Capítulo 6

Regresé rápidamente de la sentina a mi camarote privado, y antes de que Rhine pudiera alcanzarme, metí todo debajo de la cama, me mudé la ropa empapada y corrí al baño.

De esta manera, cuando pregunte, podría decir que me estaba dando una ducha y que, por lo tanto, no lo escuché. Aunque esta excusa puede ser un poco improbable.

Escuché cualquier señal de actividad afuera con miedo y trepidación antes de abrir el grifo de la ducha. Con el agua caliente chorreando del maneral, me enjuagué rápidamente, pero sin importar qué, aún se me era difícil tranquilizarme.

Parecía que el extraño aroma del tritón residual en mi cuerpo era imposible de lavar, hacía que uno se mareara al olerlo. Además de eso, parecía haber una inimaginable consecuencia que me hizo apoyarme contra la pared y mirar hacia abajo.

La cosa entre mis piernas, no sé cuándo se había levantado. Además, también se puso muy dura.

Esto llegó en el momento equivocado.

Mientras fruncía el ceño impotente, estiré la mano y agarré la cosa inquieta que estaba abajo. Me incliné contra la pared, cambiándome a una posición cómoda antes de amasar y frotar de una manera suave y superficial.

Siempre he tenido la costumbre de abordar mis necesidades físicas en la ducha, lo cual es normal para un hombre de veinte años. Pero esta vez parecía que el deseo es mucho más intenso. Me sentía abrumado de placer con cada pequeño movimiento que hacía, incluso haciendo que mis muslos temblaran y se ablandaran. Mi garganta se desbordaba con gemidos humillantes, y solo mordiéndome los labios pude contenerme.

El creciente placer pronto me abrumó el cerebro. Levanté el cuello y dejé que el agua se vertiera sobre mi cara mientras mi conciencia parecía seguir el vapor ascendente hasta el aire y luego el mar. El agua azul oscuro se mostraba honda y superficial ante mí mientras me hundía cada vez más en las aguas profundas más allá del alcance de la luz.

Entonces, una silueta larga y delgada apareció detrás de mí desde los oscuros recovecos, separando el flujo de agua a medida que se me acercaba. Su contorno se aclaró cuando se aproximó a mí.

Después de eso, algo húmedo pareció envolverse alrededor de mis piernas, enrollándolas hasta juntarlas, con una voz profunda y grave hechizando mi oído.

—A... ga... res...

Agares... ¿De qué idioma prevenía esta cadena de símbolos fonéticos, y qué significa?

Parecía haberlo escuchado solo anoche. Me esforcé mucho por recordarlo, pero cada vez sentí que había una porción de memoria que no podía unirse. Ese sentimiento era muy extraño, como si alguien hubiera cortado deliberadamente una parte de una videocasete antes de volver a pegar el resto.

Aparentemente, el agua que salpicaba en mi frente solo hacía que mi desordenada mente estuviera aún más caótica. Solo la idea de perseguir mi placer hasta el punto máximo era clara. Obedecí mis instintos y comencé a frotar impacientemente unas cuantas veces. En medio de mi voz sonando incontroladamente en mi propio tímpano, llegué a mi clímax y eyaculé en mis manos.

Después de la eyaculación, siempre había un estado temporal de indistinción, pero me despabilé de una manera particularmente lenta. Después de un rato, todavía me sentía mareado y mis piernas estaban inestables.

Debe tener que ver con que no haya dormido en absoluto anoche.

Apagué el maneral y sacudí mi cabeza mojada antes de darme la vuelta para apoyarme verticalmente en la pared resbaladiza, tratando de desaturdirme con el frío. El agua residual chorreaba por mi cuello, siguiendo una línea hacia abajo con un ruido de tamborileo. Era una vista alarmante, como plantas acuáticas que me recordaban el cabello largo y abundante del tritón.

Tampoco pude evitar pensar en la sensación de ser observado por esas pupilas oscuras y bestiales, e inmediatamente se me puso la piel de gallina.

Hace solo unos minutos, tuve una fantasía sexual sobre ese tritón.

¡En realidad fui tan lejos como para tener un impulso sexual hacia una criatura inhumana!

Por el amor de Dios. ¿Te volviste loco haciendo toda esa investigación, Desharow?

Puse mi puño contra mis labios, abrí la boca y mordí con fuerza el dorso de mi mano, pero no fue suficiente, así que lo golpeé con fuerza contra la pared.

La sangre chorreó lentamente por mis dedos, pero el dolor sí me serenó mucho. Sin embargo, la sensación de vergüenza se hacía cada vez más fuerte. Mi mente incluso recordó mi imaginación hace un momento, enredado con la piel desnuda del tritón y su cola balanceándose entre las raíces de mis piernas como si estuviéramos teniendo...

Relaciones sexuales.

¡Cómo es que pensé en algo así!

Me dediqué a la investigación biológica y nunca tuve ninguna experiencia sexual. Pero desde mi propio conocimiento biológico, estaba al tanto de cómo los hombres podían tener sexo entre ellos. La estructura corporal de los sirenios era tan similar a la de los humanos que también haría que su comportamiento sexual fuera similar. Después de un momento de reflexión, me sentí muy avergonzado, e incluso mis orejas comenzaron a calentarse. No pude evitar alegrarme de que esto fuera solo una imaginación absurda, pues era imposible qué semejante cosa ocurriera en la realidad.

Debo estar muy cansado. Me palmeé la frente y me tranquilicé por dentro.

Tomé la toalla de baño a mi lado, y cuando la estaba envolviendo alrededor de la parte inferior de mi cuerpo, de repente escuché un clic detrás de mí. La puerta alguna vez cerrada con seguro de alguna manera se abrió repentinamente.

Mi corazón se alarmó cuando una voz familiar sonó detrás de mí, —Wallace, ¿por qué estás aquí?

La voz de Rhine estaba llena de un enojo irreprochable.

No puedo dejar que Rhine vea la sangre en mi mano. En tanto pensaba esto, me apoyé contra la pared igual que antes a fin de proyectar un comportamiento perezoso después de una ducha, mi cara vuelta hacia un lado. —Oye, ¿qué pasa, amigo? ¿Qué con la gran prisa tan temprano en la mañana?

En la niebla, vi la sombría cara de Rhine, la cual prácticamente lucía cenicienta. Sin embargo, pude sentir que sus ojos me raspaban la espalda cual cuchilla afilada, antes de detenerse en el borde de la toalla de baño envuelta alrededor de la parte inferior de mi cuerpo. No pude evitar sentir un estallido de apriete en mi columna vertebral, que una sensación amenazadora se elevaba desde el fondo de mi corazón.

¡Cómo odié no tener tiempo de traer mi bata de baño después enterarme de los pensamientos inapropiados que Rhine tenía por mí!

Me sentí extremadamente incómodo y ansioso. Comencé a abanicar mi cuello mientras me apresuraba hacia la puerta, tratando de evitarlo. —Oye, amigo, hace calor aquí. Si tienes algo que decir, ¿qué tal si salimos y hablamos?

Mientras lo persuadía, con zancadas raudas y grandes fui a agarrar la puerta del baño al lado de Rhine, pero aun así fue un paso más rápido que yo. Su cuerpo mucho más alto se giró y me bloqueó el camino antes de cerrar la puerta con un clic.

Mis ojos recorrieron su muñeca expuesta de venas azules hasta que se encontraron con los filosos y abrasadores ojos marrones. La amenaza que alguna vez dijo se me vino a la mente y retrocedí subconscientemente, agarrando la toalla de baño que estaba a punto de deslizarse.

—Rhine, yo...

Tragué saliva e intenté explicar algo, pero antes de que siquiera pudiera hablar una oración, con gran fuerza, mi cuerpo fue arrastrado unos pasos hacia adelante, el cuerpo de Rhine presionándome desde atrás y contra la puerta. Su duro pecho se presionó firmemente contra mi espalda y de inmediato sentí una presión abrumadora, dificultándome la respiración.

—¿Qué dije anoche, Desharow? ¿Hmm?

Su mano se deslizó por mi cintura para agarrar el borde de mi toalla de baño. No esperaba que de repente Rhine se volviera tan aterrador porque a menos que sucediera algo importante, siempre parecía amable e ingenioso, como un típico profesor y erudito, lo cual, de anoche hasta ahora, definitivamente era una personalidad diferente. Incluso sospeché que tenía un trastorno de personalidad disociativo.

En ese momento, tuve que admitir que estaba aterrado porque me tomó por sorpresa.

Realmente creía que su intimidación no era broma.

Mi espalda comenzó a sudar frío. —No sé de qué estás hablando. ¡Rhine, cálmate un poco!

Rhine soltó un resoplido, aunque la risotada me sonó horrible. —¿Lo olvidaste? Entonces, ¿te gustaría que use la fuerza para ayudarte a recordar? Te advertí que no te acercaras al tritón, esa criatura peligrosa, pero ¿a quién se le quedó la varilla fluorescente en el compartimento de agua al final?

Mi respiración de repente se apretó. Me enojé tanto con mi propia negligencia que sentí la necesidad de golpear una pared y suicidarme. Las objeciones eran inútiles, pero se me era difícil dar marcha atrás. —¡Tal vez, tal vez se cayó de la cubierta hoy, juro que no fui allá!

—No voy a creer tus promesas. Desharow, eres de la cabeza a los pies... un pequeño mentiroso. —Rhine de repente me llamó por mi nombre real de una manera tan tranquila que me cortó profundamente la espalda, haciendo que se entumeciera. La forma en que concluyó esto lo hizo parecer como si estuviera haciendo una identificación biológica factual.

Su brazo derecho se enrolló en ambos lados de mi cuerpo, confinándome firmemente alrededor de mis brazos, mientras que su otra mano agarró mi toalla de baño y tiró de lo único que cubría mi cuerpo.

Definitivamente estoy seguro de que Rhine hablaba en serio. ¡Nadie en este barco vendría a salvarme!

—¡Rhine, no actúes imprudentemente, soy tu alumno!

Solté un alarido y comencé a saltar y forcejear como un conejo, pero había tanta diferencia en la fuerza muscular que cada centímetro de mi movilidad se limitó a un grado insignificante, a excepción de mis nalgas desnudas que aún podían torcerse y girar. Pero preferiría no moverlas, pues eso no sirve para nada más que provocar a Rhine.

—Si estás de acuerdo, Desharow... me he estado conteniendo durante mucho tiempo —dijo Rhine en un tono semiamenazante y seminegociable.

Como un oficial de policía que arresta a un criminal, colocó mis manos detrás de mi espalda y estiró su mano para quitar el cabello en mi nuca. —Desde el día que me elegiste como tu mentor, me has gustado. Si me obedeces, puedo hacer que el gobierno financie tu proyecto de investigación de sirenios, y te volverás mundialmente famoso... e incluso te convertirás en un biólogo más espectacular que Wallace y Darwin.

Me quedé allí en silencio durante unos cuantos segundos después de escuchar esa oración. Pero no porque estuviese tentado, sino porque nunca había pensado que mi excelente mentor y compañero, una persona a la que había admirado, usaría explícitamente el soborno como cebo. Irónicamente, lo que quería a cambio era yo, su alumno, un cuerpo masculino.

He estado viviendo en un mundo de académicos, así que eso me hizo descuidar la realidad sucia y cruel.

—¿Aceptas, Desharow? —Rhine tocó mi pecho desnudo, su voz teñida de una sensación de éxito. Inclinó la cabeza y besó mi cuello antes de suspirar—. Hueles tan fragante hasta el punto en que ni siquiera podría soportar mancillarte.

Aparté la cabeza como si hubiera sido electrocutado. Una sensación de disgusto humillado me hizo montar en cólera, haciendo que forcejeara más fuerte. —¡Me niego! ¡Rhine, rechazo este trato sucio y me niego a seguir siendo tu alumno! ¡Preferiría dejar la academia! ¡Bastardo desvergonzado!

—Pero recién, ¿te di espacio para rechazar?

Rhine se echó a reír a carcajadas. Me agarró del brazo para darme la vuelta, envolviendo su enorme mano alrededor de mi nuca y cráneo, obligándome a levantar la cabeza para enfrentarlo. No evité mirarlo directamente. Apreté los dientes e hice que mi cara se viera más dura y firme para que entendiera plenamente que yo no era una persona débil.

A nivel de ética espiritual y moral, este tipo de comportamiento era suficiente para que ignorara su licenciatura. —Me niego. Rhine. No me hagas despreciarte.

Su sonrisa invasora y amenazante se desvaneció lentamente bajo mis ojos convincentes, dejando paciencia y moderación en su expresión. Sus cejas se crisparon cuando se inclinó hacia mi oído para susurrar, —Desharow, eres demasiado puro y sencillo. Algún día, la clase de integridad en la que piensas se derrumbará ante la crueldad de la realidad y te someterás ante mí. En cuanto a mí, estaré esperando ese día. Esta adorable mirada tuya prácticamente me hizo enamorarme de ti...

Rhine giró la cara como para besarme los labios.

Lancé mi cabeza a un lado para esquivarlo, pero empleé accidentalmente demasiada fuerza e hice que mi cabeza se estrellara contra el panel de la puerta detrás de mí. Mi cabeza explotó de dolor poco después, dejándome mareado. Justo en ese momento, el piso bajo mis pies comenzó a temblar violentamente. Una extraña sensación de dejá vú flotó en el aire, e inesperadamente, el baño se volvió completamente negro.

No pude ver nada con claridad, pero sí sentí que el peso del Rhine salía de mi cuerpo tan repentinamente como si hubiera sido alejado por la fuerza. Inmediatamente después de eso, soltó un gemido sofocado en la oscuridad, como si algo lo hubiera asustado.

—¡Tormenta! ¡Tormenta!

Desde afuera llegaron los lejanos gritos de los marineros. No pudo importarme menos lo que estaba sucediendo, y con rapidez, abrí de golpe la puerta del baño. Era demasiado tarde para siquiera recoger la toalla de baño, simplemente salí corriendo a trasero desnudo a mi camarote antes de cerrar la puerta con seguro detrás de mí.

Afuera de la ventana, el viento y la lluvia comenzaron a acelerar; la repentina tormenta que surgió hacía que todo el barco se sacudiera violentamente. El cristal pronto se cubrió de líneas de lluvia jaspeadas, y nada se podía ver con claridad.

Me senté en la cama y escogí algo de ropa limpia para ponerme. Sin embargo, justo cuando me estaba poniendo el abrigo, de repente vi una sombra oscura pasando velozmente a través de la lluvia y la niebla fuera de la ventana. Pasó tan rápido que pensé que probablemente era algo en el barco que había sido volado por el viento. Me puse la ropa con rapidez en menos de unos pocos segundos, y solo en esos pocos segundos, me di cuenta de que hubo un extraño cambio de escena en la ventana.

Un borroso delineado estaba impreso en el agua condensada de la ventana.

Las huellas digitales de una persona, pero las estrechas hendiduras entre cada dedo estaban conectadas entre sí.

Eran las garras palmeadas de un tritón.