Antecedentes

En los años de la transición a la democracia, reivindicar (o recordar siquiera) esa participación más o menos activa en apoyo a la guerra no era cómodo ni sencillo para ningún argentino –menos aún para los comprometidos con el nuevo orden político o con la lucha de los organismos de Derechos Humanos. Un segundo problema con respecto a la memoria de la Guerra era qué hacer con quienes habían combatido (Laino Sanchis, 2013, p. 6).


De acuerdo por lo establecido en la Ley Nacional de Educación 26206 en su artículo 92: “Formarán parte de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones: b) La causa de la recuperación de nuestras Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, de acuerdo con lo prescripto en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional. Esta última expresa: “La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.

Habiendo transcurrido casi un cuarto de siglo desde la reforma constitucional y más de una década desde la sanción de la norma educativa vigente, se verifica un escaso cumplimiento en las adecuaciones pedagógicas prescriptas y un discurso interpretativo reduccionista sobre el asunto que descontextualiza el reclamo por Malvinas (Rodrigañez, 2019, p.4).


Los materiales oficiales sobre Malvinas, al menos en teoría, se distribuyen en todas las provincias, en la mayor parte de los niveles de las escuelas, pero esta presencia no se concreta de manera mecánica, según Belinche Montequin, M. (2013). Los prejuicios de algunas escuelas en torno a los temas “que pueden generar conflicto” y las ocasionales implicancias de los mismos textos pueden obturar las buenas intenciones y confinar los libros a un rincón de las bibliotecas escolares. Belinche Montequin, M. (2013).

La misma autora hace mención en “Malvinas como relato escolar. Las islas y la memoria en el sistema educativo argentino (2003-2012)” a “la dicotomía entre contenido y forma, entre ciertos imaginarios en el sentido más amplio del término y el modo en que estos son plasmados en lo que podría llamarse una obra (un texto, un manual, una producción audiovisual, una ilustración) no delimitan planos indiferentes. No existen los “contenidos sociales” (la batalla, la muerte, la Dictadura, los jóvenes, la escuela, la patria, el territorio, la soberanía) y por otro lado los abordajes neutros (las palabras, los énfasis, los silencios, las interpretaciones, las imágenes, los créditos, los títulos). Ambas dimensiones son las que intervienen en la actual representación sobre Malvinas y más que sobre Malvinas sobre las identidades subjetivas y colectivas.


La importancia de estos asuntos con respecto a la investigación reside en que sus abordajes en el sistema escolar no devienen neutros. Si apenas fuera posible contribuir a la comprensión de que al contemplar los íconos que aluden a Malvinas no se está ante la percepción cartográfica de un mapa, sino que, como ante cualquier imagen, se está ante el tiempo y en este caso ante las historias supervivientes que anidan en las representaciones actuales sobre Malvinas; si esto fuera posible, aunque modestas y circunscriptas a los límites de una ponencia, estas reflexiones podrían resultar una contribución”.


La Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur fue fundada en septiembre de 1982 con el objetivo de rendir un justo homenaje a sus seres queridos, Héroes que ofrendaron su vida por la Patria en la Gesta de Malvinas. En 2005 se estrenó el documental “Locos de la Bandera”, el cual surgió por iniciativa y encargo de dicha Comisión.


Con respecto a este documental, Fabricio Laino Sanchis en su paper “Nosotros queremos que escuchen nuestras historias”: El Documental Locos de la Bandera y las memorias en Conflicto de la Guerra De Malvinas, menciona: “Desde su misma concepción, la película habla de la búsqueda de los familiares y de los excombatientes por hablar y por ser escuchados”. Con respecto al objetivo de los integrantes de la Comisión: “se pone de manifiesto a lo largo de todo el film, era poder contar no sólo las vivencias de la guerra, sino también los problemas para afrontar los tiempos de paz en una sociedad decidida a ignorar a los excombatientes (los que volvieron y los que perdieron la vida en las islas)”. Es importante hacer mención a un error conceptual importante del autor, lo cual no invalida el concepto general del párrafo. Quienes perdieron la vida en la guerra no son excombatientes, sino Héroes, tal como ha sido dispuesto por Ley.