Sostenibilidad Interna

Autor: Nastco

Consumo Responsable

Razones para esforzarse en el ahorro de recursos

Tenemos la suerte de vivir en un país donde no hay escasez de recursos. Podemos contar con la energía eléctrica y el agua para satisfacer nuestras necesidades diarias. Sin embargo, esto no es motivo para utilizar los recursos energéticos que tenemos a nuestro alcance de forma indiscriminada. Así, dos poderosas razones que nos pueden convencer de que debemos ser respetuoso con nuestro consumo de electricidad, agua y comida son:

Razones medioambientales: la energía, el agua potable y los alimentos son un bien limitado. Para producir electricidad y alimentos, el planeta requiere gastar recursos. Por tanto, cuanto más inteligentes seamos al gastarlo, mayor favor estaremos haciendo tanto al medioambiente como a nosotros mismos.

Razones económicas: según los datos de la agencia estadística europea Eurostat, los españoles pagamos el recibo de la luz más caro de la UE. Además, la agencia constata que nuestra factura ha subido casi un 70% de 2006 a 2011.

Autor: Rozelt

¿Cuántos recursos puedes ahorrar en casa?

Es posible ahorrar en recursos energéticos sin renunciar a vivir en un hogar cómodo, solo revisando algunos comportamientos que puedes mejorar con poco esfuerzo. Lo que ocurre es que muchas veces no somos conscientes de lo que derrochamos porque los malos hábitos están muy arraigados en nosotros. Para empezar, puedes ver el reparto del consumo doméstico en este gráfico elaborado por la CECU (Confederación Española de Consumidores y Usuarios).

Autor: OXFAM Intermón

Consejos para ahorrar recursos en casa

Cocina

Evita utilizar programas de secado de la lavadora: la ropa te durará más y gastarás menos electricidad. Por otro lado, utiliza programas de lavado acordes con tus necesidades. Generalmente la ropa (excepto la de los más pequeños) no suele tener manchas y por ello puedes usar programas más cortos y obtener los mismos resultados de lavado.

No cocines de más: terminarás almacenando los alimentos en la nevera donde los olvidarás hasta que se pudran.

Almacena las frutas y verduras por separado: las frutas liberan etileno, lo que hace que las verduras se descompongan más fácilmente. Guarda la carne y el pescado en la zona más fría de tu nevera (la que está más cerca del congelador) o congélala si no la vas a consumir pronto. Planifica tus comidas, de manera que puedas evitar comprar de más. Si tienes sobras, aprovéchalas como parte de la receta de tu siguiente comida, haz batidos o cremas con las frutas y verduras demasiado maduras.

Ponte al día con las conservas: un ceviche te puede salvar el pescado que no te apetece comer esta noche, el aceite evitará que el queso que acabas de empezar se ponga rancio o una mermelada de tomate te ayudará con ese kilo que has comprado de más.

No introduzcas alimentos calientes en la nevera, porque estás haciendo que tenga que trabajar más para enfriarlos.

! Si tienes sobras aprovéchalas como parte de de la receta de tu siguiente comida !

Autor: Fuse

Salón

Burletes en la puerta de entrada y en los marcos de las ventanas: las rendijas que quedan en la parte inferior de las puertas o alrededor de las ventanas son lugares por donde normalmente se escapa el calor de la casa. Colocar burletes, que son unas tiras autoadhesivas de caucho o silicona es una medida barata y eficaz. Puedes comprarlos en la ferretería o en las tiendas de bricolaje.

Regula la temperatura de la calefacción y el aire acondicionado de forma adecuada. Ahorrarás energía si la temperatura de tu casa se sitúa alrededor 24 o 26 grados en verano o entre los 19 y 21 en invierno. Además, existen reguladores de temperatura de radiadores que regulan la temperatura de forma individual en cada radiador. Así tienes un termostato en cada habitación.


Utiliza bombillas de bajo consumo: pasamos mucho tiempo en el salón de casa. Las bombillas de tipo LED ayudan a ahorrar en consumo eléctrico y tienen una vida útil mayor que las incandescentes. Frente a una bombilla normal que consume 60w, la LED consume 10w. Esto produce un ahorro de hasta 27 euros al año. Además, tu bombilla incandescente durará hasta 1.000 horas, mientras que la LED durará hasta 40.000.

Prueba otros medios para calentar tu hogar de forma alternativa, como esta calefacción hecha con macetas y velas.

Utiliza luces de ambiente, como lámparas pequeñas, cuando estés viendo la tele o leyendo. En esos momentos no necesitas tener todo el salón iluminado.

EL CONFICENCIAL - Rocío P. Benavente

Baño

Acostúmbrate a desconectar los aparatos que no utilices: solemos dejar enchufado el secador o el cepillo de dientes eléctrico todo el día. Si no los desenchufamos del todo, siguen consumiendo energía aunque no los estemos utilizando. Puedes también utilizar eliminadores de standby, que son regletas que hacen que los aparatos se apaguen directamente y no se queden encendidos sin funcionar. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía con ellos puedes ahorrar hasta un 10% en tu factura de electricidad.

Regula la temperatura de tu caldera de agua caliente: con 40 grados centígrados es más que suficiente para ducharte y fregar los platos. Así evitas que se caliente demasiado y tener que enfriarla abriendo el agua fría.

Vigila los grifos mal cerrados: esos que siempre dejan caer la “gotita” cuando ya has terminado de utilizar el agua. Aprovecha para cambiar tus grifos de la casa por otros de tipo “perlizadores” si no los tienes ya, que mezclan aire y agua ahorrando entre el 30 y el 60% de lo que consumes en agua.

Reduce la capacidad de tu cisterna, introduciendo una botella de plástico en ella. Sobre todo si es antigua y no dispone de limitador de descarga. Ahorrarás tanta agua como el volumen de la botella que introduzcas. Es decir, si tu cisterna tiene aproximadamente una capacidad de 6 litros y metes en ella una botella de 2 litros, estarás ahorrando esta cantidad de agua cada vez que tiras de la cadena. Si multiplicas por cuántas veces utilizáis el baño al día en casa y eso por todos los días que tiene el año, te salen un montón de litros.

Regula la temperatura de tu caldera de agua caliente: con 40 grados centígrados es más que suficiente para ducharte y fregar los platos.

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Habitación

Aprovecha al máximo la luz del día: abre las persianas durante el día. Así mientras estás trabajando tu casa se calentará de forma natural. Bájalas al atardecer para conservar el calor recogido.

Intenta no obstruir la salida de calor de los radiadores con objetos como muebles o tendiendo la ropa en ellos. Haces que el calor no se reparta bien por la casa y necesites más tiempo para calentarla.

Si tienes habitaciones en casa que no utilizas habitualmente, cierra la calefacción en ellas. Así evitas gastar energía para calentar estancias innecesariamente.

Utiliza alfombras en invierno, te ayudarán a aislar la casa del frío. También si vistes las paredes con cuadros o tapices

Carga tus dispositivos con la energía que liberas al correr: hoy en día la tecnología supera nuestra imaginación. Prueba de ello son empresas como nPower, que ha inventado un dispositivo que te permite acumular la energía que liberas al moverte y cargar con ella tus dispositivos móviles, cámaras de fotos, gps o mp3.

Buenas prácticas en centros educativos

Uso de papel reciclado

¿Cuánto papel utilizamos a lo largo de un año?

La Asociación de Reciclaje de Papel de Sudáfrica (PRASA) estima que, aproximadamente, una persona utiliza 500.760 hojas de papel en un año, lo que se traduce en 59 árboles talados (https://mundoreciclaje.com).

Además, según la Guía para el consumo responsable de productos forestales de Greenpeace España (Greenpeace, 2004), la industria papelera ocupa el quinto lugar del sector industrial en consumo mundial de energía y la primera respecto al consumo de agua. Asimismo, la fabricación de papel constituye una gran fuente de gases de efecto invernadero y contaminación de agua durante el proceso.

Deforestación, un gran problema medioambiental

Sumado a todo lo anterior, uno de los mayores problemas medioambientales que esto causa es la deforestación, una actividad humana que conlleva un proceso de destrucción indiscriminada de los árboles, bosques y recursos forestales que existen en la tierra.

Consecuencias de la deforestación:

-Afecta de gran manera al clima, debido a que su tala incide en la cantidad de precipitación que cae en la zona, esto implica que, a menor cantidad de vegetación, mayor cantidad de lluvia.

-También incide bastante en el cambio climático, durante el día los árboles bloquean los rayos solares y durante la noche mantiene el calor, sin los bosques, la temperatura será más extrema, afectando también a los animales y la vegetación.

-Afecta directamente al calentamiento global, los gases del efecto invernadero son absorbidos por las fibras de la vegetación, al no haber presencia de árboles esos gases suben a la atmósfera.

-Los bosques son hogar de cientos de especies, al talar y quemarlos indiscriminadamente, también estamos acabando con la vida de estas.

-Después de la deforestación, la tierra no queda apta para cultivar, causando también desertificación. Esto se debe a que pierden su cubierta forestal y como consecuencia pierde la fertilidad de la tierra y arabilidad.

-Otra función de los bosques, es contener el flujo de agua de río y arroyos, talando estos árboles se generan inundaciones y deslizamientos.

(https://encolombia.com)

Cada vez existe una mayor demanda de papel

Pensemos por un momento en un día típico en el que: nos llega correo a casa, sacamos fotocopias, tomamos comida que se encuentra en cajas de cartón, usamos servilletas de papel, papel higiénico o algo tan simple como leer una revista o estudiar desde un libro.

Es por ello que debemos de conocer las alternativas que existen y las pequeñas acciones que podemos llevar a cabo para mitigar este efecto sobre el medio ambiente.

Alternativas al uso de papel convencional

Papel reciclado

Al reciclar el papel, este se reduce a pasta de papel mezclándolo con disolventes químicos para separar las fibras del papel y retirar todos los materiales que no son de interés. Además:

• Las emisiones gaseosas se reducen en un 73%.

• Las emisiones líquidas se reducen en un 44%.

• Los residuos sólidos se reducen en un 39%.

• Y además el papel fabricado con parte de fibra

reciclada ahorra un 30% de energía.

Se estima que, aproximadamente, la fibra de celulosa del papel puede volver a utilizarse hasta seis veces.

Contenedor de reciclaje para: papel, periódicos, revistas, sobres, papel de regalo, cajas de cartón, hueveras de cartón, rollos de cartón, bolsas de papel o cartón y cajas de zapatos, es el de color azul.

Papel ecológico

Este tipo de papel se ha realizado cumpliendo una serie de garantías ambientales en cuanto a:

-El uso y consumo de los recursos naturales y de la energía.

-Las emisiones al aire, agua y suelo.

-La eliminación de residuos.

-La producción de ruidos y olores.

Papel ECF y papel TCF

Estas siglas (en inglés) significan "libre de cloro elemental" y "totalmente libre de cloro". En los papeles libres de cloro elemental (ECF) el blanqueado de la pasta se ha realizado sin cloro gas, pero sí con dióxido de cloro.

En el blanqueo de los papeles denominados "Totalmente Libre de Cloro" (TCF) se utilizan alternativas como el oxígeno o el ozono, eliminándose por completo el uso del cloro.

El cloro gas es un potente contaminador de las aguas que, al reaccionar con las moléculas de la madera, genera sustancias como los organoclorados, que afectan el sistema inmunitario de los mamíferos.

(Estévez, F. O. (2019). Guía de Buenas Prácticas de Sostenibilidad en el Ámbito de la Facultad de Ciencias, 36-41).

¿Cómo podemos identificar el papel que es respetuoso con el medio ambiente?

Promovido por la propia industria forestal. Certifica la correcta gestión de la procedencia de la materia virgen utilizada, aunque con menos exigencias. Por ello se recomienda el FSC en lugar de este.
Certifica papel reciclado 100%, libre de componentes blanqueadores, clorados y ópticos.
Certificado oficial de la Unión Europa que permite identificar de forma voluntaria productos con impacto ambiental reducido.
Certifica productos procedentes de bosques que cumplen los principios y criterios de gestión forestal sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico.
Indica que no se ha usado cloro en el último ciclo de producción del papel.
En este caso se atiende a que el blanqueado del papel se haya realizado sin utilizar cloro elemental (líquido), sustituyéndolo por ozono o peróxido de hidrógeno. Preferiblemente, se recomienda el sello TCF.
Certifica que el papel ha sido fabricado con 100% material reciclado y que la fibra reciclada procede del post-consumo. No impone criterios sobre químicos o consumo energético en la fabricación.
Indica que el papel ha seguido un proceso de fabricación totalmente libre de cloro. Cabe recordar que estas certificaciones tan solo se centran en el uso o no de cloro en la fabricación, no especifican la procedencia o gestión de las materias primas.

Es por todo esto que debemos pensar en pequeñas acciones que podamos llevar a cabo para contribuir con el medio ambiente

Algunos ejemplos que pueden llevarse a cabo en el entorno educativo:

-Reducir significativamente el uso de papel mediante alternativas online.

-Incrementar las compras de papel reciclado.

-Limitar el uso de papel o realización de fotocopias de una sola cara.

-Crear conciencia entre el alumnado del problema existente para que actúen en consecuencia también desde casa (por ejemplo, realizando un taller en el que promover la producción de papel reciclado "casero").

-Reutilización de cuadernos de trabajo de un curso para otro cuando quedan páginas en blanco.

-Fomentar el uso de libros de la biblioteca y proporcionar libros de estudio que puedan pasar a otras generaciones.

-Correcta recogida del papel que se desea desechar, disponiendo en las aulas de contenedor azul específico.

-Reutilización: proporcionar un contenedor para las aulas en el que se desechen hojas de papel que hayan sido utilizadas únicamente por una cara.