A partir del análisis de las entrevistas realizadas, fue posible fundamentar el rol del sabedor para la línea de oralidad del proyecto artístico-cultural de la IE Sipirra, como eje central en la preservación y fortalecimiento de la identidad cultural de la comunidad, permitiendo evidenciar las percepciones de los sabedores frente a su papel dentro del proceso educativo y cultural de la institución. De manera general, se reconoció que el sabedor ocupa un lugar central como figura de transmisión de saberes ancestrales, con una fuerte influencia en la formación de la identidad, el sentido de pertenencia y la memoria colectiva de la comunidad.
En cumplimiento del primer objetivo específico, se logró describir el rol del sabedor en la línea de oralidad del proyecto artístico-cultural de la institución. Los resultados identificaron que el sabedor no es únicamente un narrador o transmisor de relatos, sino un actor activo y multifacético que desempeña roles como educador comunitario, artista tradicional, mediador cultural y facilitador del conocimiento ancestral. Su palabra, cargada de experiencias y valores, actúa como un recurso pedagógico vivo que conecta generaciones y fortalece la identidad colectiva. No obstante, se evidencian limitaciones en la inclusión sistemática y estructurada de estos saberes dentro de las prácticas pedagógicas escolares.
Respecto al segundo objetivo específico, se estableció la estrecha relación entre la oralidad, los sabedores y la preservación de la identidad cultural. La tradición oral es valorada como una forma legítima y significativa de enseñanza, que trasciende el aula y cobra vida en escenarios como el fogón, el patio, las celebraciones comunitarias y los encuentros intergeneracionales. La oralidad no sólo transmite contenidos, sino que construye vínculos afectivos, identidad y pertenencia. Sin embargo, los sabedores advierten que actualmente esta práctica se ve amenazada por el desinterés de las nuevas generaciones, el avance de la globalización y la desconexión entre los espacios escolares y comunitarios.
Los hallazgos confirman que el saber ancestral oral constituye una herramienta fundamental para conservar la cultura local y promover el reconocimiento del territorio, la historia y los valores comunitarios. La identidad cultural, en este sentido, se sustenta en la palabra viva del sabedor, que permite resignificar las raíces en medio de los cambios sociales y educativos.
Sin embargo, el contexto actual presenta desafíos importantes. Aunque la institución educativa reconoce el valor del sabedor y ha intentado integrar su voz en el proyecto, los hallazgos muestran que persiste una desconexión entre los saberes ancestrales y los espacios institucionales. Las dinámicas modernas y la débil articulación entre saberes ancestrales y la institución educativa han alejado la oralidad, poniendo en riesgo la continuidad de las tradiciones. A pesar de iniciativas escolares y de la línea de oralidad del proyecto artístico-cultural, persiste una brecha que impide que la institución toque la raíz del problema. Para los sabedores, esta situación representa una amenaza profunda a los saberes transmitidos por siglos, reflejándose en el desinterés de las nuevas generaciones por la palabra ancestral.
Frente a esta situación, es indispensable fortalecer los vínculos entre la escuela y la comunidad, reconociendo formalmente el rol del sabedor y promoviendo espacios de diálogo ancestral dentro del diseño curricular. Finalmente, la sostenibilidad de la identidad cultural en la comunidad de Sipirra dependerá de la articulación colaborativa entre sabedores, institución educativa, organizaciones comunitarias y autoridades locales.
Como resultado tangible de este proceso investigativo, la institución educativa recibe un documento que recoge y devela los fundamentos de la oralidad desde el sabedor, el cual servirá como herramienta orientadora para fortalecer su proyecto artístico-cultural y proyectar estrategias que aseguren la preservación y valorización del saber ancestral en contextos educativos.