¿Qué es la Oraison?

¿Qué es la Oraison?

“En la oración silenciosa y prolongada de cada día, nos dejamos modelar por el Señor y encontramos en él inspiración para nuestra conducta” (Regla de Vida OMI, 33).

La práctica de Oraison era una parte importante de la oración diaria de San Eugenio durante la cual entraba en comunión con los miembros de su familia misionera. Mientras estaban todos en Francia, les resultaba fácil reunirse en oración aproximadamente a la misma hora. Cuando los Misioneros Oblatos empezaron a ser enviados a diferentes continentes, ya no era posible rezar al mismo tiempo, pero cada día había un momento en el que se detenían y rezaban en unión unos con otros, aunque no al mismo tiempo. Esta es una práctica que Eugenio quería que los miembros de su familia religiosa mantuvieran.

Sólo tienes que elegir un momento para la oración personal donde quieras, y unirte conscientemente a todos los miembros de la Familia Mazenodiana para rezar unos por otros.

La elección de la duración y el contenido de la oración la decide cada uno.

"Oraison"
Comunión con nuestros seres queridos en oración:

"Dios, al predestinarme a ser el padre de una familia numerosa en su Iglesia, me ha concedido un corazón de tal naturaleza que es suficiente para contener a todos mis hijos, dando a cada uno el grado de afecto y de verdadero amor que le es debido; pero necesitaría cien manos para corresponder como quisiera, con todos aquellos que me dan testimonios de su adhesión. Estoy reducido a ocuparme mucho de ellos ante el Señor, sea ofreciendo diariamente el santo sacrificio por ellos, sea orando por ellos cada día en mi oración ante el Santísimo Sacramento. Les doy a todos, de alguna manera, cita en el corazón adorable de nuestro divino Salvador. La acción de gracias y la petición de nuevas bendiciones para ellos son una ocupación obligada de mi humilde y agradecida conversación con nuestro Señor en ese santo ejercicio." (Al P. Charles Baret, 4 de enero, 1856).

"No puedes creer cuánto me preocupo ante Dios por nuestros queridos misioneros del Río Rojo. Es el único medio que tengo para acercarme a ellos. Allí, en presencia de Jesucristo ante el Santísimo Sacramento, me parece que los veo, que los toco. Debe suceder a menudo que de su parte están en su presencia. Entonces nos encontramos en ese centro vivo que nos sirve de comunicación."  (Al P . Lacombe, 6 de marzo, 1857).

"Sabes que estás siempre presente en mi pensamiento, por la mañana en el sacrificio y por la tarde en la audiencia que nos da nuestro divino Maestro, cuando venimos a rendirle nuestros deberes en la oración que hacemos en su presencia ante su santo tabernáculo. Te lo recuerdo, mi querido hijo, para que te encuentres conmigo en esa cita. Es el único modo de acortar las distancias, encontrarse al mismo tiempo en la presencia de nuestro Señor, es encontrarse, por así decirlo, mano a mano. No nos vemos, pero nos sentimos, nos entendemos, nos confundimos en un mismo centro." (Al P. de l’Hermite, 10 de enero,1852).


"Es un consuelo muy grande tener un centro común donde encontrarse cada día. Qué cita deliciosa ese altar donde se ofrece la santa víctima, ese tabernáculo a donde vamos cada día a adorar a Jesucristo y a hablar con él de lo que nos interesa. Le hablo de ti con la efusión de mi corazón; le hablo de todos los otros hijos que su bondad me ha dado." (Al P. Végreville 25 de Marzo, 1857).