En la primavera de 1949, Henry T. Bergh, John H.Handcock, Clark Smith y Miller Brocket se reunieron para el concilio de Director de MV. Entre otros puntos en los que trabajaron, John Hancock sugirió a Henry Bergh que escribiera un himno para los conquistadores. Henry respondió, “No soy compositor, nunca he escrito un himno y no soy músico”. En una carta escrita al Director mundial de Conquistadores, Michael Stevenson in 1984, Bergh escribió, “Despaché la idea rápidamente. Pero en Mayo 1949, Estaba conduciendo a una reunión de sábado a Monterey Península de San José (70-80 millas). Iba conduciendo y pensando en los Conquistadores y la necesidad de un Himno y empecé a pensar en una tonada. ¿Cuál sería una buena tonada para el Himno de los Conquistadores? Entonces pensé, bueno, podría escribir la letra. Así que intenté escribir un poema....empecé a pensar en qué cosas querría poner en el letra al himno de Conquistadores. Pensé en el voto de JMV —puro y bondadoso y leal, con un mensaje de ir al mundo, y las cosas se empezaron a poner en su lugar. Me detuve a un lado de la carretera, tome un pedazo de papel que llevaba en mi Biblia, y empecé a escribir:
Soy Conquistador fuerte y fiel,un siervo de Dios yo soy.Fieles marcharemos si,por la senda del deber.Mensaje tenemos que dar,Verdad que libertará.Muy pronto el Señor Jesúsvendrá por ti, por mí.
Bueno, pensé que eso no estaba tan mal.... seguí otra vez mi camino a mi cita y al ir en el camino empecé a tararear una tonada. Entonces empecé a cantar y juntar las palabras con la tonada. Yo he dicho repetidas veces que Dios me dio la tonada porque no soy músico y nunca he escrito un himno antes o desde esa vez. El Señor sólo me la dio. Volví a orillarme, volteé la hoja de papel y puse cinco líneas para un pentagrama, sabía suficiente de música como para poder leerla, así que empecé a tararear la tonada que estaba en mi mente y puse puntos en el pentagrama.... Esa tarde cuando llegué a casa, le pedí a mi esposa Miriam que me tocara esto que había escrito en la página. Corregimos donde coloqué mal los puntos y obtuvimos la tonada justo como se toca ahora. Aun no tenía la confianza de que fuera lo suficientemente buena para el Himno de los Conquistadores, así que se la envié a Wayne Hooper, quien es un amigo nuestro y el director musical del programa de radio Voz de Profecía. Le pedía a Wayne que lo editara y armonizara. Lo envió de regreso y dijo, ‘¡Es un buen himno, anda, publícalo!’ Así que lo copiamos para el uso entre nuestros clubes de Conquistadores (en la Asociación Central de California). Yo pienso que la primera vez que realmente fue introducido en la Asociación fue en la Convención de Oficiales de Conquistadores en Ascilimar, cerca de Monterey, California, Enero de 1950.”