Nací a mitad de siglo, a mitad del año, del mes y semana, pero no soy Virtudes.

Soy María Dolores, como mi abuela; yo soy su Nenica, inquieta, atrevida y contestataria, ni las orejas de burro del parvulario han conseguido hacerme callar.

Una enamorada de la vida, afortunada al estar rodeada de gente buena.

Las tragedias las convierto en parodias y mi principal objetivo es ser feliz, vivir y dejar vivir.

Escribir es vivir, lo descubrí ya mayorcita… Más vale tarde que nunca: El lápiz es el instrumento que plasma los sentimientos, pensamientos, opiniones y lo mejor: emociones.

Escribir es vivir –me chivó José Luis Sampedro– y yo estoy más viva que nunca.