LA RESTAURACIÓN DEL CULTO CRISTIANO

TRAS LA CONQUISTA. (1487-1540)

Sala 1


La reconquista de la ciudad por los cristianos marca el inicio de un largo proceso: el de la historia de la diócesis de Málaga, recuperada e incorporada a las del resto de la Corona de Castilla. Desde el primer momento las actuaciones están marcadas por la necesidad física e ideológica de "ocupar" cristianamente el lugar.

Las primeras actuaciones van encaminadas a convertir las mezquitas en iglesias, y dotarlas de las imágenes y los objetos imprescindibles para el culto. En este primer momento las donaciones reales, eclesiásticas y militares surten del equipamiento litúrgico.

En este periodo comienzan las grandes empresas arquitectónicas como la Catedral o la Colegiata de Santa María de Antequera, y los proyectos de ornamentación suntuaria. Se inician igualmente los proyectos de renovación arquitectónica de la diócesis, de la mano del provisor Bernardino de Contreras, alter ego del Obispo César Riario.

Las piezas responden estilísticamente a los caracteres de un gótico final en su versión hispanoflamenca, y al plateresco. Las tallas devocionales y las tablas pintadas para los retablos conforman en su mayoría este primer equipamiento. Es el caso de Nuestra Señora de los Reyes, una talla en madera dorada y policromada, y una Piedad, óleo sobre tabla, ambos de escuela flamenca. La importancia del trabajo de platería en estos momentos queda patente en una buena muestra de objetos litúrgicos procedentes de talleres andaluces.