RECREACIÓN

Todos los mamíferos jóvenes, entre ellos las personas y los perros, necesitan el juego para desarrollar su inteligencia y su capacidad de relación social. A continuación se proponen cinco juegos caseros para que los cachorros desarrollen sus capacidades y crezcan sanos.

1. El escondite con el cachorro para aprender a buscar

Para practicar el juego del escondite, además del perro, se necesitan otros dos participantes. La dinámica de esta actividad fomenta el desarrollo del oído, el olfato y la concentración del animal.

Una persona se esconde y otra se queda junto al perro y le marca de manera verbal las pautas que debe seguir: "busca a?", "encuéntrale", "¿dónde está?".

La persona escondida puede llamar al cachorro por su nombre para que acuda a buscarle y, cuando el can le encuentre, le felicitará y premiará con su juguete preferido.

Este juego es apto para toda la familia, aunque los niños y el cachorro serán quienes más se divertirán al practicarlo.

Con el juego del escondite se potencia la capacidad de búsqueda del perro a través del olfato, así como su obediencia a órdenes sencillas, tales como "busca".

"Los perros caseros tienden a utilizar poco el olfato y más la vista, por lo que el juego del escondite les estimula para usar su nariz".

2. El juego del trilero para potenciar la concentración del perro

El juego del trilero consiste en esconder comida debajo de un cubilete, que se coloca junto a otros dos cubiletes vacíos. De esta manera, a través de su olfato y su capacidad de observación, el perro debe averiguar en qué lugar se encuentra el premio comestible.

Este juego permite al cachorro de perro divertirse con su dueño mientras aprende a utilizar su olfato, desarrollar su atención y obedecer algunas pautas.

3. Buscar comida para estimular el olfato del cachorro

Este juego es una sencilla actividad que potencia la capacidad olfativa del can y su concentración. Consiste en esconder varios trozos de comida en diversos lugares de la casa debajo de objetos, como un cubilete de plástico, de manera que el perro lo pueda levantar con el hocico y obtener su premio.

4. Enseñar a dar la pata para favorecer la obediencia del perro

Enseñar al perro a dar la pata, a sentarse o tumbarse son juegos que ayudan a educar al can.

Estos juegos deben acompañarse de premios y felicitaciones verbales, que ayuden a estrechar los lazos emocionales entre dueño y perro.

Los juegos entre dueño y cachorro estrechan la relación entre ambos, pero no conviene saturar al perro

Cuando el can aprende a sentarse o a dar la pata si lo ordena el dueño, desarrolla su capacidad de auto control. Esto resulta muy útil frente a situaciones como la presencia de una perra en celo, cuando se ordena al perro que permanezca quieto.

5- Juegos mudos para desarrollar la atención del cachorro

Esta actividad consiste en pasear con el perro sujeto con la correa, de forma que cuando el dueño frene la marcha, el cachorro también deba parar, sin que le dé ninguna indicación verbal.

Los pies del dueño deben indicar al perro cuándo debe caminar o parar. De esta manera, además de la atención, se desarrolla la coordinación con su dueño durante el paseo.

6. Jugar en la puerta de casa para prevenir la ansiedad del perro

La angustia del perro por la ausencia de sus dueños es un problema habitual entre los canes urbanos. Esta puede derivar en destrozos de mobiliario, e incluso, en síntomas físicos, como diarrea o vómitos.

Una manera de prevenir esta situación es jugar en la entrada de la vivienda. El juego consiste en abrir la puerta de casa y dar al cachorro la orden de "atrás" y "quieto" mientras que el dueño sale y cierra la puerta unas siete veces seguidas.

El objetivo de este ejercicio es lograr que el perro permanezca tranquilo cuando su dueño sale de casa, además de conseguir que el cachorro desarrolle su auto control. En caso de que el can lleve a cabo el ejercicio de manera correcta, se le debe premiar con felicitaciones verbales y con un poco de comida que le guste de manera especial.

No obstante, puesto que el perro acumula tensión, es recomendable terminar con un juego con la pelota. De esta manera, el cachorro podrá saltar y correr para desahogarse.