Hernán Paulitti (1990, San Fernando, Buenos Aires) es un violinista y artista sonoro argentino. Después de un año en Dinamarca, en 2020 se muda a Bolonia, Italia. En 2021, forma parte del Ensemble de Música Electrónica, un colectivo que surge dentro del Conservatorio de Música de Bolonia. En la misma ciudad, continúa su investigación sonora participando en diversas residencias artísticas, como Suoni di Passaggio (2022), junto a artistas como Laura Agnusdei, Andrea Belfi y Francesca Boccolini.
En 2023, es seleccionado para formar parte de otra residencia llamada Sonitus - Prima delle Radici en el Centro Musica de Modena, en el contexto de los eventos relacionados con la ciudad de Modena, considerada ciudad de las Artes Mediales por la UNESCO. Esta residencia cuenta con la curaduría de los músicos e investigadores Giuseppe Cordaro, Fabio Perletta y Enrico Malatesta.
Entre sus actuaciones en vivo destacan Prima delle Radici en el Centro Musica de Modena (2023), Suoni di Passaggio en el Bologna Portici Festival (2023), Collagene - Proteine Culturali en DAS - Dispositivo Arti Sperimentali (2022) y con Elettronica Collettiva Bologna (2021).
La investigación de Paulitti fusiona el violín acústico y eléctrico con la producción musical electrónica, poniéndolos en diálogo con experimentos de grabación de campo resultantes de sus viajes por el territorio sudamericano y europeo.
Aquí, allá, hoy o mañana
Aquí, allá, hoy o mañana es una pieza en la que el autor busca el reencuentro con sus seres queridos a través de lo sonoro y lo espacial, intentando así borrar las distancias que los han separado durante años. Es un regreso breve pero sanador después de largos viajes. Los elementos y espacios que una vez compartieron en el hogar ahora tienen, una vez más, voz propia. Resuenan y sirven como puentes de conexión espiritual que atraviesan y rompen con la idea de un tiempo pasado o de un futuro que nunca existió. Se intenta representar el aquí y ahora como esencia y expresión última de los seres.
El disco de arado, el fuego y la palabra se manifiestan como un mantra para el autor. No solo coexisten en el mundo tangible y audible, sino que también se presentan frecuentemente en forma de sueños, frecuencias y voces durante diversos estados meditativos del autor en el proceso de composición de la obra.
La mayor parte de los registros sonoros representados en la pieza fueron realizados por la madre y el padre en Campana, Buenos Aires (Argentina), utilizando teléfonos celulares como herramientas de registro, para luego ser parcialmente procesados en Bolonia, Italia.