¿Quiénes somos?

Asuncionistas, somos religiosos que vivimos en comunidad apostólica 

(Regla de Vida, 1)

Nuestra Congregación se llama "Congregacion de los Agustinos de la Asunción" (A.A.), llamados "Asuncionistas", somos una congregacion clerical de Derecho Pontificio, fue fundada en 1845 por el Padre Manuel d'Alzon en la ciudad de Nimes en el sur de Francia. Quería una familia religiosa que fuera moderna y a la vez enraizada en la Tradición, es decir, sensible, en cada época, a las grandes causas de Dios y del hombre. Esta es su vocación, que se desprende de su lema: "Venga tu Reino".

Hoy estamos presentes en los cinco continentes, en más de 120 comunidades y 33 países. Como discípulos de San Agustín, vivimos nuestra fe, oración y apostolado en comunidad. Juntos estamos llamados a afrontar los tres grandes retos de la indiferencia religiosa, la exclusión y la injusticia.

Diversos compromisos apostólicos

Somos hombres de fe, de comunión y solidarios con los pobres. Así, todos los campos de acción están abiertos para dar testimonio del Evangelio: entre nosotros hay párrocos y periodistas, teólogos, animadores de peregrinaciones, profesores y misioneros... Algunos son sacerdotes, otros no, pero todos son discípulos de Jesús en el corazón de un mundo que aman.

Nuestra divisa : "Venga tu Reino" nos impulsa a trabajar por el advenimiento del Reino de Cristo en nosotros y en el mundo»  (Regla de Vida, 13)

Los laicos en la Asunción

Nuestro carisma ha llevado a los laicos a querer vivir la espiritualidad de la Asunción y a ponerla en práctica en sus vidas. Algunos de ellos se han embarcado en un "viaje vital". Y todos están unidos en la Alianza Laicos-Religiosos.

La Regla de San Agustín, que introduce la Regla de Vida de los Agustinos de la Asunción, nos recuerda que:

"En primer término, vivan en la casa unánimes y tengan una sola alma y un solo corazón orientados hacia Dios" 

Sea cual sea nuestro país, la lengua o la cultura de origen, vivimos juntos bajo el mismo techo: nuestra vida cotidiana consiste en vivir, rezar, amar y actuar como hermanos. Desde nuestro fundador, tenemos la convicción de que el Evangelio es un camino de humanidad y un factor de transformación social. A través de nuestro trabajo y  actividades, tratamos de responder, hoy como en el pasado, a las necesidades actuales de las personas y de la Iglesia. Estamos animados por el proyecto de promover a toda la persona y a cada persona en la justicia, el amor y la verdad.


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