Esta unidad didáctica nos permitirá adentrarnos en la literatura del siglo XVIII y conocer a sus principales representantes. Algunas de las obras literarias que fueron publicadas a lo largo de esta época -como veremos- poseen una clara finalidad didáctica ya que fueron muchos los escritores que vieron la literatura como un vehículo de difusión de las ideas reformistas propias de la época y se sirvieron de ella para denunciar las injusticias sociales existentes y proponer cambios. De hecho, todos los géneros literarios sin excepción (prosa, teatro e incluso poesía) se sumaron a este afán reformador propio de la Ilustración, convencidos como estaban del poder transformador de la palabra.

¿Lo lograron? ¿Posee la palabra escrita el poder de transformar el mundo? Nosotros, al igual que los hombres y mujeres del siglo XVIII, también vivimos rodeados de injusticias y trataremos, al igual que ellos, de alzar nuestra voz y denunciar aquello que creamos que deba ser cambiado. Nuestro objetivo final será, por tanto, servirnos un género literario concreto (en este caso, el teatro) para hacer una crítica constructiva del mundo en el que vivimos. Y si la aderezamos con un poco de humor, mejor, porque -como dicen por ahí:

“Tomarse las cosas con humor es un privilegio de la inteligencia”.