• Cumplimos un Ciclo vital (nacen, crecen, se desarrollan, se reproducen, envejecen y mueren).

El ciclo de vida puede entenderse como “la secuencia de eventos desde el origen como cigoto, hasta la muerte de un individuo” (Lincoln y otros, 1998).

En el Reino animal, algunos pasan por estados larvarios, juveniles y luego adultos bien diferenciados, por ejemplo, en la metamorfosis de anfibios o Insectos. Otros animales como los reptiles y las aves poseen un desarrollo embrionario dentro de un huevo, por lo que son llamados ovíparos. Los mamíferos (excepto el ornitorrinco y equidna) somos vivíparos, es decir que parimos las crías ya desarrolladas y en general muy similares al adulto.

Los mamíferos completamos el desarrollo embrionario y fetal dentro del útero materno, o en el interior de los marsupios (repliegue de piel tipo bolsa ventral que funciona a modo de incubadora) en las etapas finales de los marsupiales (comadrejas y canguros entre otros). El nombre de la clase: Mamíferos (Mammalia) refiere a la capacidad de amamantar sus crías (con leche materna producida en las glándulas mamarias) en las primeras etapas de vida.

Más características de los seres vivos:

• Los seres vivos estamos formados por células (pequeñas unidades microscópicas que son nuestra base estructural y funcional, es decir que cumplen con las funciones vitales también)

Todos los organismos vivos (con excepción de los virus) estamos compuestos de células.

Algunos, como las bacterias, por una sola célula, son llamados unicelulares. Otros, como nosotros o las plantas somos pluricelulares pues estamos formados por muchísimas y de diferentes tipos.

Por más información sobre la célula y los tipos pinche aquí.

• Contamos con un alto grado de organización y complejidad en nuestra estructura.

• Nuestras células pueden, hasta cierto punto, autorregularse químicamente para mantener las condiciones internas estables. Esto permite sostener un relativo estado de equilibrio interno (homeostasis) independientemente de las condiciones del entorno.

• Tenemos ADN (Ácido Desoxirribo Nucleico) la enorme mayoría de seres vivos como principal medio de almacenamiento y transmisión de los rasgos hereditarios en la reproducción.

• Somos sistemas abiertos (intercambiamos materia y energía con el entorno)

• Reaccionamos frente a estímulos del exterior, ya sea un alga a la luz, una bacteria a la acidez del entorno o un animal frente a un depredador. La propiedad de reaccionar frente a estímulos del exterior se llama irritabilidad.

• Tenemos la capacidad de adaptarnos al ambiente hasta cierta medida, como producto de largos procesos evolutivos durante sucesivas generaciones.

• Transformamos el planeta y él nos condiciona a nosotros. La Tierra ha sido una antes, y otra luego del surgimiento de vida. El proceso ha sido en conjunto: la Tierra y los seres vivos que vivieron y vivimos en ella, continúan transformándose en un proceso lento y sistemático. El ser humano es de las últimas especies en aparecer y a su vez quien más está transformando el ambiente.

• Evolucionamos: En las poblaciones surgen cambios durante los millones de años de existencia, generaciones tras generaciones acumulándose en el genoma, y en nuestro caso transformándonos como especie llamada Homo sapiens). Algunas especies en el camino van desapareciendo (extinción) así como gradualmente van surgiendo otras nuevas.

El ser humano en el Reino Animal

Iniciar el estudio del ser humano dentro de la diversidad de seres vivos es una invitación a ejercitar la clasificación y para ello necesitamos información para poder enfocar cada vez más cerca y agrupar mejor.

Los humanos pertenecemos al Reino Animalia o Reino ANIMAL ya que:

• Somos pluricelulares: contamos con millones de células organizadas y conectadas. Contamos con tejidos bien diferenciados.

• Tenemos células eucariotas: a diferencia de las procariotas las nuestras tienen una envoltura nuclear (núcleo) y organelos citoplasmáticos complejos con membranas internas.

• Nuestra nutrición es heterótrofa: debemos obtener los nutrientes de otros organismos ya que a diferencia de las plantas (autótrofas) no podemos elaborarlos nosotros mismos. En las cadenas tróficas por lo general somos consumidores, aunque algunos colaboran a la descomposición de otros seres.

• Nos reproducimos sexualmente: En la continuidad de la especie intervienen células reproductoras especializadas llamadas gametos (óvulo y espermatozoide). Aunque muchos animales alternan con la modalidad asexual donde no participan gametos y es más rápida, en general los animales nos reproducimos sexualmente. Ello ha favorecido, a través de los cambios o mutaciones aleatorias con el paso del tiempo, a los procesos de evolución de los seres vivos en la Tierra.

A su vez dentro del Reino animal se encuentran varios filos como: Cnidarios (medusas), Anélidos (lombrices), Moluscos (caracoles), Artrópodos (mosquitos), entre otros. Los humanos pertenecemos al filo Cordados, subfilo Vertebrados: Presencia de columna vertebral cartilaginosa u ósea. Aquí se encuentran las clases: peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Los humanos somos animales pertenecientes a la clase mamíferos.

Los mamíferos: Tenemos piel cubierta de pelos, temperatura interna constante (homeotermos) y amamantamos a nuestras crías. Somos animales vivíparos ya que parimos, en general, crías desarrolladas por completo. Los ovíparos como reptiles y aves paren crías dentro de un huevo y su desarrollo se produce fuera de la hembra.

En la clase mamíferos encontramos ballenas, roedores, caballos, perros y gatos entre otros, pero nuestros parientes cercanos son los primates. En el proceso de evolución humana, en nuestra historia evolutiva los homínidos estamos emparentados junto a otros grupos en un árbol filogenético, particularmente con los simios y los prosimios compartimos un antepasado común. Esta ramificación en el árbol de los primates se produce hace tan sólo 6 a 8 millones de años atrás aproximadamente.

Cavidades del cuerpo humano

En la región de la cabeza se encuentra la cavidad craneana delimitada por los huesos del cráneo. Sobre la base del cráneo se encuentran: el cerebro, el tronco encefálico y en la región postero-inferior el cerebelo. Todos estos órganos del S.N.C. están protegidos superiormente por los huesos de la bóveda del cráneo.

En el tronco se encuentran:

A nivel del tórax se halla la cavidad toráxica cuyas paredes son las costillas, el esternón por delante y la columna vertebral por detrás. Está ocupada por los bronquios, los pulmones, el corazón, el esófago y grandes vasos (venas y arterias pulmonares, venas cavas y arteria aorta, entre otras).

A nivel del abdomen se encuentra la cavidad abdominal, limitada por dichos músculos y donde se encuentran los intestinos, el hígado, el estómago, los riñones, el bazo, el páncreas)

A nivel de la pelvis, en la zona de las caderas se encuentra la cavidad pélvica limitada por los huesos de la pelvis. No presenta delimitación interna con la cavidad abdominal por lo que suele llamarse cavidad abdominopélvica. En el interior se ubica parte de los intestinos como el recto, los órganos reproductores internos (útero, ovarios, próstata) y la vejiga urinaria del aparato excretor.

Existe una cavidad dentro de la columna vertebral. La sucesión de vértebras (unas sobre otras) da continuidad a un espacio hueco y alargado llamado cavidad raquídea. Ubicada en la región posterior de cuello y tronco.

El aparato locomotor en la evolución humana.

La locomoción se refiere al desplazamiento en forma activa de un lugar a otro. Si bien algunos animales viven fijos a determinados sustratos (como las esponjas, llamadas sésiles) muchos otros experimentan distintos grados de movimiento vinculados en su desarrollo evolutivo a la obtención del alimento, la defensa y la reproducción entre otros factores.

En ese sentido es posible encontrar diversos medios de locomoción (Campbell, 2001) en los animales y como han evolucionado en los distintos ambientes.

El nado: Los animales acuáticos poseen un medio que les otorga cierta densidad. Ello es favorable para soportar su peso, pero más difícil para el desplazamiento por la fricción. Muchos animales utilizan sus extremidades para impulsarse, otros lo hacen mediante movimientos ondulatorios de su cuerpo y cola. En el agua su peso es menor y en general han desarrollado formas hidrodinámicas que les permiten nadar más rápidamente.

El vuelo: Es una característica de los insectos, y en los vertebrados las aves y el murciélago (único mamífero volador). Existe un desarrollo de alas con una capacidad de sustentación suficiente sumado al desarrollo evolutivo de una forma aerodinámica. Existen reducciones significativas del peso corporal, por ejemplo, en la densidad de los huesos en las aves, pero sin lugar a dudas si el movimiento a nivel celular requiere de consumo de energía, en el vuelo como medio de desplazamiento, se invierte un enorme monto.

El desplazamiento en tierra: Caminar y correr

Como señala Campbell (2001) “Los problemas de locomoción en tierra son más o menos opuestos a los que presenta el agua”. Aquí resulta favorable la baja resistencia del aire para la locomoción, pero otorga un escaso soporte al cuerpo y resistir su propio peso resulta un problema. El desarrollo de un soporte esquelético asociado a una fuerte musculatura son elementos fundamentales para los movimientos en tierra, más importantes que una forma aerodinámica. En animales como canguros su deslazamiento se realiza mediante saltos y muchos animales (como serpientes o lombrices de tierra) logran reptar, presentando gran cantidad de superficie del cuerpo en contacto con la tierra. Mediante movimientos ondulatorios deben vencer las resistencias para desplazarse.

Caminar

Los animales cuadrúpedos poseen mayor estabilidad en el reparto del peso corporal, en la marcha cuentan al menos con tres patas como puntos de apoyo. En los animales bípedos, como las aves y los humanos contamos con dos extremidades como apoyo del cuerpo, y al menos una debe permanecer en contacto con el suelo para mantener la estabilidad en la marcha.

Correr

Cuando se produce un movimiento de mayor velocidad como correr, las patas pueden apoyar o no en determinados momentos el suelo ya que el impulso es quien estabiliza el cuerpo y no el contacto con las patas.

La caminata y en mayor medida la carrera, representa ciertos retos para el animal, soportando su peso corporal, manteniendo el equilibrio y logrando la locomoción, la cual a pesar de la baja fricción del aire depende mucho del sustrato. En lo que refiere al metabolismo celular la carrera es una de las actividades que representa mayor gasto energético, debido a que intervienen casi todos los músculos del cuerpo logrando los cometidos o retos antes mencionados. Por lo general encontramos que, a mayor velocidad, mayor fuerza y trabajo muscular empleado, lo que representa un mayor gasto explosivo de energía. Cada animal en su plan estructural cuenta con un soporte esquelético y una musculatura asociada, ya sean fibras longitudinales, circulares, transversales, etc. En humanos (como en muchos otros vertebrados) los músculos junto al esqueleto (huesos y articulaciones), trabajan en conjunto poniendo en acción el aparato locomotor. Para ello requieren grandes cantidades de nutrientes (como combustible) para las actividades metabólicas del movimiento. A nivel celular se trata de miofilamentos proteicos que requieren de energía (ATP) para mover los filamentos proteicos unos contra otros generando la contracción muscular.

Por más información sobre contracción muscular pinche aquí.

La locomoción en humanos.

Al hablar de extremidades superiores e inferiores y no delanteras y traseras, implica que las superiores no deben soportar el peso del cuerpo como en otros animales terrestres cuadrúpedos. Muchas aves (como el ñandú), reptiles y algunos mamíferos han desarrollado la bipedestación, o sea el caminar mediante dos extremidades inferiores.

En el proceso de hominización o evolución del ser humano, sumado al desarrollo del cerebro y otros cambios, la bipedestación ha moldeado sustancialmente su forma de vida ya que evolutivamente le ha permitido desarrollar:

• Posición vertical del cráneo.

• Una pelvis más corta y ancha.

• Una cabeza de fémur ubicado en posición más angulosa y reforzada permitiendo soportar el peso.

• Mayor longitud en las extremidades inferiores y gran desarrollo muscular en las mismas.

• Gran facilidad para desplazarse por las llanuras de las sabanas y los pastizales.

• Posibilidad de transporte de las crías, utensilios, armas y recolección de alimentos.

• Menor costo energético permitiéndole recorrer grandes distancias.

• Menor superficie de exposición al sol por lo que optimiza su termorregulación y su regulación hídrica.