Maldito Rodolfo Alonso

Monumento a Maria Bethânia

Música é perfume.

M. B.

 

En el aire, en el mar,

en lo neto del día

o la precisa noche,

sin crepúsculo nunca,

en Brasil que es un mundo,

en el mundo, en el mundo

crepitante y veloz

hay lugar para un mundo:

la voz que usa tu cuerpo.

 

Hay tono, hay densidad,

hay gravedad, hay timbre,

hay palabra que canta

y hay música que expresa

el latido que sientes.

Rige, Bethânia, ordena

el caos en sentido,

la altura en cante hondo,

la intensidá en aliento.

Ruge, Bethânia, ruge,

feroz delicadeza,

no hay poesía en los libros,

no alcanza la lectura,

oír no es suficiente,

y nada es suficiente

ni siquiera la música.

Porque del pueblo viene,

del humus de lo humano,

de la lengua hecha canto

la luz que te oscurece,

el resplandor orgánico:

la luz que usa tu cuerpo.