Y en México, ¿qué pasa con las TIC?

Uso, acceso y apropiación de las TIC en México

La tecnología es el “conjunto de conocimientos y técnicas que, aplicados de forma lógica y ordenada, permiten al ser humano modificar su entorno material o virtual para satisfacer sus necesidades” (PEAPT, s/f), por lo que en la actualidad a nivel mundial se ha transformado en y para todos los aspectos de la vida, creando un sinfín de innovaciones que se han vuelto indispensables para todo tipo de poblaciones.

Dada la importancia de las TIC en el desarrollo de la actividad económica mundial, resulta de interés definir al sector, en términos de qué lo constituye y cómo se puede medir. En este sentido, se han dado a la tarea diversos autores y organismos como la OCDE, la Unión Europea. entre otros, al discernir sobre los elementos que conforman este sector: Ciencia y Tecnología, Informática, Telecomunicaciones y Educación.

“Las TIC se definen como sistemas tecnológicos mediante los que se recibe, manipula y procesa información, y que facilitan la comunicación entre dos o más interlocutores. Por lo tanto, las TIC son algo más que informática y computadoras, puesto que no funcionan como sistemas aislados, sino con conexión con otras mediante una red. También son algo más que tecnologías de emisión y difusión (como lo son la televisión y radio), puesto que no sólo dan cuenta de la divulgación de la información, sino que además permiten una comunicación interactiva”.

Tomando en cuenta que la sociedad avanza a pasos agigantados, se debe estar siempre comunicados e informados de todo lo que acontece a nuestro alrededor, ya que esto implica insertarse y adaptarse en un mundo que ya de por sí es globalizado, para lo cual existen las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). Estas “constituyen herramientas privilegiadas para el desarrollo de los individuos y de las sociedades al facilitar el manejo de información: crearla, compartirla, modificarla, enriquecerla y transformarla en conocimiento.” (INEGI, 2016).

Tomando como referencia el escenario mexicano, es importante destacar que, si bien es cierto, es un país que posee los recursos suficientes para solventar sus necesidades, no lo ha logrado del todo, por lo que no ha podido salir del tercermundismo. En este sentido, en cuestión de TIC, a pesar de que ha tenido grandes avances, no ha podido llegar hasta los últimos rincones del país, de manera que todos tengan acceso a estas.

Para probar lo anteriormente dicho, se realizó la Encuesta Nacional sobre la Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) en el año 2015, donde se tomaron como muestra a 32 ciudades de México, específicamente a la población de seis años en adelante. Dicha encuesta arrojó los siguientes resultados:

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México en el índice de Desarrollo TIC

El índice de Desarrollo TIC (IDT) es una métrica desarrollada por la Unión Internacional permite medir y comparar el alcance de las Tecnologías de Información y la Comunicación (TIC), así como de la brecha digital entre diferentes países y regiones.

El índice reúne 11 variables que clasifica en tres subíndices. El primero se refiere al nivel de acceso o disponibilidad de las TIC, el segundo concentra variables sobre la intensidad de su uso, mientras que el tercero busca medir las habilidades que importan para la adopción de dichas tecnologías.

En 2016, UIT obtuvo el IDT de una lista de 175 economías, la cual es encabezada por Corea del Sur con una calificación de 8.84, mientras que México obtuvo la posición 92 con una puntuación equivalente a 4.87, la cual se encuentra por debajo del IDT promedio que resultó en 4.94 puntos.

En relación con las 32 economías de Latinoamérica y el Caribe considerada por UIT en este estudio, México se ubica en la posición número 17. Sin embargo, el país muestra uno de los dinamismos más importantes al registrar una tasa de crecimiento equivalente a 9.4% entre 2015 y 2016, la cual es sólo superada por cuatro economías.

El Índice de Desarrollo TIC es una herramienta útil para medir los avances alcanzados por México en cuanto al aprovechamiento efectivo de las TIC, a su vez, permite la comparación con otras economías, lo cual facilita la elaboración de un diagnóstico sobre la efectividad de las políticas públicas y el funcionamiento del mercado para lograr el acceso universal de estas tecnologías.

De estas métricas se desprende que, aunque México para por un momento de crecimiento en la adopción y uso de las TIC, aún queda camino por recorrer para equipararse con las economías más importantes.

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La Función de las TIC en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje.

Los avances alcanzados especialmente en el campo de las Tecnologías de Información han transformado considerablemente la actividad económica y educativa.

La globalización tiene un impacto en la Educación en México en algunos elementos como las pruebas estandarizadas tomadas del Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA), también el uso, avance e implemento de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y la resistencia al cambio que se reflejada en muchas instancias de la educación en el país.

El avance e implemento de las TIC, principalmente para los docentes es un problema, ya que las nuevas generaciones están cada vez más actualizadas y tienen un mejor manejo de las mismas, por lo tanto, estos necesitan de una constante actualización, dado que muchos profesores se quedan con sus conocimientos básicos o la forma de enseñar en la que ellos se sienten cómodo. Para los estudiantes presenta un beneficio ya que cada vez se tiene un acceso más rápido y fácil a la información, hablando explícitamente al internet, sin embargo el uso constante del mismo de manera incorrecta desafortunadamente ha hecho que los alumnos al momento de la búsqueda de información muchas veces no es de fuentes confiables.

Para Gágne C, (2000, p.113) los medios de comunicación en la educación se refiere a cualquier componente que estimula el aprendizaje. Algo muy importante dentro dentro de esta concepción, tener en mente cuál es el objetivo de incorporar las TIC al proceso de enseñanza aprendizaje, si el profesor no lo tiene claro y/o el alumno no comprende en qué lo beneficia este uso, será entonces innecesaria la incorporación de estas tecnologías, pues no dará un valor agregado al proceso.

El proceso de incorporar los elementos tecnológicos en la educación, lleva implícito el proceso de una nueva cultura de aprendizaje, que entre muchas herramientas multimedia debería incluir un kit de superviviencia cognitiva, compuesto por nuevos procesos de adquisición del conocimiento (Pozo, 2003). Bajo el enfoque de este autor es donde la tarea del profesor como apoyo en el aprendizaje a través de estos recursos cobre fuerza importante.

Respecto al estudiante, Pozo, (2003) argumenta que quien no dispone de herramientas cognitivas, para comprensión, discriminación y dar significado a esa cantidad infinita de datos a los que tiene acceso a través de estas tecnologías, se queda en la llamada “Sociedad de la Información”, no podrá acceder a la “Sociedad del conocimiento” sin dichas herramientas. Pues información se refiere únicamente a recibir datos sin ejercicio de reflexión, discusión o comprensión profunda, características necesarias para convertirse en conocimiento.

Profundizando en lo anterior, la adquisición del conocimiento se manifiesta en diversos niveles:

  • Aprendizaje como adquisición de información (recepción de datos sin cuestionamientos importantes, las cosas se dan por hechas).
  • Aprendizaje como adquisición de representaciones (se da sentido a la información, existe una representación mental y un análisis de los datos)
  • Aprendizaje como adquisición de conocimiento (Se contextualiza y evalúa el valor de la información, hasta convertirla en conocimiento que es aplicable y da sentido a un aprendizaje)

Otra postura importante respecto al papel de las TIC en el proceso de enseñanza aprendizaje que fomenta el desarrollo de esta sociedad del conocimiento es la siguiente:

La sociedad del conocimiento, que asoma sus exigencias en el mundo del trabajo, en el desarrollo alcanzado por las ciencias, en la vida profesional y social en general, requiere individuos creativos, con espíritu crítico y autocríticos, con capacidad para pensar, para aprender, para trabajar en equipo, para enfrentar el cambio con flexibilidad, para asumir con responsabilidad sus decisiones profesionales y personales. Este tipo de capacidades no se pueden transmitir, forman parte de una nueva actitud que es fruto de un proceso educativo diseñado para estos cambios. No basta entonces con instalar muchos ordenadores como nuevo recurso didáctico.

Se sugiere que el alumno se mueva en el nivel del aprendizaje como adquisición del conocimiento, y no sólo en el de información. Para esto será imprescindible el profesor como un andamio en el aprendizaje.

Esto significa que ambos actores educativos requieren totalmente de una Cultura informacional, la cual “constituye un elemento esencial en el desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento. Es, a partir de [...] esta que el hombre adquiere habilidades que faciliten el uso, acceso, manejo, distribución y procesamiento de la información mediante los ambientes intensivos en los cuales se desarrolla hoy el recurso de información” (EcuRed, 2017).