Podemos definir un video educativo como aquel que cumple un objetivo didáctico previamente formulado.
Cebrián (1987) distingue entre cuatro tipos de videos diferentes:
- Curriculares, es decir, los que se adaptan expresamente a la programación de la asignatura;
- Divulgación cultural, cuyo objetivo es presentar a una audiencia dispersa aspectos relacionados con determinadas formas culturales;
- Carácter científico-técnico, donde se exponen contenidos relacionados con el avance de la ciencia y la tecnologia o se explica el comportamiento de fenómenos de carácter físico, químico o biológico;
- Vídeos para la educación, que son aquellos que, obedeciendo a una determinada intencionalidad didáctica, son utilizados como recursos didácticos y que no han sido específicamente realizados con la idea de enseñar.
Michel Cartier, en su documento "Un nuevo modelo de acceso al conocimiento", comenta que el 80% de las señales recibidas diariamente por una persona son percibidas en realidad por su sistema visual. Por lo tanto, un modelo de aprendizaje en el que se pueda trabajar con imágenes facilitaría el proceso de inducción de conocimiento.
Visto el concepto global que involucra el término vídeo educativo, es preciso proponer una categorización en la cual se considere todas las aplicaciones potenciales que pueda tener el vídeo. Por lo tanto, un vídeo educativo se puede clasificar en (MARQUES, 2003)
- Vídeo documental: muestra de manera ordenada información sobre un tema concreto (por ejemplo, un vídeo sobre la actividad minera).
- Vídeo narrativo: tienen una trama narrativa a través de la cual se van presentando la información relevante para los estudiantes (por ejemplo, un vídeo que narra la vida de un personaje histórico).
- Lección monoconceptual: es un vídeo de muy corta duración que se centran en presentar un concepto determinado (por ejemplo, un vídeo sobre el concepto de la cadena alimenticia, o la simulación del vuelo de un pájaro).
- Lección temática: es el clásico vídeos didáctico que va presentando de manera sistemática y con una profundidad adecuada y gradual a los destinatarios los distintos apartados de un tema concreto (por ejemplo, un vídeo sobre las influencias del arte precolombino).
- Vídeo motivador: pretende ante todo impactar, motivar, interesar a los espectadores, aunque para ello tengan que sacrificar la presentación sistemática de los contenidos y un cierto grado de rigor científico (por ejemplo, un vídeo que pretende alertar sobre los peligros del SIDA). Muchas veces tienen una estructura narrativa.