El trastorno por déficit de atención (TDA) con o sin hiperactividad se define como un trastorno con un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo. Puede presentarse de forma combinada, con predominancia de falta de atención, o con predominancia de hiperactividad/impulsividad.
Los niños que conviven con un diagnóstico comórbido de discalculia y TDA, al igual que pasa con la dislexia, tienen las capacidades cognitivas más deterioradas que los que solo manifiestan discalculia o TDA por separado.
En el TDA hay una hipoactivación de la región prefrontal, por lo que las funciones que se sustentan en esta región se ven alteradas, influyendo negativamente en el procesamiento numérico y el cálculo:
Memoria de trabajo.
Flexibilidad cognitiva.
Control de los impulsos e inhibición.
Organización y planificación.
Anticipación.
Selección de objetivos.
Atención sostenida.
Resolución de problemas.