Cómo decir quién soy, si solo somos tiempo. Caes por aquí sin pedirlo y después alguien en estos pagos te pone un nombre y te da una nacionalidad según el lugar del aterrizaje y allí vamos como podemos con un yo que deambula entre la vacilación y la intención, y eso que yo hace siglos que venía en tránsito en el misterio de una nave galáctica que viajaba a todo ritmo en alguna nebulosa multicolor, nacida cuando los dioses eran niños y se divertían jugando a la creación.
Quien soy si soy varios en uno, todos ellos contribuyentes de cielos e infiernos. De todos modos, estoy registrado que nací en un pueblito (Intendente Alvear) en plena llanura de la Argentina, en la provincia de La Pampa, tierra donde el horizonte es amplio, lejano, infinito. Este hecho fue en el siglo pasado. Sí, así estamos de grande que ya hablo de un siglo que fue abandonado sin que nadie se diera cuenta y sin que viniera el anunciado “fin del mundo".
En un frío 18 de julio de 1955 dejé la nave y aterrice en este espacio.