7 peligros adictivos de las redes sociales
Fernando Alexis Jiménez
Cuando reconocemos esta adicción progresiva a las redes sociales, el paso a seguir es entregar esa situación en manos de Dios. Por Su infinita gracia, sin duda, no solamente obtendremos ayuda, sino la libertad total.
La utilización de redes sociales en el mundo rompe todos los pronósticos. Tras el impulso durante la pandemia y la evolución de las plataformas, los hábitos de consumo de Internet siguen afianzándose y alcanzan cada vez a un mayor número de nuevos usuarios.
Esta es una de las principales conclusiones del Digital Report 2024, la última edición del estudio anual realizado por We Are Social, que supone una de las referencias imprescindibles a la hora de analizar la realidad del sector digital en áreas como el comercio electrónico, las aplicaciones o las redes sociales.
El informe señala que el número de usuarios de internet en el mundo alcanzó los 5.350 millones de personas, lo que representa al 66,2% de la población mundial. El número de internautas se incrementó en 97 millones de personas, un 1,8% respecto de 2023.
Noelia Fraguela, autora y especialista en temas tecnológicos, advierte:
«Durante estos años el tiempo y uso que damos a internet ha evolucionado: en 2013 el promedio de tiempo que los internautas utilizaban para navegar en la red de redes era de 6 horas y 09 minutos, un tiempo que ha ido incrementándose gradualmente presentando un gran salto en 2020 con un incremento del 4,2% (6 horas y 58 minutos). Sin embargo, este tiempo se redujo en 2022 en un 5,1% con respecto al año anterior.»
Así las cosas, es evidente la razón por la cual decenas de familias se encuentran fracturadas: padres e hijos, cada quien, por su parte, está atento a la pantalla de un teléfono celular y, en el mejor de las casos, de un computador portátil o una tableta electrónica.
LOS NUEVOS ÍDOLOS
Las redes sociales se han convertido en el nuevo altar de la idolatría y, sus millones de seguidores en el mundo entero, en los adoradores la mayor parte del tiempo, dejando de lado a Dios.
Recordemos que, en la Biblia, la idolatría se presenta como un tema central y recurrente, condenada como un pecado grave que ofende profundamente al Creador. Se define como la adoración o veneración a cualquier cosa o ser creado, colocándolo en el lugar que solo le corresponde al Padre celestial.
Ahora nos encontramos ante una nueva realidad, que además de tomar fuerza, genera mayor distanciamiento entre los componentes de la familia, las relaciones interpersonales y, por supuesto, en detrimento de nuestra intimidad con el Señor.
Hemos trasgredido una advertencia que elevó el profeta Moisés en el monte Sinaí: No tener otros dioses delante del Dios verdadero y tampoco hacerse imágenes de lo que hay en todo el universo, incluida la tierra (Cf. Éxodo 20: 3-5; Deuteronomio 4:15-28; 7:25-26; 12:30-32)
Quizá me preguntará: ¿Acaso no estamos en la dispensación de la Gracia? Por supuesto que sí. Pero el haber sido rescatados por el Padre, en virtud de su gracia que materializó Jesucristo en la cruz al perdonar nuestros pecados, no nos exime de tenerle en el primer lugar.
No obstante, la batalla constante con la adicción a las redes sociales, pareciera estar ganando la partida.
EL DILEMA DE LAS REDES
El 9 de septiembre del 2020 se estrenó el documental “El dilema de las redes” que desenmascaró lo que hay detrás de las plataformas, cada vez más populares. Fue dirigida por Jeff Orlowski y escrita por Davis Coombe y Vickie Curtis.
Los cuatro elementos alrededor de los cuales gira esta investigación, se sintetizan así:
1.- El carácter adictivo de las redes sociales, desde el mismo momento en que se concibieron. Se utilizan técnicas de psicología para mantener enganchados a los usuarios. Se utilizan algoritmos que muestran contenidos de interés, de manera constante.
2.- El impacto negativo en la salud mental que las redes sociales ejercen en los usuarios. El uso excesivo está asociado con la ansiedad, la depresión, la baja autoestima y la soledad.
3.- El peligro de la información equivocada que difunden las redes sociales. Las plataformas se han convertido en caldo de cultivo para la desinformación, lo que ha llevado a una mayor polarización política y social.
4.- La utilización de las redes sociales para robarnos la privacidad. Las empresas tecnológicas recopilan una gran cantidad de datos de los usuarios, que luego se pueden utilizar para orientar publicidad y ejercer manipulación.
Tristan Harris, quien por mucho tiempo estuvo vinculado a Google, anotó con preocupación:
“Desde la plataforma se manipula constantemente y de manera deliberada a los consumidores de sus contenidos, con el fin de manipular su mente, sus hábitos y su comportamiento. Para captar nuestra atención, los gigantes de Silicon Valley nos han convertido en adictos. Lo han hecho a sabiendas y desde el principio porque sus ingresos publicitarios dependen de ello. Y les ha ido fenomenal. Se han hecho inmensamente ricos. Y encima argumentan que lo han hecho por nuestro bien.”
Uno de los hechos sorprendentes es que las estrellas de Silicon Valley no permiten que sus hijos utilicen dispositivos electrónicos, hasta una edad de 14 años, aun cuanto los especialistas sostienen que lo ideal es que fuera a los 16 años.
LOS PELIGROS DE LAS REDES SOCIALES
La autora y psiquiatra española, Marían Rojas Estapé en su más reciente libro «Recupera tu mente, reconquista tu vida» realiza un cuidadoso análisis de los peligros que encierran las redes sociales en todas las etapas del desarrollo humano: niñez, adolescencia, juventud y edad adulta.
La profesional menciona al menos 7 peligros sobre los que deberíamos tomar nota:
1.- Se llega a invertir entre tres y cinco horas consultando el correo electrónico y las redes.
2.- Se torna en una adicción progresiva que afecta la capacidad de concentración.
3.- Se destina valioso tiempo a consultar información que no resulta relevante, pero que afecta los estados de ánimo del usuario.
4.- Las plataformas difunden contenidos que elevan los niveles de estrés y ansiedad.
5.- Las redes sociales se presentan como la vía de escape de mayor utilización para alejarnos de la realidad.
6.- Los contenidos que se difunden ejercen una influencia negativa en la autoestima.
7.- La exposición permanente a las redes sociales afecta los niveles de sueño.
Lo más preocupante hoy día, es que el 95% de los adolescentes en la mayoría de los países, tienen acceso a la tecnología.
EL SCROLL INFINITO, DETONANTE DE LA ADICCIÓN
Ahora bien, ¿cuál es el detonante de la adicción a las redes? El scroll infinito. ¿De qué se trata? Es también conocido como desplazamiento continuo, una técnica de diseño web que permite a los usuarios ver contenido adicional a medida que se desplazan hacia abajo de la página.
En lugar de tener que hacer clic en botones para ver nuevas páginas de contenido, el scroll infinito carga automáticamente más contenido en la parte inferior de la página a medida que el usuario se acerca al final.
Hay quienes consideran que ofrece ventajas. Le animamos a mirar las desventajas, resumidas en al menos tres elementos:
1.- Sobrecarga de información, El scroll infinito puede abrumar a los usuarios con un flujo constante de contenido, lo que puede provocar sentimientos de estrés, ansiedad y fatiga.
2.- Dificultad para encontrar contenido específico. Puede ser difícil para los usuarios encontrar contenido específico en un sitio web que utiliza scroll infinito, ya que no hay páginas numeradas tradicionales.
3.- Genera problemas de rendimiento. El scroll infinito puede ralentizar el tiempo de carga de la página, especialmente si se trata de contenido multimedia pesado.
Es evidente que la tecnología ayuda y mucho, sin embargo, debemos hacer un alto en el camino y evaluar si hemos caído en la adicción.
ESCAPE DE LA IDOLATRÍA MODERNA
Cuando vamos a las Escrituras, encontramos que hay cuatro factores sobresalientes de la idolatría:
Amor a las riquezas: «Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males» (1 Timoteo 6:10).
Fama y poder: Buscar la gloria personal por encima de la honra a Dios.
Ideologías: Adherirse a ideas o sistemas de pensamiento que se oponen a las enseñanzas divinas.
Placeres mundanos: Priorizar los deseos carnales por encima de la voluntad de Dios.
Las consecuencias negativas, son entre otras, el distanciamiento de Dios, la destrucción espiritual, vacíos internos, esclavitud espiritual y una vida sin propósito. Por último, puede generar en nuestra existencia una concepción permanente de negatividad.
LIBERTAD AL AMPARO DE LA GRACIA
Nuestro amado Salvador Jesucristo compartió un principio que toma especial significado en nuestro tiempo:
«—Si se mantienen fieles a mis palabras, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.» (Juan 8: 31, 32 | NVI)
Cuando reconocemos esta adicción progresiva a las redes sociales, el paso a seguir es entregar esa situación en manos de Dios. Por Su infinita gracia, sin duda, no solamente obtendremos ayuda, sino la libertad total.
Él nos acompañará en el paso a paso que debemos seguir, permitiendo que tengamos discernimiento espiritual alrededor de los peligros que puede tener una mala utilización y la exposición excesiva a las redes sociales.
Conforme caminemos de Su mano, en intimidad que se afianza con la oración, sin duda podremos vencer. La victoria es nuestra.
ES HORA DE VOLVER LA MIRADA A DIOS
Nuestra vida puede experimentar un cambio definitivo. ¿De qué manera? Con dos elementos fundamentales: cambio y crecimiento, que se evidencia en nuestra relación con Dios, con la familia y con las personas que nos rodean.
Es posible por la gracia divina. Jesús murió en la cruz para traer perdón de nuestros pecados y plena libertad. Hoy es el día oportuno para apropiarnos de Su gracia. Reciba a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador.
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