que encierra en su interior; el Agua se evapora en Aire
el Agua apaga el fuego interno de la Tierra y la Tierra captura al Agua; el Fuego encuentra "espacio" en el Aire y el Aire se expande en y con el Fuego; sus transformaciones se detienen
el Agua apaga al Fuego; el Fuego consume al Agua
cada elemento se reproduce a sí mismo
Las neutralizaciones no crean ni agotan karma, y en cada uno de esos encuentros surge una nueva cualidad: la luz (Fuego - Aire) y la materia orgánica (Tierra - Agua). Los movimientos neutrales son el cuadrado básico de interacciones, momentos míticos y actuales al mismo tiempo, sobre los que suceden los cambios traídos por los movimientos.
Las actualizaciones y las polaridades resultan muy interesantes de observar a lo largo del tiempo. Las actualizaciones relacionadas con el Nodo Norte alteran la cronología lineal trayendo "el futuro" al presente, virando la continuidad esperada con "el pasado" (el del Nodo Sur, expresado en el hoy). En ese movimiento, las proyecciones del eje evolutivo se adelantan y el karma se acelera. En cambio, las actualizaciones que se relacionan con el Nodo Sur básicamente reiteran cualidades, dinámicas, relaciones y tendencias natales..
Las polaridades no alteran la cronología lineal y tampoco “reviven” lo ya transitado sino que señalan separaciones, distancias, alejamientos, extrañeza en la interacción… Son expresiones antagónicas, dispares la una a la otra, pero no resultan conflictivas ni indican rechazo porque ocurren entre procesos de transformación desde la dinámica natural hacia la conciencia humana (transmutaciones). Lo más interesante de la dinámica polar es que, con el paso del tiempo, siempre alguna o ambas luminarias cambiarán esas cualidades de extrañeza y separación.
Así, en las composiciones con interacciones polares, podemos distinguir grandes períodos de vida que son muy diferentes entre sí: lo que debido al karma natal la persona mantiene alejado en un primer período, luego lo incorpora a su forma de estar, de ser y de actuar. O viceversa: el desarrollo puede polarizar lo que pudo haber estado neutralizado, fijado, etc.
Las transformaciones kármicas son todos esos movimientos al unísono. Una vez puesta en marcha la conciencia humana, la rueda gira modificando todas sus áreas y cualidades. Pero, de manera teórica, podríamos empezar a leer esos movimientos desde dos puntos de vista simultáneos: el natal y el del desarrollo. El natal abarca a las luminarias en relación con los nodos, y el del desarrollo a sus transmutaciones y al ascendente solar también respecto del eje kármico. Por ejemplo, observemos en principio las interacciones natales en la carta de Steve Jobs, un pisciano con ascendente solar en Virgo, Luna en Aries y su Nodo Norte en Capricornio:
carta natal de Steve Jobs
karma del Sol y transmutación
karma de la Luna y transmutación
karma del Sol y dirección del desarrollo
"Acercarse para irse" podría resumir el impulso con el que básicamente había venido al mundo. Las formas recibidas, especialmente las relacionadas a cómo desarrollarse en el afuera, serían abandonadas (Luna - Nodo Sur: polarización), y lo que hubiera surgido a partir de ellas tampoco duraría mucho tiempo (Luna - Nodo Norte: agotamiento). Sería la conciencia la que traería otras circunstancias.
La chance del presente propuso otra manera de tratar con el karma de nacimiento: llevándolo hacia el área de la vocación (Sol - Nodo Sur: actualización), anulando sus proyecciones (Sol - Nodo Norte: neutralización) y también reformulándolo o expresándolo de otra manera (figura de cometa hacia el Nodo Norte en casa IV).
Jobs habrá tomado conciencia de la particular relación que tenía con la sintonía que lo trajo al mundo. La interacción Luna - Nodo Sur siempre refiere al proceso de reencarnar porque relaciona a la Mente en latencia con el mismo nacimiento. Pero es la actividad psíquica la que produce cambios en esa relación: Piscis reformulando en la masividad y con su característica intuición, volvió a introducir aquellas mismas formas de antaño y a través de un pulso que evocaba, recuperaba y seguía generando aquello que no había sido integrado tal como se había presentado en un primer momento (Sol - Nodo Sur).
En la carta de Jobs, se consideraron especialmente la cuadratura en T Luna-Nodos, la cometa al Nodo Norte en IV, y la fase natal creciente. Estas posiciones enfatizan las propias formas por sobre las heredadas.
Ya en primera persona, cualquier forma tradicional o de base que hubiera percibido o fácilmente incorporado sería descartada o no tenida en cuenta (TS - Nodo Sur: polarización). E incluso o bien no se permitirían sus productos (Asc - Nodo Sur: neutralización) o se los llevaría rápidamente a su terminación (TS - Nodo Norte: agotamiento). ¡Y aún más! Parece que el sendero kármico no quedaría igual luego de su vida: un espíritu crítico y detallista traería razones y ordenaría el panorama para que eventuales semillas del pasado no crecieran (Asc - Nodo Sur). Mientras tanto, los efectos a futuro eran traídos al presente, específicamente los logros, resultados, desarrollos y capitalizaciones (Asc - Nodo Norte: actualización).
La actualización aparece en esa dinámica con el Nodo Norte en Capricornio. Por la interacción con el Ascendente en Virgo, todo lo relacionado al estudio de funciones, sistemas, órdenes y lógicas tendría un desarrollo rápido pero no por ello parcial, surgiendo ya organizado y de manera bastante productiva y eficiente.
Con la transmutación de la Luna, también se actualizaba el Nodo Sur en Cáncer, surgiendo así antiguos ecos emocionales, relaciones de pertenencia y modos específicos para iniciar o gestar los asuntos. Pero esos ecos no serían admitidos (TS - Nodo Sur) ni fomentados (Asc - Nodo Sur), ¡incluso habían sido separados por karma natal y eran anulados por transmutación! (TL - Nodo Norte: neutralización).
El paso del tiempo entonces mostraría cómo se integraría esa polarización natal de la Luna con la actualización de Cáncer que traía el desarrollo. Así es como Jobs habrá convivido con un río inaudible al que tampoco buscaba oír, una fuente permanente de tendencias que había apartado desde antes de nacer y a las que aún luego destinó buena parte de su energía refutando, contrariando y criticando, aunque igualmente redefiniendo y plasmando de manera llana y completa lo que él mismo gestaba.
Como ves, considerar a través del tiempo pero de manera separada el movimiento desde la polarización hacia la actualización que involucra a la Luna podría conducir a errores de interpretación, como por ejemplo concluir que la herencia de modelos de desarrollo o de formación sería revivida, manifestada o recuperada en lo concreto (Nodo Sur en Cáncer, en X). Podría decirse que sería levemente evocada, como una circunstancia difícilmente evitable, pero no que sería materializada.
Entre movimientos de cambio, siempre suceden otros al mismo tiempo que pueden estar en mayor o menor sintonía con él. En Jobs, uno de estos movimientos fue el desarrollo del karma solar (desde el Agua hacia el Fuego). El otro movimiento que contribuyó a abandonar la herencia de aquel nodo, aunque en menor medida, fue su Ascendente en un signo de Tierra.
Con esta dinámica de base, puedes tranquilamente profundizar aún más en las circunstancias, eventos y cualidades que caracterizaron el desarrollo kármico de la carta. Los signos de Tierra en las casas I, V y IX estuvieron doblemente implicados en las transiciones que liberaron karma (Sol en Agua y Luna en Fuego), con sus regentes dando las notas relativas a procesos en desarrollo.
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