Soy el abuelo, y me llamo Vicente Bausá

Hace ya dos años que soy abuelo y, por suerte, un abuelo jubilado. En un principio creí que dispondría de tiempo para hacer muchas cosas, aunque enseguida me di cuenta de que tenía más ocupaciones sin remunerar que cuando tenía un trabajo remunerado.


Dado que siempre me ha gustado escribir, decidí digitalizar algunos cuentos que había ido escribiendo cuando mis hijos eran pequeños y seguir escribiendo otros hasta que, casi sin darme cuenta, mi primer libro de cuentos ya había sido publicado, y con un éxito tan inesperado, que me animó a escribir el resto de la trilogía.


El ser abuelo es una experiencia única y difícilmente explicable ya que sin apenas hacer nada recibo un amor gratuito e incondicional que me hace sentir lo que nunca hubiera imaginado. No se sabe lo que es “ser abuelo” hasta que lo vives.


Una vez acabado el libro “Barrerito Azul”, pensé en cómo podía ilustrar cada una de las páginas. Tenía algunas pruebas desde hacía muchos años, pero no eran suficientes. Mientras tanto llegó la pandemia de la COVID 19. La solución vino de la mano de las Hermanas Clarisas del convento de Santa Clara de Palma de Mallorca que no necesitaron ser convencidas para realizar tan importante trabajo. Y, con la misma alegría, igual hicieron con las otras dos publicaciones ("Barrilete" y "los amigos" -esta última actualmente en fase de ilustración-)


El resultado está a la vista: el texto y las ilustraciones están en perfecta sintonía, ayudando a los niños a descubrir cada uno de los valores que se encuentran en los distintos cuentos.


Son cuentos de los de antes, donde los buenos son buenos y los malos muy malos, en los que siempre hay lugar para la esperanza, no solamente entretienen sino que además tienen su moraleja.