EL MUSEO DE HIPOLITO

Es un verdadero museo etnográfico de los aperos e instrumentos utilizados en las faenas del campo, así como de las labores caseras. María H. Coco publicó en Tribuna de Salamanca, el día 3 de agosto de 1.995 y con motivo de las fiestas patronales, el siguiente reportaje:Un gran museo para visitar en estas fiestas.

Hipólito García, un vecino, tiene un extraño museo en el patio de sus casa. En 1983, después de pasar varios años fuera de Salamanca, regresó a casa de sus padres donde encontró en el 'sobrado' muchos aperos de labranza. Su afán por conservarlos le llevó a colocarlos en las casetas del ganado. En cuanto se corrió la voz, muchos amigos y vecinos del pueblo le fueron entregando herramientas antiguas, libros, máquinas de escribir, teléfonos y más aperos para la ganadería.En septiembre de 1991, una tormenta destrozó las casetas donde Hipólito había guardado todas sus cosas. Así llegaron casi dos años de traslado constante de sus tesoros hasta que terminaron las obras de reforma de su casa. En 1992 el museo ya estaba como se ve hoy.Uno de los mayores orgullos de Hipólito García es la visita que el anterior obispo, Mauro Rubio, realizó en marzo de 1994. Recuerda especialmente que Monseñor, como a él le gusta llamarle, conocía muy bien todas las antiguas medidas de peso que se usaban para vender trigo.El propietario de este museo, Hipólito García, le pidió al alcalde de Moriscos que incluyera una visita dentro del programa de fiestas. Así, el día 6, a las cinco de la tarde, los vecinos del pueblo y todos aquellos que quieran acercarse están invitados. Hipólito considera que su pequeña pero gran exposición "es un gran contrapunto entre lo antiguo y lo moderno". " Construir esto me ha costado mucho sudor, sangre y lágrimas" asegura, pero también dice que no dejará que "se eche a perder" mientras él pueda seguir quitando las telarañas durante horas.