Idea 1 - El momento del que más te avergüenzas
En el vestuario del Activa
Cuando esto sucedió, yo tenía unos dos años. No lo recuerdo muy bien, pero al recordarlo, siempre me pongo roja y me entra la risa.
Estábamos en el gimnasio, más concretamente en el Activa. Mi madre no estaba, por lo que tuve que ir a los vestuarios de los hombres con mi padre. Al rato de estar allí se apareció un hombre que salía de la ducha sin la toalla, a lo que yo al verlo grité señalándole con el dedo:
-¡Mira papá qué chica tu la tienes más grande!
Mi padre al escucharlo, me vistió rápido y salimos corriendo antes de que el hombre se acercara. Desde ese momento mi padre no volvió a entrar conmigo en un vestuario.
Idea 3 - El juguete que más querías
Peluches
Mi juguete favorito cuando era pequeña, era un peluche de un elefante rosa de los cantajuegos. Tú le pulsabas en una pata o en la barriga, no lo recuerdo exactamente, y empezaba a cantar.
También me encantaba una ovejita, también de peluche, que tenía un cascabel o algo por el estilo dentro y al moverse sonaba.
Idea 4 - Todo el mundo tiene un talento especial. ¿Cuál es el tuyo?
¿Qué talento dirías que tengo?
No me parece correcto hablar de mí y por eso he preguntado por mi "talento especial" a la gente que más me conoce, lo que me han respondido:
-Haces sentir bien a las personas que están contigo, hay días que estoy mal y a tu lado me siento mejor.
-Sabes escuchar y aprender sobre ello.
-Eres muy curiosa y "flexible". Te adaptas a todo, pero tienes marcado lo que te gusta hacer.
-Hacer deporte, sabes resolver bien los problemas y siempre tienes la razón.
-Se te da bien escuchar, escribir, enseñar y opinar.
-Tienes mucha paciencia.
-Sabes hacer reír, aunque eres un poco borde.
-Se te da bien el atletismo.
-La sinceridad.
-Pues que eres muy rápida y previsora, muy inteligente, haces todo rápido y bien, además, aprendes muy rápido. En general es que eres rápida para todo.
En fin, así es como me ven. Me han dicho cosas que no sabía las cuales me han hecho pensar sobre mí. Tengo muchos talentos ocultos, como todos, y solo las personas que más quiero se dan cuenta.
Idea 6 - Queda una hora...
La prueba definitiva
No sabíamos lo que pasaría, solo quedaba una hora, teníamos miedo. Era la primera vez que íbamos a un sitio como ese, y nos estábamos arrepintiendo de todo nada más entrar. Nos habían condenado a muerte si no les dábamos la información que querían. Teníamos que confesar quién había matado a mi ser más odiado. Todos sabíamos perfectamente quién lo hizo y por qué, la familia está siempre cuando la necesitas. No, a él no, debíamos cubrirle.
Faltaba poco para que concluyeran los sesenta minutos más largos y dolorosos de toda nuestra vida. Aunque llegaba nuestro fin, no todo era malo. Mi banda siempre había estado para mí por lo que decidí actuar.
Ya no faltaba poco para la muerte, sino para la vida. Abrieron nuestra celda para llevarnos a donde nos matarían e hice una locura. Todos mis compañeros salieron cuando les avisé.
Iba a dar mi vida. Cerré los ojos para que fuese lo más rápido e indoloro posible, cuando escuché:
-Ha terminado la prueba, está aceptada.
¿Qué pasaría si...?
Caperucita Roja
Cuando Caperucita llegó a casa de su abuela, vio al lobo, aunque fingió no reconocerle.
Sin que se diera cuenta, Caperucita avisó a todos los vecinos de su abuela de que el lobo estaba en su casa. Al cabo de un rato todos estaban rodeándole. Solo querían su muerte.
El lobo intentó explicar que era una loba y que iba a tener crías, por lo que entró a la casa para cuidar a sus bebés, pero nadie le creyó. Empezaron a preguntarle que si solo había ido por sus crías, que dónde estaba la abuela de Caperucita, a lo que la loba respondió que no había nadie cuando ella llegó a la casa. Los vecinos alarmados mataron a la loba y se la comieron.
Al poco tiempo, la abuela apareció con comida, mantas… de todo para la loba y al ver lo sucedido decidió darle una lección a todos incendiando su casa cuando todos, salvo su nieta, estaban dentro.
¿Qué pasaría si...? (versión teatral)
Una comedia mágica
Personajes: Woody, Elsa, Cruella de Vil, Campanilla
Lugar: Nunca Jamás
Argumento: Elsa, una universitaria harta de obedecer órdenes, recoge a Woody, su mejor amigo del cual está enamorado, para irse juntos a Nunca Jamás, para poder ser libres. Una vez allí, Elsa le confesará su amor a Woody.
Primer cuadro
Elsa: ¡Ya estamos llegando!
Woody: ¡Cada vez falta menos!
(Al llegar a Nunca Jamás, ven a Cruella de Vil de lejos)
Cruella: ¡Ayuda! ¡Socorro!
(Elsa y Woody van corriendo para ver lo que sucede)
Elsa y Woody: ¿Qué está pasando?
Cruella: ¡Mocosos!
Elsa: ¿Pero qué pasa?
Cruella: ¿Qué va a pasar niñata? ¿No ves esos espantosos niños vestidos de animales por allí? ¡Voy a matarlos a todos!
Woody: ¡No, no lo haga! Además, ¿qué haces tú aquí?
Cruella: Estaba dando un paseo cuando vi una sombra y quise seguirla, después de eso, solo me acuerdo de que había polvos mágicos, perdí la conciencia y aparecí aquí.
Elsa: Todo es muy raro, ¿polvos mágicos? Jajaja
Woody: En eso tienes razón. Jajaja
(Cruella se levanta e intenta irse, cuando se da cuenta de que está esposada al árbol en el que estaba apoyada)
Cruella: ¿Veis ahora cómo necesito ayuda?
Segundo cuadro
(Elsa y Woody van en busca de ayuda y se encuentran a Campanilla)
Campanilla: ¡Holi! ¿Necesitáis ayuda?
Elsa: Sí
Woody: No, bueno … sí
Campanilla: ¿Cómo puedo ayudaros?
Elsa: Hay una mujer esposada a un árbol.
Campanilla: Lo sé, la he atado yo.
(Woody coge una cuerda y con ayuda de Campanilla atan a Elsa la cual pierde la consciencia)
Cruella (susurrando): Niña, niña, despierta.
Elsa (empieza a llorar): No puede hacerme esto, yo le quiero.
Cruella: Niña, no te lamentes ahora, ¿tú no tenías poderes?
Elsa (limpiándose las lágrimas): Sí, ¿por qué?
Cruella: Pues, ¿a qué esperas para soltarnos de aquí?
Elsa: Es verdad, yo puedo hacer eso (consigue soltarse y libera a Cruella)
(Elsa le roba polvos mágicos a Campanilla y Cruella y Elsa vuelven a su casa)
Tercer cuadro
Cruella: Puedes quedarte a vivir conmigo si quieres.
Elsa: Me encantaría.
(Woody llama por teléfono a Elsa pidiendo ayuda)
Woody: ¡Elsa ayúdame! Campanilla está loca y quiere meterme en un horno para comerme, igual que iba a hacer con vosotras.
(Elsa cuelga el teléfono y empieza a reírse)
Cruella: ¿De qué te ríes niña?
Elsa: Echa las patatas que ya tenemos cena. Jajajaja.