Régimen Académico - Orientaciones para la implementación del Proyecto de Intensificación de Aprendizajes (PIA)
Resol-970-2022-MEDGC |ANEXO II
1. Introducción
La consideración del tiempo escolar destinado al logro de aprendizajes significativos para los/as estudiantes requiere tener en cuenta dos aspectos: el aprovechamiento de los tiempos escolares ya disponibles, optimizando los procesos de enseñanza y aprendizaje, y la posibilidad de contar con nuevos espacios y tiempos de trabajo que enriquezcan su formación.
En los procesos de enseñanza y aprendizaje es fundamental el compromiso del docente con el aprendizaje real de todos sus estudiantes, pues todos son capaces de aprender. Para ello es preciso diseñar estrategias de enseñanza que permitan dar respuesta a los desafíos y problemáticas presentes en cada escuela. Si bien en las escuelas hay distintas alternativas para mejorar y recuperar aprendizajes tales como las clases de apoyo, las consultorías, las tutorías académicas, entre otras, muchas propuestas se desarrollan en tiempos extra-clase y focalizan en las dificultades que se manifiestan en los espacios curriculares propiamente dichos.
Aun cuando estas estrategias en determinado momento resulten útiles y necesarias, deberían serlo sólo como complemento para los/as estudiantes que requieran fortalecer algún contenido y, por ende, deberían estar articuladas e integradas con el desarrollo del espacio curricular.
De todas formas, las instancias que la escuela establezca para apoyo de los/as alumnos/as, en tanto constituyen una nueva oportunidad de aprender, lo son también para evaluar en proceso.
Es necesario establecer las condiciones de modo tal que en ellas los/as estudiantes vayan realizando la acreditación parcial de los saberes alcanzados, que luego se traduzcan en la calificación con que se define la acreditación de la asignatura.
Como señala la Resolución del Consejo Federal Nº 93/09: la no acreditación de una asignatura es el resultado de un proceso de aprendizaje con dificultades que debieron ser advertidas anticipadamente.
Si la evaluación es parte de una estrategia simultánea con los procesos de enseñanza y de aprendizaje, si es una actividad procesual que acompaña a los/as estudiantes en su desarrollo, debe permitir tomar decisiones anticipadas con el propósito de brindarles acompañamiento y apoyo a lo largo del año, con otras estrategias y oportunidades de aprendizaje.
La decisión de no acreditación de un/a estudiante en determinada asignatura no puede tomarse si la institución carece de registro previo de su proceso y del seguimiento realizado en las instancias de apoyo que la escuela ofrece. También expresa que las iniciativas institucionales promoverán distintos modos de apropiación de los saberes que den lugar a nuevas formas de enseñanza, de organización del trabajo de los/as profesores/as, del uso de los recursos y los ambientes de aprendizaje.
Organizar la variedad y la diversidad plantea la necesidad de ofrecer a todos/as los/as estudiantes, en el curso de su recorrido por la escuela, propuestas de enseñanza que:
● estén organizadas a partir de diferentes intencionalidades pedagógicas y didácticas
● impliquen que los/as docentes se organicen de distinta forma para enriquecer la enseñanza
● agrupen de distintos modos a los/as estudiantes
● incluyan los saberes que los/as estudiantes traen consigo y respeten los diferentes estilos y tiempos de aprendizaje
● transcurran en espacios que den lugar a un vínculo pedagógico más potente entre los/as estudiantes, con los docentes y con el saber, dentro de la propia escuela o fuera de ella
● permitan que los/as alumnos/as aprendan a partir de múltiples prácticas de producción y apropiación de conocimientos
● sumen los aportes de otros actores de la comunidad para enriquecer la tarea de enseñar
● planteen una nueva estructura temporal, sumando a los desarrollos regulares anuales clásicos, propuestas curriculares de duración diferente.
2. Propuesta
Este proyecto promueve la sistematización de espacios para desarrollar otro modo de construir los aprendizajes. Desde esta perspectiva se proponen estrategias de trabajo para afianzar el aprendizaje de los/as estudiantes en un período de tiempo determinado y complementario al trabajo áulico.
El objetivo principal de esta/s semana/s de trabajo intensivo es que las escuelas ofrezcan a sus alumnos nuevos tiempos y espacios de trabajo que, desde propuestas que profundicen la tarea escolar, permitan el logro de mejores resultados de aprendizaje. En estos espacios es necesario que los procesos de enseñanza y aprendizaje se desarrollen como un intercambio permanente de significados y sentidos entre docentes y estudiantes.
Esta acción supone conocer y respetar los significados y sentidos de los otros, reconocer las diferencias y valorarlas como un factor de enriquecimiento del proceso educativo Para ello cada escuela definirá un campo de intensificación, es decir, una priorización de conocimientos y habilidades sobre los que enfocará sus propuestas. Ese campo dará marca de identidad a la institución en la medida que resulte de un trabajo en equipo que tenga como objetivo central mejorar la calidad de los aprendizajes de los/as estudiantes.
3. Recomendaciones
Para concretar estas propuestas de enseñanza y lograr que los alumnos profundicen contenidos, produzcan conocimiento y aprendan de una manera significativa, se proponen las siguientes pautas:
● Detectar, antes de finalizar el primer bimestre y con la colaboración de los tutores y/o coordinadores de área, asesor pedagógico, a través de las producciones, las evaluaciones y los trabajos realizados en clase, las dificultades que presentan los/as estudiantes en forma recurrente, en relación a las competencias, habilidades y contenidos. Por ejemplo, en los espacios curriculares de Matemática y Lengua, de 1° y 2° año o de lo que las escuelas consideren prioritario.
● Pensar un desarrollo transversal a todos los espacios curriculares de cada año mediante una propuesta de trabajo acordada con los profesores para ser abordada de forma integral. Teniendo en cuenta los resultados de aprendizaje que se vienen observando en los espacios curriculares que cursan y en los que quedan pendientes la escuela puede decidir fortalecer el desarrollo de la comprensión lectora, la oralidad o la producción escrita y la resolución de problemas. Asimismo, considerar la tarea que se viene desarrollando en los EDI (Espacios de Definición Institucional).
● Diseñar una matriz de valoración que determine el alcance de los logros de los/as estudiantes en relación a categorías de análisis consensuadas previamente por los/as docentes de cada espacio curricular; por ejemplo, se pueden retomar los resultados observados en la matriz del curso de articulación para estudiantes de 1° año.
● Diseñar proyectos grupales que posibiliten intervenir en competencias estructurales a través de estrategias no convencionales. Esto implica promover en los/as estudiantes situaciones significativas que permitan desarrollar competencias que serán necesarias en toda situación escolar. Por ejemplo, si se trabaja en un taller de escritura o de producción de una revista, se fortalecen las competencias comunicativas que los/as estudiantes podrán aplicar en la mayoría de las situaciones de aula porque, entre otros aspectos, habrán producido sucesivos borradores antes de llegar a la producción final de textos que tengan sentido, cohesión y coherencia.
Si se implementan talleres de problemas de ingenio, las diferentes estrategias cognitivas que se ponen en juego serán un insumo para enfrentar situaciones problemáticas en diversos contextos de aprendizaje.
● Realizar un proyecto específico de investigación que involucre diversas áreas, la organización de la programación de la radio de la escuela, la realización de un documental, la implementación de juegos de mesa, de desafíos matemáticos, de juegos de palabras, de preguntas y respuestas que los/as mismos/as estudiantes construyan, de debates sobre temas de actualidad, de elaboración de trailers de libros, realización de comics o historietas, construcción del blog de la escuela, entre otros.
● Organizar jornadas de profundización temática, las que constituyen instancias de trabajo escolar colectivas en las que los profesores aportan, desde la disciplina que enseñan, a la problematización y comprensión de un tema de relevancia social contemporánea.
Estas actividades priorizan la intencionalidad pedagógica de favorecer la puesta en juego de diferentes perspectivas disciplinares en el estudio de un hecho, situación o tema del mundo social, cultural y/o político, que sea identificado como problemático o dilemático por la escuela, por la comunidad local, nacional o mundial.
Se inscriben en la propuesta escolar como una serie de jornadas (entre tres y cinco por año) durante las cuales docentes y estudiantes trabajan en torno a una pregunta, un problema o un dilema de actualidad o histórico, definido por el equipo de enseñanza al comenzar el año escolar. En el desarrollo de cada jornada, los/as docentes ofrecen instancias (por ejemplo, talleres) que plantean un abordaje específico del tema, desde la perspectiva del campo de conocimientos que les es propio.
El contacto con fuentes documentales diversas, la participación de personas de la comunidad extraescolar, la lectura de imágenes u obras de arte y la producción en sus distintas posibilidades podrán ser, entre otras, las características de la oferta escolar durante estas jornadas.
Los/as estudiantes, en grupos heterogéneos a criterio de los/as docentes, participan en las diferentes instancias en circuitos previamente organizados por los/as profesores/as.
Para el cierre de las jornadas, el equipo docente prevé una actividad que permita a los participantes experimentar el conjunto de lo producido, como por ejemplo, galería de producciones, panel temático, mesas de debate, plenario.
Todas las actividades deben estar planificadas e involucrar habilidades, competencias y contenidos previamente establecidos, además de vincularse a la calificación definitiva de cada bimestre/cuatrimestre y constituir una instancia más de la evaluación en proceso. Estas semanas deben permitir salir del lugar de lo prediseñado, de lo tradicional.
Todo cambio no debe quedar representado en un proyecto como única alternativa, sino que debe surgir compartiendo las inquietudes en un fehaciente trabajo en equipo, forjando nuevas ideas, nuevas estrategias que alienten la tarea desde cada una de las posiciones o roles.
El desarrollo de este proyecto sólo será posible en tanto directores/as, profesores/as, maestros de enseñanza práctica, coordinadores/as de área, tutores/as, preceptores/as, asesores pedagógicos e integrantes del Departamento de Orientación Escolar, logren integrarlo como una línea de trabajo más dentro del proyecto escuela.