ENTRE EL ESTANCAMIENTO Y LA RENOVACIÓN

(1600-1664)

SALA 4

"El estancamiento" está relacionado con la crisis económica que afecta a todo el país a lo largo de buena parte del siglo XVII, agravada en Málaga por desastres naturales y epidemias. La consecuencia más importante en materia artística es la paralización de las obras de la Catedral. De esta manera los fondos revierten en la construcción y reparación de las parroquias. No obstante, en este período tiene lugar la realización de la sillería del coro, iniciada en 1633, y en la que trabajan los escultores, Luis Ortiz de Vargas, José Micael Alfaro y Pedro de Mena. De esta obra se expone San Leandro.

La renovación viene fundamentalmente, por parte de las órdenes religiosas que configuran el entramado urbanístico de la ciudad, y "pueblan" el territorio, hasta el punto de poder hablarse de ciudades conventuales, propias del Barroco. Es el caso de las principales ciudades de la diócesis: Málaga, Antequera, Archidona, Vélez-Málaga y Ronda. Contribuyen asimismo a la renovación el continuo auge de las hermandades y cofradías. Tanto las órdenes como éstas últimas sostienen con sus encargos la actividad artística. Sin duda Antequera se erige como un centro cultural en todos los órdenes: de enseñanza, literario (a través de la Cátedra de Gramática de la Colegial), y artístico, promoviendo la creación de talleres locales de cuyas canteras salen artistas de la talla de Antonio Mohedano (1563-1626), representado en la muestra a través de un óleo de asunto votivo. Completan este período piezas de pintores y escultores destacados: Crucificado de Alonso de Mena, San Pablo Ermitaño de José de Ribera, entre otros, así como una importante selección de objetos de platería de caracteres barrocos: cruces parroquiales, custodias, frontal de altar, etc.