La formación doctrinal concierne a todos los religiosos, se preparen o no a los ministerios ordenados. Incide en cada una de las etapas de la formación asuncionista. Pero el período del post-noviciado es el tiempo privilegiado de esta formación.
Es necesaria:
1. Para adquirir una mejor comprensión de la fe, para fortalecerse en Dios, para amar más a Jesucristo y a aquellos a quienes somos enviados. Una fe que se queda en lo superficial, que no hace suyo realmente el misterio cristiano, será siempre frágil, poco comprometida;
2. Para captar la tradición cristiana desde dentro, para desplegar toda su riqueza cuando entra en contacto con las culturas y los interrogantes actuales, para exponer de manera novedosa su sustancia profunda, para prolongar el esfuerzo de San Agustín en su tiempo: manifestar a Jesucristo como luz del corazón y de la inteligencia;
3. Para dar cuenta de la Buena Nueva, haciendo ver su pertinencia y su actualidad en sociedades pluralistas, para hacerla accesible a los más que sea posible, haciendo nuestra así una de las intuiciones del Padre d’Alzon.
Los religiosos asuncionistas de la CIFA realizan sus estudios en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Buenos Aires.