N° Escuelas Unidocentes: 28
N° Escuelas Pluridocentes: 9
Total de Escuelas: 37
Directores Unidocentes y Pluridocentes: 37
Maestros ayudantías: 13
Total docentes rurales: 50
Cuando pensamos en la “escuela rural” son muchas las imágenes que se nos pueden venir a la mente, lo cierto es que cada una de esas escuelas en las que podemos pensar, cuenta con características propias del medio en el que se encuentra, por lo que las ruralidades se amplían y diversifican.
Pensar en el pasado, presente y futuro de las escuelas rurales, nos lleva a replantearnos que debemos realizar una apertura, alejándonos de la dicotomía campo- ciudad y comprendiendo que la especificidad de las escuelas rurales, se construye, se potencia, se amplía y enriquece cuando existe la conexión con el otro, el trabajo en equipo y el pensar colectivo de la integración.
En lo que respecta a nuestro Departamento, las escuelas rurales son muy variadas, desde unidocentes de 1 o 2 alumnos, a escuelas pluridocentes con 7mo, 8vo y 9no grado, desde las que se encuentran en estancias, hasta las que están inmersas en áreas forestales, desde las que están sobre la ruta hasta quiénes no cuentan con un camino de acceso en buenas condiciones. En base a cada una de las especificidades de nuestras escuelas, también se visualiza que el “grupo” de maestros rurales, ha creado con el transcurrir del tiempo un sentido de pertenencia y compartir, lo que enriquece las prácticas de cada uno en sus Instituciones.
“UNIEPensar en la escuela rural es pensar en una pedagogía propia, autóctona, que se ha ido enriqueciendo y nutriendo de ingredientes propios. Quiénes hemos tenido la dicha de transitar por escuelas rurales, tenemos la concepción de que la comunidad siente a la escuela como propia, esto lleva a que hablemos de una escuela de puertas abiertas, una escuela que trasciende al salón de clases. Enseñar en una escuela rural, es implementar aula en otros espacios, es aprovechar al máximo los recursos humanos, naturales y sociales que el medio tiene para ofrecer.
En este tiempo, la escuela rural ha implementado muchos recursos, nuevas formas de vincularse y relacionarse, tanto con la comunidad como con otros docentes e instituciones. Los cambios son imprevisibles, pero debemos tener una mirada puesta en una escuela rural que pueda ser capaz de adaptarse de la mejor manera posible a esos cambios, que tenga la habilidad para poder implementar los nuevos recursos y avances para el enriquecimiento de su esencia pedagógica, pero sin perder el sentido de la escuela rural.
Debemos enfocarnos a que las escuelas rurales no tengan una línea límite con el medio urbano, sino que por el contrario, se comiencen a establecer vínculos más estrechos, de aprendizajes constantes y mutuos, donde cada una desde su individualidad pueda ser parte de un todo.
Referirnos a la escuela rural, es llevar el pensamiento a la planificación multigrado. Esta planificación diversificada, es tan rica como heterogénea y lleva consigo de forma permanente una tensión entre lo común y lo diverso. Es un pensar en niveles, donde se debe tener en cuenta que dentro de cada uno de los grados a trabajar existen educandos diferentes pertenecientes a distintas etapas evolutivas, con variedades de edad, por lo que el pensar las actividades debe hacerse desde la adaptación a cada uno de ellos. La importancia de los elementos básicos como tiempos, espacios y recursos es fundamental para este tipo planificación, donde el espacio no se rige solamente al salón de clase sino a un contexto y entorno que tiene mucho para ofrecer.