La historia

NM fue una publicación electrónica independiente de distribución gratuita, dedicada a la divulgación de la literatura hispanoamericana de terror, fantasía y ciencia ficción, que se editó desde el 21 de junio de 2006 hasta el 1º de mayo de 2016.

Continuadora del fanzine Nuevomundo, sólo incluía material redactado originariamente en español.

En setiembre de 1983, Daniel Mario Arturo Croci (1951-2004) fundó el fanzine argentino Nuevomundo, dedicado a la promoción de la obra de escritores hispanohablantes de ciencia ficción y fantasía.

Daniel Croci / Daniel Barbieri

Por los 16 números que integraron esa publicación —hasta su desaparición en 1991— desfilaron autores de amplia trayectoria, como José Altamirano, Daniel Barbieri (seudónimo del propio Daniel Croci), Eduardo Carletti, Tarik Carson, Fernando J. Cots, Marcelo Dos Santos, Sergio Gaut vel Hartman y José Manuel López, entre muchos otros.

Algunos de ellos tuvieron su debut en la revista y varios de los cuentos y novelas publicados en ella fueron merecedores de diversos premios.

Santiago Oviedo

En mayo de 2006, Santiago Enrique Oviedo, último director de Nuevomundo, decidió retornar al viejo espíritu de la revista y en junio apareció el primer número de NM, como principal proyecto de Ediciones Turas Mór, integrante de e-ditores, aprovechando las ventajas de Internet y conservando las características de la edición tradicional.

Pensada inicialmente como semestral, a partir del nº 3 se convirtió en trimestral, con el compromiso de seguir buscando nuevos artistas. El objetivo era incluir creadores que no sólo representaran la producción de los distintos países hispanohablantes, sino también de las distintas regiones o provincias de cada uno de esos Estados, en busca de un federalismo tanto interno como externo.

En el nº 4, Bárbara Din reelaboró el isologo original y pasó a ser responsable del arte de tapa hasta 2014. Esta joven y talentosa artista plástica, apasionada por los fractales, artesana, diseñadora de interiores y aficionada a la fotografía, colaboró valiosamente con la revista sin descuidar sus propias actividades. Su aporte es la muestra más visible de la ayuda que muchos otros le prestaban de modo anónimo al proyecto, ya sea por la difusión del medio, por acercar a potenciales nuevos colaboradores o en centenares de maneras distintas. Junto con los lectores, todos ellos son merecedores del mayor reconocimiento.

Bárbara Din

Gracias al correo electrónico y a la comunicación en línea, NM pudo mantener un fluido contacto con los colaboradores (cosa antes impensable por los medios tradicionales) y su presencia en la Red le permitió llegar a lectores que antes se veían sujetos a las vicisitudes de los envíos por correo de un ejemplar impreso. Desde el punto de vista técnico, páginas en redes sociales como Facebook o Google+, las ciberbitácoras y las listas de correo permiten interactuar con los lectores más allá del espacio que brindan las páginas de cada número de una publicación en soporte papel.

Cristina Chiesa

A partir de 2013, el desarrollo del proyecto se vio enriquecido por la colaboración, en el área de corrección de los contenidos, de Cristina Chiesa, quien publicó su primer cuento en Axxón, para luego aparecer varias veces en esta revista en los roles de escritora y articulista.

La revista puede ser leída en línea o se la puede descargar para imprimirla, en un documento PDF que presenta la imposición convencional de los pliegos. Sigue siendo de libre distribución, pues su fin es la máxima difusión del fantástico panhispánico.

Por otro lado, el músico oriental Gabriel Pereira Spurr puso gentilmente sus obras (tanto como solista como con sus bandas) a disposición de la revista, por lo que en los créditos de cada número figura un enlace que permite acceder a un tema musical que se puede escuchar en línea, ampliando las características multimedia de la publicación y permitiendo que siguiera expresando su federalismo panhispánico.

Gabriel Pereira Spurr

Con respecto a los derechos del material publicado en NM, ellos quedan en poder de sus autores, y es por eso que tanto en la versión en línea como en el documento PDF no se permite la copia del texto al portapapeles. Esos autores también son acreedores de una mención especial, por su participación desinteresada, pues todas las colaboraciones fueron ad honórem.

Luego de diez años de rigurosa puntualidad en la publicación, nuevos proyectos personales llevaron a decidir el cierre de la revista, con la satisfacción de haber conservado —e incluso superado— un nivel de calidad a lo largo de ese tiempo.

Queda en este sitio el testimonio vivo de cada uno de los creadores que pasaron por sus páginas, con el eterno agradecimiento tanto a ellos como todos los lectores que siempre acompañaron a NM.