Tejido Sónico, obra en proceso, es resultado de una investigación cuyo punto de partida, ha sido la búsqueda de una practica grupal, colectiva, que se sostiene en la sonoridad que producen nuestros cuerpos al danzar, al seguir un ritmo en común. Tomamos en este caso, la posibilidad sónica del soplar, partiendo desde las dimensiones mas sutiles y sensibles para lograr el soplido primordial.
Tomando como inspiración los Bailes Chinos, que son cofradías de músicos-danzantes, desde el Norte Chico hasta el Valle Central de Chile, se busca el “sonido rajado”, al igual que las Tarkas bolivianas y las Pifilkas mapuches, esto es, un sonido disonante, fuerte y ruidoso, fuera de toda lógica musical occidental. Para ellos, este sonido los conecta con lo sagrado, con un agradecimiento, una ofrenda, un pago, una manda, etc.
“Tejido sónico” es una acción colectiva, consistente en soplar variados tubos de PVC y o caña, al compás de movimientos oscilantes del cuerpo, como germen de una danza efímera, así como el sonido que sale expelido de los tubos y entra en comunión con los otros y los nuestros.
Partimos desde la quietud, escuchamos a lo lejos y vamos acercando la atención en nuestro ruedo. Inspirar, exhalar... buscar el pulso común.
Sonamos, soplamos, danzamos.
Ir y venir, un paso a la vez, nos trasladamos, giramos, bajamos, subimos...
Escuchamos la trenza sonora que vamos tejiendo.
Jorge Ganem Cortés (1978, Iquique, Chile)
Músico Percusionista, Chinchinero y Flautero de Baile Chino, con 20 años de experiencia en el estudio, práctica y docencia en ritmos y percusiones Afro Latinoamericanas. Lleva 15 años dedicado al acompañamiento musical en clases de Danza moderna y Contemporánea en el Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, en esta misma línea. También ha trabajado en la Escuela Moderna de Música y Danza y en el centro de Danza Espiral. Actualmente participa de las agrupaciones de música popular “Familia Bombo Trio” y “Traspuesto”. Es parte de la agrupación de Organilleros y Chinchineros tradicionales “El Piano de Efraín” donde es Chinchinero. Fue integrante de la Banda Conmoción por 8 años, donde se desarrolló como músico percusionista.
Siempre ligado a manifestaciones festivas y colectivas donde practicas danzarias y musicales se encuentran, ha desarrollado una búsqueda en la expresión sonora corporal. Su investigación se centra en relevar prácticas ancestrales, como por ejemplo los Bailes Chinos (cofradías de músicos- danzantes que existen en el Norte Chico y en el valle central de Chile), donde sus sonoridades, danzas y estados de conciencia, generan una ritualidad que ha sobrevivido cientos de años.