La segunda generación de estas herramientas tan maravillosas estuvo marcada por la invención del transistor. Gracias a este artefacto, el costo y el tamaño de las computadoras disminuyó, así como se incrementó su rapidez, es decir, que dio un salto impresionante respecto a su diseño y desarrollo.
En 1947 Bardeen, Schockley y Brattain inventan el transístor, y, en 1953 Jay Forrester construye una memoria magnética. Las computadoras con transistores surgen en los años 50, pesando 150 kg, con consumo inferior a los 1.500 W y mayor capacidad de proceso, velocidad y muchas otras ventajas con respecto a sus antecesores valvulares. Ejemplos de las primeras computadoras a transistores son el IBM 1401 y el Burroughs B 200. En 1954 IBM comercializa el 650, de tamaño medio. La primera computadora totalmente transistorizada fue el TRADIC, del Bell Laboratories.
La energía eléctrica requerida para operar las computadoras era más baja.
El tamaño físico de la computadora de segunda generación era mucho más pequeño que el de las computadoras anteriores.
La velocidad de procesamiento se había mejorado en un factor de cinco. Se medía en términos de microsegundos.
– Se adopta el desarrollo del núcleo magnético, de tal modo que la capacidad de la memoria principal era mayor que en la primera generación de computadoras.
El hardware de segunda generación ayudaba a las corporaciones a reducir el costo de mantener y procesar registros, pero los sistemas eran muy costosos de comprar o arrendar, difíciles para programar y de intenso trabajo para operar, al menos según los estándares actuales. En esta generación se comenzaron a utilizar los teclados y monitores de video. El primer lápiz óptico se usó como dispositivo de entrada para dibujar en la pantalla del monitor. Por otro lado, entró en uso la impresora de alta velocidad.
Las computadoras de segunda generación pasaron del lenguaje de máquina a los lenguajes ensambladores, lo que permitió a los programadores describir las instrucciones con palabras. Códigos abreviados de programación reemplazaban a los códigos binarios largos y difíciles.
El lenguaje ensamblador era mucho más fácil de usar si se compara con el lenguaje de máquina, ya que al programador no tenía que estar pendiente de recordar las operaciones realizadas.
Esta generación marcó el uso común de los lenguajes de alto nivel. Se desarrollaron lenguajes de alto nivel para la creación de software, facilitando la programación y la configuración de las computadoras.
Estas máquinas de segunda generación se programaban en lenguajes como COBOL y FORTRAN, utilizándose para una amplia variedad de tareas comerciales y científicas.
El cambio más importante en la operación de las computadoras fue el realizado por el sistema por lotes y la autonomía que le daba a la computadora, a expensas del control directo del usuario.
Esto condujo al desarrollo del lenguaje de control de procesos, que proporcionaba un medio poderoso para controlar el destino de una tarea que realizara la computadora sin la participación del usuario.