Entre 1979 y 1990, Nicaragua vivió una de las etapas más intensas y transformadoras de su historia contemporánea. Tras el derrocamiento de la dictadura somocista, la Revolución Popular Sandinista impulsó una profunda reestructuración social, política y económica con el objetivo de construir un país más justo, participativo y solidario. Durante esta década, se llevaron a cabo importantes avances en áreas clave como la alfabetización, la salud pública, la reforma agraria, el acceso a la educación, la participación de las mujeres y la cultura nacional. A pesar de los desafíos internos y del contexto internacional complejo —incluyendo el conflicto armado y el bloqueo económico—, el período dejó huellas significativas en la memoria colectiva del pueblo nicaragüense. Este sitio web está dedicado a analizar y rescatar los principales logros de aquella revolución: sus metas, sus programas más emblemáticos, y el impacto que dejaron en la sociedad. Te invitamos a explorar esta etapa histórica con una mirada crítica, informada y respetuosa.
Entre 1979 y 1990, Nicaragua cambió mucho gracias a la Revolución Sandinista. El gobierno trabajó para mejorar la vida de la gente, especialmente de los más pobres. Uno de los mayores logros fue la Cruzada Nacional de Alfabetización, realizada en 1980, que logró que miles de personas en todo el país, tanto en áreas urbanas como rurales, aprendieran a leer y escribir. Esta campaña se llevó a cabo a nivel nacional, movilizando a jóvenes voluntarios, maestros y miembros de la comunidad, quienes visitaron hogares y comunidades para enseñar de manera directa y práctica. Además, se repartieron tierras a campesinos que no tenían propiedad, principalmente a través de la Reforma Agraria impulsada por el gobierno revolucionario. Estas tierras provenían de grandes fincas que fueron expropiadas al régimen somocista y a terratenientes vinculados a él, con el objetivo de combatir la concentración desigual de la tierra y promover la justicia social. Esta redistribución buscó apoyar a las familias campesinas para que pudieran trabajar y vivir dignamente. En el área de salud, se mejoraron los servicios públicos, creando nuevas instituciones y ampliando la cobertura médica gratuita para toda la población. Se fortalecieron los centros de salud en zonas rurales y urbanas, y se promovió un sistema de atención primaria basado en la prevención y el acceso universal.