La alerta naranja es una llamada de atención a la población en general del Gobierno cuando verifica que hay una evolución muy negativa en algún territorio, pero no implica nuevas medidas, sino que los ciudadanos cumplan las que ya están vigentes de una forma extrema.
Las alertas naranjas se han ido activando por territorios en los últimos meses cuando se detectó un alto riesgo de transmisión del coronavirus. Los concejos del oriente fueron los primeros en entrar en esta fase en verano.
Si la alerta naranja significa cumplir con las normas ya existentes, desde Salud lanzaron un nuevo paquete de medidas. Estas son, en líneas generales, las cosas a tener en cuenta:
Ampliar la obligación del uso de la mascarilla. Ahora se debe llevar puesta en gimnasios o para jugar una pachanga con amigos, aunque sea al aire libre. Esta medida se tomó a raíz de los brotes en tres gimnasios de la región. También es obligatoria la mascarilla en oficinas y espacios de trabajo cerrados, aunque haya distancia de seguridad.
Restricciones en la hostelería. En bares y restaurantes sólo podrán compartir mesa seis personas, y no 10, la cifra máxima permitida hasta el pasado viernes. El horario de cierre será a la una de la madrugada, una medida que se extiende también a los locales de juegos y apuestos, como es el caso de los bingos.