Capítulo 8

No sabía cuánto tiempo había pasado antes de despertar.

Todavía estaba en un estado medio despierto cuando un leve movimiento a mi lado me hizo abrir los ojos. El repentino brillo me hizo sentir una incomodidad temporal en los ojos, y no pude evitar volver a cerrarlos. Escuché que alguien se levantaba y la luz pronto se atenuó un poco.

Volví a abrir los ojos y la figura de Rhine se aclaró en mi línea de visión. Se acercó a mi cabecera y bajó su cuerpo. La cara conocida aún tenía la sonrisa habitual, pero me parecía tan falsa y extraña: recordaba claramente cuán frío estaba [Rhine] en ese momento en la tempestad. Este tipo me había estado mintiendo desde el principio. Desde su identidad hasta el verdadero propósito de esta expedición, todo había sido un completo engaño.

Lo miré fijamente con el ceño fruncido. Sin palabras que decir, pues todavía me sentía mareado. Incluso la fuerza para interrogarlo había desaparecido.

Rhine, actuando como si nada hubiera pasado, inclinó la cabeza para mirarme, e incluso habló en un tono relajado: —Al fin despiertas. ¿Te sientes mejor, amigo?

—Genial —sonreí fríamente, solo escupiendo una palabra, queriendo secretamente golpear esa pervertida cara hipócrita unas cuantas veces. Sin embargo, cuando intenté levantar un brazo, me di cuenta de que este pensamiento no podía ponerse en práctica en absoluto.

Mis manos estaban atadas por separado a los bordes de la cama cual paciente psiquiátrico restringido, una venda de gasa envuelta alrededor de mis muslos y un par de calzoncillos en la parte inferior de mi cuerpo, la que también estaba separada y atada al pie de la cama.

Esta posición me hizo sentir incómodo y avergonzado al instante. Levanté los ojos para mirarlo con una mirada afilada. —Rhine, ¿para qué es esto?

Rhine pareció sorprendido al principio antes de soltar una risa tortuosa. —Dios mío, mi pequeño erudito, ¿crees que yo hice esto? Esto es lo que el doctor se vio obligado a hacer en el proceso porque estabas forcejeando violentamente cuando estabas en estado de comatoso, comportándote como si alguien estuviera intentando violarte.

—¡Qué patrañas estás hablando! —Me burlé con desaire en respuesta, sintiéndome un poco enojado por su descripción explícita, y estaba aún más incómodo por el pensamiento de la escena en el baño. Rhine dejó que sus ojos deambularan pensativamente sobre mi cuerpo antes de, al fin, detenerse en mis piernas desnudas, mostrando de inmediato una gran sonrisa lujuriosa—. Pero estos doctores han hecho un buen trabajo. Ahora eres como un platillo delicioso preparado deliberadamente para mí.

Cuando dijo esto, desvió lentamente la mirada desde mis piernas hasta el costado de mi cuerpo. Lo miré nerviosamente, y vi que había puesto una mano sobre mi muslo ileso. Su áspera y tosca palma tocó mi piel, causando sin impedimento alguno que se me pusiera la piel de gallina, así que forcejeé para liberar mis brazos atados mientras gritaba con voz ronca, —¡Maldito seas, no me toques!

Sin embargo, en esta situación, mis palabras no tienen ningún efecto disuasorio. Rhine solo silbó sin prestar atención, meditando mientras acariciaba el interior de mi muslo antes de deslizar lentamente su mano hacia la raíz de mi pierna para tocarla con osadía. —Desharow, tu piel es tan suave, igual que la de una mujer.

—¡Quita tu mano!

Me enfurecí tanto que casi podía saltar de la cama para darle una paliza. Los soportes de hierro que sostenían el armazón de la cama y donde estaban atadas mis manos y pies, produjeron un agudo crujido. No tenía dudas de que Rhine, este idiota infundado, haría cualquier cosa para aprovecharse de las dificultades de alguien. Bien podría haber sido un mercenario, arriesgando su vida por dinero. Como un calzado desgastado, se había desecho de cada naturaleza humana, moralidad, vida y muerte en sí mismo... ¿Por qué forzarse en alguien del mismo sexo sería distinto?

Como para confirmar mi amenazante intuición, sus repugnantes manos subieron unos centímetros, acercándose a la parte vital de mi cuerpo. Ludió ligera y suavemente antes de alcanzar la costura de la ropa interior, lo que me hizo temblar de miedo instantáneamente, incluso mi voz comenzó a tiritar, —¡No toques ahí!

Me quedé mirando a Rhine furiosamente, tratando de hacer una mirada feroz e intransigente, pero mis ojos se dirigieron hacia las manos de Rhine que todavía se encontraban situadas entre mis piernas separadas, tocando mi ropa interior. Irreprimiblemente, mis mejillas ardían de rojo debido a esta vergonzosa situación. Sé que mi cara ya debe estar ruborizada a estas alturas. Como hombre, sé que de ninguna manera esta respuesta lo disuadiría; por el contrario, despertaría el deseo de la otra persona a una mayor agresión.

Para ocultar mi tez rojiza, volteé la cabeza a un lado apresuradamente mientras intentaba deshacerme de las ataduras lo mejor que podía, moviendo constantemente mi muñeca. Durante ese mismo momento, sentí que [Rhine] bajaba la cabeza. Sus dedos se apoderaron de mi mandíbula, obligándome a enfrentarlo.

Rhine me miró a la cara con una mirada apreciativa, como si estuviera disfrutando y obteniendo placer de mis emociones. Abrí la boca y mordí su dedo con fuerza, incluso usando mis dientes caninos para triturar su hueso, y un sabor sangriento rebosó instantáneamente en mi boca. Rhine, como si no sintiera dolor alguno, me miró con calma durante un par de segundos antes de abrir la boca, —No puedo evitar desearte ahora. ¿Qué debería hacer? Solo mirar esta expresión tuya ya me puso duro, Desharow.

Después de decir eso, la tira que ataba una de mis muñecas fue rasgada por él. Así, mi cuerpo se volvió más móvil, pero al instante fui agarrado y levantado por la cintura. Se aprovechó de que yo estuviera suspendido en el aire para sentarse sobre la cama antes de colocarme sobre su regazo. Sentí de inmediato un objeto endurecido presionando firmemente mis nalgas, y antes de que pudiera pronunciar un solo sonido, mi boca fue instantáneamente cubierta con su gran palma.

Solo podía hacer ruidos vagos. Blandí mi brazo libre para evitar que me quitara la ropa interior mientras mis ojos se saturaban de un lloroso enrojecimiento. Fue entonces cuando sentí que sería más peligroso quedarse con Rhine que estar en una habitación con ese tritón. ¿Cómo pude ser tan tonto que no me di cuenta de su verdadero rostro antes?

—Desharow, ¿realmente quieres saber mi verdadera identidad y el verdadero propósito detrás de esta travesía marítima? —Rhine me susurró al oído, intentando separar a la fuerza mi mano que estaba asida fuertemente a los calzoncillos. Negué con la cabeza desesperadamente, tratando de demostrar que no tenía ningún interés en este asunto solo para que me dejara ir.

—Lo sabrás más adelante. Porque pronto tendrás la misma identidad que yo, pero solo después de que me haya follado este trasero tuyo, por supuesto.

Se escuchó una fuerte palmada de su parte golpeando mi trasero. Dejó salir una risa vulgar antes de frotarse impacientemente a través de sus pantalones desabrochados, ello seguido de su jadeo. Soltó la mano que me cubría la boca para desabrocharse el cinturón.

Mis labios se separaron instintivamente para pedir ayuda a gritos, pero la sílaba que pronuncié inconscientemente fue algo a lo que ni siquiera yo fui capaz de reaccionar con rapidez, —¡Agares! ¡Agar…!

Por el asombro, me ahogué con mi propia palabra. Rhine detuvo su movimiento, y también permaneció en silencio antes de alegrarse como si hubiera escuchado una gran broma hilarante. Presionó con fuerza su parte inferior del cuerpo contra mis nalgas, y dijo: —¿Le estás rogando a ese tritón que te salve? ¡Esa bestia ya yace en el depósito como un pez seco, muriendo!

¿El tritón se está muriendo?

Sentí que mi cabeza estaba siendo duramente golpeada por un bate de béisbol, que me hundía en una pila de nubes negras ante mis ojos. Incluso el impulso anterior de resistirme había desaparecido por completo, mis pensamientos ocupados por este repentino golpe devastador. Mi mano aflojó su agarre descuidadamente, permitiendo que Rhine bajara mis calzoncillos. Su hirviente órgano sexual punzaba mis nalgas desnudas mientras saltaba con inquietud. Podría invadir mi cuerpo en cualquier momento.

Cerré los ojos dolorosamente, mi corazón estaba en un estado de desesperación.

Toc, toc, toc.

En ese momento, se escuchó un repentino golpeteo en la puerta, y la voz de un hombre sonó: —¿Profesor Rhine? Escuché que alguien gritaba. ¿Eres tú?

—Doctor, necesito ayuda. ¡Me estoy muriendo!

Como si hubiera encontrado una última esperanza, grité una respuesta como si estuviera loco, y al mismo tiempo jalé con todas mis fuerzas el cinturón de esclavitud como si mi vida dependiera de ello. Mi cuerpo se movió precipitadamente contra el de Rhine, obligándolo a soltarme y ponerse de pie.

Liberé mi mano, y fui de inmediato a levantar mi ropa interior andrajosa y de aspecto lamentable. Observé a Rhine saliendo con una expresión que mostraba su determinación de ganar y conquistar, y dejando la puerta medio cerrada.

Lo escuché explicarle al doctor en la puerta en un idioma que no podía entender, pero claramente pude escuchar al doctor preguntando en un tono muy dudoso. Me sentí un poco aliviado, pues al menos se podía deducir que los doctores aquí no estaban asociados con Rhine. Parecía que Rhine no solo me ocultaba su identidad a mí, sino que también le estaba ocultando sus secretos a los demás.

Esperaba tener la oportunidad de moverme libremente, pero la hipótesis era que no podía permitir que pensaran que soy un paciente en un estado inestable. Tengo que mantener la calma.

—Necesito ayuda, doctor. —Cuando el doctor abrió la puerta para entrar, respiré hondo y dije en un tono muy tranquilo, esperando que entendiera español. Sin embargo, cuando pude ver su rostro con claridad, quedé pasmado porque era una persona que conocía, un predecesor en el campo de la biología digno de mi respeto.

¡Nunca pensé encontrármelo a miles de kilómetros de distancia!

En este momento, por el contrario, fue la otra persona que se acercó más y dijo con una sonrisa amable, —Ey~ ¿no es este el más destacado genio de la Academia Marítima de San Petersburgo, pequeño Wallace?

Esa oración me hizo regresar a los viejos tiempos en Moscú durante la fría noche de invierno donde estaría haciendo alocadamente mi investigación anual junto con un montón de apasionados estudiantes de biología. No pude evitar sentirme aturdido por los recuerdos, y solo cuando me dio unas palmaditas en el hombro me desperté de mi estado difuso. Sin embargo, todavía era incapaz de hablar apropiadamente. —¡Oh, Dios mío! Sénior Davis, eres tú. ¿Cómo es que estás aquí? Oh, cierto, perdona mi estupidez. —Me rasqué la cabeza—. En realidad, quería preguntar... ¿Qué es este lugar?

—Aún estás confundido, amigo —dijo Davis en un tono algo sorprendido mientras iba a desatarme de la atadura—. ¿No fuiste a Islandia solo para venir aquí? Esta es la Base de Investigación de Biología Marina de Darwin, financiada oficialmente por el gobierno ruso. Rhine dijo que tú y él fueron instruidos por el gobierno a que vinieran aquí. ¡Qué honor!

Seguido de eso, su interminable parloteo de alabanzas se convirtió en nada más que basura, sin embargo, mi mente comenzó a dudar de todo. ¿No se supone que esta travesía marítima es mi proyecto de graduación? Cuándo se convirtió en algo relacionado con el gobierno. ¡La mentira de Rhine es bastante y ridículamente grande, ah!

¿Quién demonios es él, al final?

—Santo cielo, no puedo creer que realmente hayan descubierto un tritón. ¡Este es uno de los milagros más increíbles de este siglo!

Mi corazón dio un salto al instante y fui a agarrarlo del brazo con entusiasmo, —¿Dónde está el tritón? ¿Está... muriendo?

—¡Eso es ridículo! —Davis se burló de mí.

—El tritón actualmente está viviendo bastante bien en el depósito artificial, es solo que está actuando un poco violento y ha rechazado cualquier comida que se le dé. La razón de esto aún es incierta —frunció el ceño—. Sospecho que podría deberse a que la bala anestésica de Rhine es demasiado excesiva, causando que el tritón esté en un estado de ansiedad...

—¡Llévame al depósito subterráneo! —interrumpí impacientemente—. Escucha, Davis, puedo comunicarme con el tritón. Puedo tratar de calmarlo, así que llévame allí de inmediato.