Caso Lazar

Caso Bob Lazar

Los relatos de primera mano entorno a las actividades de esta zona son escasos, los pocos que han entrado dentro son obligados hacer juramento de silencio. Pero en 1989 un hombre hizo unas sorprendentes declaraciones en público, había trabajado en el interior del área 51 analizando la ingeniera de una nave espacial, ¿Están ensayando con platillos volantes en el desierto de nevada o acaso el secretismo del gobierno oculta algo más?

En una entrevista Lazar asegura que lo contrataron para ver cómo funcionaba el equipo de una nave, y todo comienza en 1988 cuando según sus palabras gracias a su formación en física y electrónica consigue una entrevista de trabajo con una importante contrata, en su primer día un hombre con porte militar le hace firmar a Lazar un compromiso de silencio, ¨Creo que se llamaba el acuerdo 10-10 , si divulgabas información obtenida te condenaban a 10 años de cárcel y una multa de 10.000 euros¨

En 1989 Lazar realizó una extraña confesión en un programa de televisión de Las Vegas: el ejército estadounidense conserva en el Área 51 nueve platillos voladores, que un grupo de científicos (al que pertenecía Lazar antes de irse de la lengua) analizaban para replicar su avanzadísima ingeniería, capaz de generar energía antigravitatoria. El combustible que alimenta estos aparatos se llama Elemento 115, número de la tabla periódica que fue descubierto años después de que Lazar hablara de él.

La serenidad con la que habla Bob Lazar, la ausencia de contradicciones durante todo este tiempo y el corpus científico con el que aliña sus comentarios han hecho mella en algunos escépticos, hasta el punto de que pocos creen que Bob Lazar mienta (al menos de manera consciente).

Si el caso Bob Lazar y los platillos volantes se ha hecho tan famoso sobre todo en Estados Unidos es porque su testimonio suena a verdadero.