Nuevos mapas: exposiciones por movimientos

Investigación.

Para poder responder a las preguntas planteadas en cada lectura, será necesario investigar sobre la Historia de la Literatura Contemporánea en el periodo correspondiente, tomando muy en cuenta a las mujeres.

Los esquemas y las exposiciones serán más flexibles a la incorporación de las mujeres si los organizamos por géneros literarios, sobre la base de las lecturas propuestas y la información organizada al final de cada sección.

1. Crea un esquema incluyendo a las mujeres.

Con el fin de organizar tus ideas, crea con tu grupo un esquema del periodo histórico-literario correspondiente a cada lectura, que os servirá de guion para:

En la página dedicada a cada etapa histórica de la Literatura Contemporánea se ofrece información básica, a partir de la cual tenemos la oportunidad de completar los esquemas incluyendo los datos ocultados o marginados sobre las mujeres escritoras y creadoras en los siglos XVIII, XIX y XX.

Cada persona publicará el esquema en su blog portafolio o en su cuaderno.

2. El aliado (o los aliados) de las mujeres.

Buscad, al menos, un escritor varón aliado de las mujeres en cada periodo histórico, no solo por sus ficciones, sino también por sus acciones. Caso que no halléis a nadie realmente consecuente con la defensa de la mujeres, habrá que explicar los fundamentos de la misoginia dominante, tanto que llegó a cegar a los genios supuestamente más racionales o ilustrados y, quizá en mayor medida, a los espirituales que fantaseaban acerca del arquetipo de la Mujer ideal.

Os propongo algunos en los cuadros inferiores, aunque vuestra investigación puede haberos revelado otros distintos.

Cuando hayáis decidido cuál será el aliado de las mujeres en el periodo que corresponde a vuestro grupo, cada persona tiene que publicar en el blog portafolio una entrada en respuesta a las preguntas:

  1. ¿Por qué lo habéis escogido? ¿Cómo hizo ostensible su solidaridad con las mujeres?
  2. Explica de qué modo ayudó a transformar (si lo hizo) los hábitos y los esterotipos de los varones en una Historia de aprendizaje compartida por ambos géneros.

En la Ilustración

Jovellanos apoyó públicamente las creaciones de su hermana Josefa y su prima (homónima) Josefa Amar y Borbón y Jovellanos. En algunos escritos, como los citados por Silverio Sánchez Corredera, defiende sus derechos con argumentos casi modernos.

Durante el Romanticismo liberal

Abundan los escritores misóginos, que cultivan los estereotipos contra las mujeres: la musa inspiradora y muda, la esposa ("ángel de la casa"), sumisa y también muda, y la mujer fatal, "envilecida" por el hombre y, sobre todo, rebelde e insumisa.

Así las imaginan el héroe progresista Espronceda y una larga lista de conservadores, entre ellos el gran Marcelino Menéndez y Pelayo. Los románticos elogian a mujeres destacadas (Carolina Coronado, Gertrudis Gómez de Avellaneda) con adjetivos venenosos ("varonil", "viril"), a la vez que les niegan la entrada a la Real Academia.

Quizá la única excepción sea Juan Eugenio de Hartzenbusch, según Anna Caballé, aunque no se refleje en sus obras, sino en su amistad con Carolina Coronado y Gertrudis Gómez de Avellaneda.

Los escritores realistas

Siguen el cauce marcado por los románticos, si no es que socavan con sus opiniones un poco más hondo el pozo de la misoginia, como se prueba en el estudio de Anna Caballé.

Se repite la oposición contra la admisión de mujeres en las Academias, por boca de Juan Valera, así como la consideración de la vida intelectual como atributo exclusivamente masculino, aun en la pluma de Clarín.

De distinto modo, la extensa obra de Galdós muestra un mosaico muy variado de mujeres reales, destacado por María Zambrano en un ensayo, aunque no se encuentre ningún personaje intelectual que represente su relación amorosa con una de las mujeres más brillantes de nuestra Historia: Emilia Pardo Bazán. La conocemos desde un solo punto de vista, gracias a las cartas que no fueron destruidas por la familia del dictador Franco, los ocupantes a la fuerza de la casa solariega de la escritora: el Pazo de Meirás.

También es posible localizar aliados entre los pensadores y pedagogos que defendían un nuevo modelo de educación no sexista: la Institución Libre de Enseñanza. Por ejemplo, Gumersindo Azcárate y los promotores de la Escuela de Institutrices, que defendieron las aspiraciones de mujeres como la profesora Concepción "Pura" Saiz; o Francisco Giner de los Ríos, a quien Pardo Bazán considera un defensor de la igualdad, aunque sus ideas no se llegaran a concretar en su vida íntima. En un grado de mayor compromiso social hay que situar a Francesc Ferrer i Guàrdia, el fundador de la Escuela Moderna en Barcelona y realizador de la utopía de la coeducación en igualdad, junto con un grupo de mujeres y hombres perseguidos por sus prácticas escandalosas para la época.

Entre los autores varones del modernismo

La figuración de las mujeres se idealiza y se agrava, por la combinación de la "musa" con la "mujer peligrosa", la atracción por el cuerpo y la sexualidad tentadora junto con el rechazo indirecto o directo de la emancipación femenina y su valor intelectual.

Paradójicamente, los hombres más activos en la transformación de sus roles a través de la literatura son mujeres que escriben bajo seudónimo, como Víctor Catalá (la catalana Caterina Albert i Paradís) o las obras de Gregorio Martínez Sierra (cuya autoría real correspondía a su mujer, María de la O Lejárraga).

Habría que tener en cuenta, de acuerdo con Lidia Falcón, la crítica social y el utopismo del novelista Vicente Blasco Ibáñez, autor de la narración fantástica El paraíso de las mujeres (1922). Tanto por su talante como por su empatía, también Antonio Machado demuestra algo más que amor por las mujeres de su vida (Leonor y Guiomar), aunque era un tímido reconocido. Entre sus obras teatrales para el público popular, escritas con su hermano Manuel, hay que reseñar por su tema y su trama La Lola se va a los puertos (1929-30).

Quizá el más firme defensor que encontraron las escritoras vanguardistas y rompedoras de los estereotipos que pesaban sobre ellas (las "Sinsombrero") fuera el poeta Juan Ramón Jiménez, más o menos aliado de su mujer Zenobia Camprubí, posteriormente galardonado con el Premio Nobel de Literatura, durante el exilio. Al menos, rivalizó mucho más con los hombres que con las mujeres.

Otro aliado notable fue Ramón Gómez de la Serna, cuando apoyaba públicamente a mujeres feministas como Carmen de Burgos, con quien mantuvo una relación rodeada de chismorreos, o a jóvenes artistas como Ángeles Santos, a quien intentó ayudar a librarse del control de su familia, sin conseguirlo.

En la llamada "Generación de la República"

Por fin encontramos a verdaderos aliados del feminismo, como Federico García Lorca, tanto en sus obras (Mariana Pineda, La zapatera prodigiosa, La casa de Bernarda Alba, etc.) como en sus actos, y Rafael Alberti, a pesar de sus contradicciones en una larga vida. Es conocida la amistad de Lorca con las mujeres "Sinsombrero" y con Margarita Xirgu, así como el apoyo de Alberti a las causas de María Teresa León, su compañera, aunque no haya "santos feministas".

Entre los exiliados varones

Hay que destacar la obra y las opiniones de Ramón J. Sénder, separado a la fuerza de la feminista Amparo Barayón por el asesinato de esta en el golpe militar de 1936. Ofrece una visión crítica y humorística del machismo hispánico en la novela La tesis de Nancy. Es muy interesante su correspondencia con Carmen Laforet, a la que nunca dejó de animar para que retomara la escritura.

En el exilio interior, bajo la dictadura

Probablemente la persona más allegable a las vivencias y las convivencias con las mujeres escritoras sea el poeta y Premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre. Durante la dictadura, permaneció más o menos recluido en su casa de Wellingtonia (o Velintonia), 3, Madrid, por una afección que le sirvió, además, de tapadera contra la represión franquista, mientras sostenía muchas amistades y algunos amores con escritores e intelectuales homosexuales. Acogió en su casa, entre otras, a la escritora (poeta, ensayista, dramaturga) Carmen Conde, lesbiana, y a su pareja Amanda Junquera Butler.

Desde el retorno definitivo de la democracia

Podríamos nombrar a bastantes aliados, de distintas edades y formas de pensamiento: Eduardo Mendoza, Antonio Muñoz Molina, Miguel del Arco, Juan Diego Botto, El Chojín, etc., etc.

Quizá lo más complejo en este caso sea elegir a uno o a otro sin ser injustos con ellas o con ellos, por desconocimiento.

Exposición.

1. Prepara tu intervención en el aula.

Todos los grupos participarán en el aula exponiendo oralmente, con apoyo en la pizarra digital:

  • el contexto del periodo histórico-literario que hayáis elegido: en grupo.
  • los géneros literarios que se cultivan durante dicho periodo (narrativa, ensayo, periodismo, teatro, poesía lírica): individualmente, aunque de forma coordinada.

Además, también en las misiones lectoras/emancipadoras hay una parte expositiva:

  • la respuesta a las preguntas iniciales sobre las autoras y los personajes femeninos: en grupo.
  • los retratos de las mujeres (autoras o personajes) en los cuatro periodos asignados: individualmente, bajo supervisión del grupo.

Organización gráfica y visual de las entradas: pizarra digital.

No olvidéis que vais a utilizar vuestros blogs personales como soporte de la exposición en la pizarra digital. Por tanto, hay que organizar cada entrada usando todos los elementos gráficos y audiovisuales que sean necesarios:

  • Tipos de letra y negrita en títulos, encabezamientos, conceptos clave.
  • Imágenes extraídas de Wikimedia Commons y otros repositorios históricos, como Europeana.
  • Audiovisuales. Se recomienda usar los que se proponen en esta página, pero también buscar recursos fiables en Youtube o Vimeo, dado que los temas tratados están de plena actualidad.

2. Realiza la exposición con tu grupo y personalmente.

2.1. Introducción por el grupo entero.

La causa de que os pida a todos los miembros que hagáis el esquema de la parte introductoria es simple: todo el grupo tiene que organizarse para exponer la introducción abriendo el tema, antes de que intervengan una a uno, durante esa misma sesión y en las siguientes.

Para esta parte, podéis elegir como soporte el blog de cualquiera de los miembros del grupo, puesto que todas y todos deben incorporarla en su entrada.

2.2. Intervenciones individuales.

Cada persona utiliza su entrada como soporte para realizar su parte de la exposición, sobre un género determinado.

2.3. Monitores de la práctica de los demás grupos.

Además, los expositores coordinan la realización de la práctica por todos los alumnos en sus cuadernos o en sus portafolios digitales. Cada miembro del grupo expositor se convierte en "monitor" (junto con el profesor) para apoyar a los distintos grupos cooperativos en su tarea.

3. Los demás grupos participan en la sesión de forma activa.

3.1. Esquema de cada uno de los temas.

Durante la actuación de los compañeros y compañeras, hay que tomar notas en el cuaderno o directamente en el blog.

Es necesario realizar un esquema del tema entero en una entrada del blog portafolio, para lo cual se irán agregando progresivamente las partes de las distintas sesiones.

Quienes puedan y quieran lo harán directamente en el blog con su dispositivo móvil. De otro modo, lo realizarán en la sesión semanal del Aula de Informática o en casa, después de prepararla en el cuaderno.

3.2. Muy importante: preguntas inteligentes sobre el tema.

Cada persona del grupo-aula tiene que ir estudiando el tema al ritmo en que se explica.

Como consecuencia, tendrá que elaborar preguntas inteligentes que relacionen conceptos, épocas y materias distintas (Historia y sociedad, artes y economía o política, el pasado con la actualidad), de modo que sean interesantes para los demás.

Al culminar cada una de las exposiciones del grupo, y sus respectivas prácticas, habrá un tiempo para plantear preguntas y para su respuesta por el grupo y por el profesor, que se grabará en forma de podcast para que esté disponible.

Así pues, añade las preguntas y las respuestas a la entrada del blog con el esquema del tema tratado: en total, siete temas.

La prueba final sobre Literatura, que inevitablemente debemos hacer, no es un examen. Consistirá en comprobar y validar que esas preguntas se han hecho y se han respondido bien, de acuerdo con la rúbrica.

Recursos generales