Mateo Banks, hombre de prestigio social, en permanente ascenso, tenía una gran participación en la vida religiosa local. Presidía la Liga Popular Católica y portaba el palio en las procesiones. Era representante de la agencia de automóviles Studebaker. Practicaba el tenis con las jóvenes más distinguidas de la ciudad. Figuraba siempre en la primera línea de las notas sociales. Fue vice-cónsul de Gran Bretaña. Era miembro del Consejo Escolar, donde se ganó el respeto de sus conciudadanos por su práctica indulgente y comprensiva con las faltas de aquellos que le tocaba juzgar. Era partidario del confort y del lujo, y mantenía una posición social superior a su condición económica. Persona de muy buena presencia, Banks se mostraba como un caballero de trato amable, aire paternal y una serie de dones visibles que lo hacían agradable y atrayente.
También tuvo una destacada militancia en el Partido Conservador, del que fue un integrante importante.
Miguel, hermano de Mateo, se había casado con la señora Julia Dillon. Ellos con su hermana María Ana, soltera, y el peón Claudio Loiza vivían en "El Trébol".
Su hermano Dionisio se había casado con Sara Keena, prima segunda de los Banks, y producto de la unión eran tres hijas: Cecilia nacida en 1908, Sarita en 1910 y Anita en 1917. Ellos y el peón Juan Gaitán, vivían en "La Buena Suerte" a excepción de Sara Keena quien, al poco tiempo de tener a Anita, fue internada en un hospital de alienados en Buenos Aires, donde permaneció hasta su muerte.