Capítulo 61

—¡Espera! —salté del susto y traté de detener a Rhine.

¡Sin embargo, el sonido del disparo demostró que ya se había disparado por detrás, golpeando el agua en un instante y salpicando gotas por doquier! Instantáneamente, la cola de pez de Agares esquivó con rapidez cual rayo, y al parecer el disparo no la alcanzó. Acometí apresuradamente hacia Rhine, azotándolo contra la puerta de la escotilla a sus espaldas sin ninguna advertencia. Luego comencé a empujar y pelear con él. Agarré el arma de Rhine con fuerza, forzando el cañón para que no pudiera apuntar directamente a Agares. La fuerza que estalló en mi cuerpo fue tan grande e increíble que incluso si Rhine me diera la vuelta y me empujara contra la puerta, no podría volver a recuperar el control de su arma.

—Desharow. —Por el rabillo del ojo, vislumbré la cola de Agares recorriendo unos metros, pero la distancia entre Agares y la escotilla era inalcanzable. Solo podía balancear esa arma mortal que quería matar a Rhine cerca del borde de la pared del depósito.

La tez cenicienta y disconforme de Rhine me encaró, los ojos casi saltando. —¿Dijiste que solo estabas hechizado? ¡Desharow! ¡Claramente, parece que en realidad eres adicto a él hasta el punto de que ni siquiera puedes liberarte! Te debe gustar, ¿verdad? ¡Entonces yo también puedo satisfacerte!

Mientras decía esto, inesperadamente usó la estructura de su arma de fuego para retener mi cuerpo y después diluviar besos en mi cuello como una fuerte tormenta. A estas alturas, ya estaba encolerizado y quería darle un buen puñetazo, pero, antes de que pudiera hacer mi movimiento, escuché un terrible golpe. Una sombra se estrelló contra la cabeza de Rhine. De repente, su fuerza se aflojó enormemente, lo que me permitió liberarme, y vi a Rhine caer tambaleante junto al umbral de la puerta de la escotilla, limpiándose la sangre que brotaba de su cabeza. A su lado, rodó un balde metálico haciendo ruidos de traqueteo: el mismo que Agares había usado para romper la cámara de seguridad antes.

Me agaché de inmediato para aprovechar la oportunidad y arrebatarle el arma. Sin embargo, su reacción fue mucho más rápida de lo que esperaba. Agarró firmemente el arma, usó la puerta de la sala para sostenerse y ponerse de pie después de un rodamiento completo en el suelo, ¡y luego le disparó directamente a Agares!

En ese momento, sin siquiera pensarlo dos veces, me lancé al agua por instinto. Entonces, al igual que la primera vez que me enfrenté a Rhine para defender Agares en ese barco de travesía inicial, me usé para bloquear Agares. A pesar de que mi constitución pequeña no era suficiente para ser un refugio de defensa adecuado en el cual depender, esto era lo único que podía hacer.

La cola de pez debajo de mí se retrajo como una sombra que te sigue en los días soleados, elevándome contra el pecho de Agares con su aleta caudal levantada al frente, protegiendo por completo mi corazón. Los labios de Agares se presionaron junto a mi cuello y, aunque mis oídos no lo escucharon decir nada, se escuchó una voz baja en mi cabeza, —¿Querías protegerme?

No pude evitar congelarme. No fue solo porque Agares de repente se comunicó conmigo a través de mi cabeza, ¡sino porque su tono sonaba como si estuviera sonriendo! ¿Qué diablos? ¡No entendía qué era tan divertido sobre mi acción para protegerlo, especialmente cuando estábamos enfrentando una crisis de vida o muerte en este momento! ¿Podría ser que todavía me consideraba el mismo niño de su abrazo hace más de diez años atrás?

—¡Maldita sea, cierra tu boca de pescado! —bajé la voz—. Rhine quiere atraparme. ¡A mí no me matará, pero definitivamente usará cualquier método inescrupuloso para matarte a ti!

—¡Te lo advierto, déjalo enseguida! ¡Desharow, ven a mi lado!

Rhine jadeaba fuertemente, el cañón de su arma tiritaba mientras nos apuntaba a los dos. Esto me hizo sentir muy intranquilo. Los pensamientos de este tipo eran realmente difíciles de entender. No estaba seguro de si realmente nos mataría a Agares y a mí, pues todavía no podía conquistarme. Pero ahora mismo, teniendo la necesidad instintiva de la autoprotección, el peso de Agares en mi corazón había prevalecido por completo.

Me apreté contra su pecho, sintiendo que su latido constante y poderoso enviaba sacudidas reconfortantes por mi columna. Una extraña e indescriptible emoción se apoderó de mi corazón, provocando que mi médula ósea se desbordara de coraje.

—No puede matarme. Soy el último monarca de escamas negras, soy inmortal. Desharow, a partir de ahora, ese tipo no podrá invadirte. Mi "campo magnético" te protegerá. Busca una manera de salir de aquí y encontrar a Nakamiya. Abrirá el portal a nuestro mundo.

El profundo murmullo en mi cerebro llovió como el sonido de una tormenta eléctrica, y la fuerza de la cola de Agares ceñida en mi cintura aumentó aún más. Sentí que el puente de su nariz se frotaba fervorosamente en mi nuca, su aliento acariciándome la piel como un suspiro cariñoso y profundo.

—Nos volveremos a encontrar. Sin importar en qué parte del mundo estés, siempre te encontraré.

Después de eso, mi cuerpo fue bajado y liberado. No sabía por qué, pero de repente recordé el mundo sirenio mortalmente silencioso que se parecía mucho a un enorme sepulcro marino. Una premonición extremadamente amenazante se levantó instantáneamente en mi corazón, haciendo que me inclinara subconscientemente y envolviera su cola en mi abrazo, levantando la cabeza para mirarlo como el niño que alguna vez fui en aquel entonces. Sin embargo, simplemente elevó la cola y me acercó suavemente a la pared del depósito artificial. Rhine me reprimió el brazo de inmediato y me arrastró a la puerta de la escotilla de la sala. Mi respiración estaba acelerada, mirando fijamente los ojos de Agares e ignorando mi visión borrosa causada por el agua chorreante proveniente de mi cabeza.

Quizás, estaba profundamente conectado con Agares, pero después de todo éramos de dos planetas totalmente diferentes. Además, quién sabía si dichos planetas estaban a decenas de miles de años luz de distancia, o incluso a varias galaxias. El destino es como nuestra Vía Láctea, vasta y torrentosa, donde Agares y yo no somos más que dos pequeñas esporas. Quizás nuestros lazos eran incluso más microscópicos y vulnerables que inclusive un solo mechón de cabello.

Sin embargo, sin importar cuán poderoso fuera Agares, siempre habrá momentos en los que ni siquiera él podrá rotar la desdicha, tal como no tiene forma de resucitar los cadáveres de su gente que dormirá para siempre en el fondo del ilimitado océano solitario. Yo, por otro lado, siempre haré todo lo posible para rescatarlo, pero en el futuro, realmente no sé hasta dónde podremos caminar juntos.

Bajé la cabeza y de repente sentí un dolor leve, pero sofocante, en todo mi corazón.

En ese momento, Sakarol, que finalmente llegó corriendo, le dio una bofetada a Rhine. —Suficiente, esto es una astracanada. Rhine, ¿dónde está tu autorregulación como personal militar? ¿Debería solicitar que el almirante Celt te saque de tu puesto, o quizás, incluso que te mate? ¡Te entreg a este ruso para que lo controlaras, no para que te volvieras loco por él!

—¡Entendido! —Rhine levantó su mano temblorosa y se presionó la frente sangrante. Con esta oportunidad, me liberé inmediatamente de sus manos. Rhine inclinó la cabeza hacia Sakarol, pero sus dos ojos seguían fijos en mí como un chacal exhausto que encuentra un callejón sin salida. Lentamente, articuló—. Por favor, disculpe mi impulso anterior, coronel Sakarol. ¿Qué debería hacer con él ahora?

—Enciérralo. —La expresión de Sakarol se suavizó un poco y agarró el arma de Rhine—. Y tienes prohibido volver a intentar matar a este tritón. El Dr. Bingye lo necesita vivo y capaz de hablar el idioma de su raza.

Las delgadas e irritantes cejas de Sakarol se levantaron, luego me observó. —La conquista de la población de una especie comienza con el lenguaje. Hablando de eso, tendremos que molestarte para que te comuniques con este tritón más a menudo, Desharow, nuestro pequeño erudito.

¡Ni lo pienses! Vociferé en mi cabeza, pero, en la superficie, solo mantuve una cara seria y tranquila. —¿Y mis amigos? Siempre que encuentres un doctor para tratarlos correctamente, entonces estoy dispuesto a cooperar contigo.

—Entonces, agradecemos tu cooperación. —La voz de un anciano llegó de repente desde la entrada de las escaleras. Habló español, pero su acento fue corto y peculiar, como un japonés. Además, sonaba familiar. ¡Espera! Este era...

En el segundo en que me di cuenta de a quién pertenecía la voz, la figura de un anciano tembloroso ya bajaba las escaleras, aclarándose frente a mis ojos.

De repente, me quedé estupefacto en mi lugar como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Conmocionado, miré el rostro no tan desconocido. Al igual que hace unos años, seguía usando ese kimono negro y, aunque su cabello era de un blanco pálido, su rostro no tenía arrugas. La textura de su piel se veía tan tersa como la de una jovencita, pero estirada en su faz como una hoja plana de papel blanco. Parecía como si se hubiera sometido a una excesiva cirugía de estiramiento facial, lo que hacía que su rostro se viera muy rígido y raro.

—Cuánto tiempo sin verte, Desharow. —Me habló en japonés mientras agitaba suavemente la mano.

—Sr. Shinichi... —murmuré con los ojos abiertos en demasía por la incredulidad. Me sentí extremadamente sorprendido al ver a un viejo amigo a quien vi morir frente a mí. Además, incluso había asistido a su funeral. Por lo tanto, que de repente apareciera frente a mí con esta apariencia y nueva identidad, me hizo darme cuenta de que una conspiración enorme y puntillosa debió haber estado en marcha durante muchos años, y conmigo como elemento clave, se desarrolló silenciosamente, una telaraña tejida de misterios que envolvía mi pasado y mi futuro.

—Por favor llámame Dr. Bingye. Me alegro de verte de nuevo, mi pequeño cebo ruso. —Los ojos túrbidos del Sr. Shinichi me miraban atentamente. Parecía querer sonreír, pero su rostro rígido apenas podía moverse, como una olita invisible sobre agua estancada.

Mi puño se apretó con fuerza y ​​mis uñas se clavaron en mi carne. Negué con la cabeza, totalmente incrédulo. —¿No murió? ¡Lo vi con mis propios ojos, su electrocardiograma se detuvo y también vi que lo colocaban en el ataúd!

Cuando dije eso, recordé la tormenta de esa tarde hace muchos años. Fue como volver a verla justo ante mí. Recordé que el cielo estaba encapotado ese día mientras acompañaba al Sr. Shinichi, escuchando sus experiencias de avistamientos de sirenios cuando era joven. Luego miró al mar por la ventana, tragando su último aliento. Más tarde, había seguido a sus familiares, amigos y monjes para vigilar su procesión fúnebre.

Aún recordaba que fue un funeral japonés tradicional con una etiqueta complicada. Como el Sr. Shinichi no tenía descendientes directos, yo, como su único alumno de intercambio, tuve que ayudar personalmente a que su alma partiera pacíficamente, cubriendo el ataúd y cargándolo según sus instrucciones hasta que finalmente fue enterrado 49 días después. ¡Así que solo Dios podía saber cuán terrorífica era esta escena frente a mí!

—Sí, Desharow, todo lo que viste fue cierto. —Se apoyó en su bastón y se acercó cojeando, paso a paso—. Realmente me morí, pero ahora he vuelto de entre los muertos. Mírame, cada día me hago más joven. Todo es gracias a los genes extraídos de nuestros sirenios. ¡Es un milagro!

En tanto decía eso, señaló uno de los muchos tanques de cristal a la derecha, los que estaban llenos de sirenios cautivos. Mi mirada giró para seguirlo y me sorprendí al ver que señalaba a un tritón joven de apariencia oriental. Los ojos negros del tritón observaban con fiereza al Sr. Shinichi, y en esas pupilas llorosas ardía la enemistad.

—¿Recuerdas la historia que te contó la anciana acerca de que un sirenio se llevó a su hijo durante un naufragio? —El Sr. Shinichi mencionó esto con un tono lastimero—. Bueno, regresó en busca de su madre, y con eso, pudimos obtener una brújula de sirenios natural y algunas muestras genéticas. ¡Esta fue básicamente la voluntad de Dios!

Mirando directamente a mi yo estupefacto, se detuvo, sus ojos ahora mostraban algo de derrota y frustración. —Es solo que esas muestras genéticas fueron demasiado inestables en mi cuerpo, por lo que necesitábamos una calidad de genes más fuerte e invasiva. Piénsalo, Desharow, juventud eterna, rápida regeneración de heridas, fuerza extraordinaria. Proveeremos la evolución de la humanidad y lograremos lo mejor de la "supervivencia del más apto". ¡Qué emocionante es esto! ¡Únetenos en nuestros planes y también serás un biólogo milagroso, incluso mejor que Wallace y Darwin!

¡¿Supervivencia del más apto?! ¡Qué retórica tan formidable! Este fue el mismo lema de esas legiones fascistas inhumanas durante la Segunda Guerra Mundial para llevar a cabo masacres brutales. Ahora, trataban de conquistar la población de los sirenios, fortalecer a sus soldados con sus genes y lograr su "supervivencia del más apto" desencadenando la Tercera Guerra Mundial.

Y jamás me enteré que desde el momento en que nací, porque llevaba los genes de Agares, me había convertido en la pieza de ajedrez más importante para los designios de estos nazis. Hace muchos años, la carta de invitación personal enviada por el Sr. Shinichi no fue simplemente una gran oportunidad para estudiar en el extranjero, ¡sino las manos de un demonio que me arrastraron a este torbellino abismal!

—Psicópata... ¡Están todos locos! —De la cabeza a los pies, se me puso la piel de gallina. Negué con la cabeza, tiritando y tambaleándome un par de pasos—. Tratar de cambiar la evolución de la naturaleza no dará ningún buen resultado. ¡Solo serán devorados por su propia codicia terrible! Recuerden el incidente en el bombardeo de Múnich, ustedes intentaron usar a sus soldados enfermos y heridos para lidiar con las fuerzas aliadas, ¡pero desafortunadamente, al final, los llevó a la ruina de toda su base interna! Ustedes nunca tendrán éxito, ya sea en el pasado o ahora en el presente.

Sakarol se rio. —¿Dónde hay éxito sin fracaso? No teníamos suficiente tiempo o muestras experimentales en ese entonces durante la Segunda Guerra Mundial, pero ahora... —abrió los brazos—. Mira a tu alrededor. Tenemos todas las condiciones adecuadas para el éxito y, no solo eso, tenemos un elemento esencial: tú.

Sakarol me miró fijamente, y entonces de repente levantó la mano para tocar mi mentón. Giré la cabeza con repulsión, pero Rhine me sujetó firmemente el brazo por detrás e incluso limitó rápidamente mi movimiento con las esposas. Un dedo pintado con esmalte morado me pellizcó el mentón. —Un hombre hermoso que nació para fascinar fuertemente a los sirenios. Tienes muchos secretitos, y poco a poco los iré descubriendo todos, así que es mejor que... cooperes obedientemente.

—¿"Elemento", dices? —bajé los párpados con frialdad, enderecé la espalda y luego miré a Sakarol con mi ventaja de altura. Siendo la mujer fuerte que era, lo más probable es que no le gustara que la miraran así, pero no me importaba una mierda. Además, escupí con indiferencia—. Entonces más te vale tratar mejor a mis amigos, de lo contrario, si me suicido, creo que tus planes ya no avanzarán tan bien.

Sakarol fingió aterrorizarse, sus labios rojo sangre incluso se ovalaron exageradamente. —¡Oh, en serio! Bajo el atento cuidado de nuestro capitán Rhine, ¿cómo podría permitirte que te suicidaras? —miró a mis espaldas, sus labios se curvaron un poco—. Toma, te permito que le hagas lo que quieras, Rhine. Entiendo que servir diligentemente en esta larga travesía marina ha sido algo agotador para ti. Es hora de recompensarte. Te permitiré que lo trates como mujer. ¿Sabes a lo que me refiero?

—¿Qué? ¡No! —grité. Empecé a forcejear con todas mis fuerzas para liberarme de las esposas y del agarre de Rhine. Sin embargo, sentí una descarga eléctrica cual aguja en mi cuello y perdí el conocimiento instantáneamente.