En esta imagen vemos cómo actúa una zanja de infiltración: Por una parte se acumula el agua de lluvia que llega por escurrimiento superficial y luego se espera ésta sea infiltrada en el suelo. Por otra parte, a zanja recibe los sedimentos que son transportados junto con el agua lluvia. Con esto, se logra minimizar el proceso de erosión laminar
Como una tecnología innovadora, las zanjas de infiltración en el piloto de restauración, han sido cubiertas con una alfombra de fibra de coco. Esta alfombra evita que la gota de lluvia, al impactar el montículo de tierra, disperse las partículas de suelo.
Esta imagen quiere mostrar el suelo desnudo, antes de la implementación del piloto de restauración. Sin vegetación, los procesos de erosión en esta zona son extremadamente adversos, causando la pérdida de suelo y degradación continua del ya degradado ecosistema.
Las zanjas de infiltración son excavaciones que se realizan en el terreno en forma de canales de sección rectangular o trapezoidal, que se construyen a curvas de nivel para detener la escorrentía de las lluvias y almacenar agua para los pastos y cultivos instalados debajo de las zanjas.